Las actualizaciones de las diferentes versiones de los sistemas operativos de Microsoft, hablamos de Windows, son elementos clave a lo largo de los años. El problema, como muchos de vosotros ya sabréis de primera mano, son los constantes fallos que algunos de estos parches nos proporcionan.
Desde hace mucho tiempo este se ha convertido en uno de los grandes hándicaps de la empresa, nos referimos a los fallos de las actualizaciones de Windows. Esto es algo que afecta por supuesto a las últimas versiones del sistema, como Windows 10 y 11. Además, estos errores nos pueden aparecer en cualquier momento, tanto en grandes actualizaciones como en parches acumulativos mensuales. Asimismo, estos errores que os comentamos se presentan de diversas maneras.
En ocasiones no nos permiten descargar e instalar la actualización como tal, presentan incompatibilidades con multitud de componentes hardware, o incluso bloquean el sistema por completo. Uno de los mayores temores de buena parte de los usuarios, es la aparición de pantallazos azules de la muerte. Estos aparecen de forma más habitual de lo que nos gustaría, tras actualizar Windows.
Os contamos todo esto porque ahora se ha descubierto que la más reciente versión de Windows 11, la 24H2, podría ralentizar el sistema sin que nos demos cuenta y sin razón aparente alguna. Todo ello se ha descubierto recientemente tras algunas pruebas realizadas comparando esta versión con su predecesora, la 23H2.
La llegada de la más actual, como ahora se ha podido ver, está causando diversos problemas de rendimiento, al margen de los ya comentados en las últimas semanas. Dejando de lado los cuelgues de juegos, o fallos con la webcam o el sonido del PC, también nos encontramos con un error que afecta al rendimiento general del ordenador. Es más, esto puede pasar desapercibido si el usuario no presta atención a determinados detalles.
Windows 11 24H2 ralentiza el equipo de muchos usuarios
Os contamos todo esto porque multitud de usuarios en todo el globo han notado que, tras actualizar sus equipos a la última versión, en ocasiones Windows 11 entra en una especie de modo de ahorro de energía cuando se minimiza una tarea. Aquí nos referimos a algo tan común como minimizar una aplicación, ya que la CPU entra en un estado de bajo uso, lo que afecta de forma negativa al rendimiento del PC.
De este modo, y basándose en algunas pruebas realizadas, en esta situación se ve claramente esa bajada de rendimiento en el Administrador de tareas cuando la aplicación está minimizada o no tiene el foco. Hay que tener en consideración que este es un fallo que por el momento se está viendo en determinados procesadores de Intel de última generación.
Curiosamente, ni siquiera es la primera vez que aparecen informes de que Windows 11 baja su rendimiento en este tipo de situaciones. En el pasado mes de septiembre se descubrió que el sistema operativo no se comportaba de forma normal en este mismo sentido. Básicamente, esto quiere decir que si has notado una bajada de rendimiento en Windows 11 tras actualizar, no eres el único, algo que esperamos que Microsoft resuelva en breve.