Desde hace años los ciberdelincuentes están al acecho para hacerse con nuestros datos personales de ordenadores y móviles, de un modo u otro. Para ello utilizan todo tipo de códigos maliciosos a la vez que usan una enorme variedad de vías de entrada, como el correo electrónico.
Y es que cada vez trabajamos con una mayor cantidad de datos privados y personales que además transmitimos a través de internet para todo tipo de usos. Por tanto, estos delincuentes intentan hacerse con los mismos utilizando diferentes formatos de malware, como por ejemplo sucede con el phishing. Desde hace mucho tiempo una de las fuentes de entrada de estos códigos maliciosos a nuestro equipo, es el correo electrónico. Lo cierto es que con el paso de los años la complejidad de estos correos falsos ha ido en aumento.
Evidentemente todo ello con el fin de intentar engañar a los usuarios para que crean que reciben mensajes totalmente lícitos y pinchen en los enlaces maliciosos. Generalmente esto nos suele llevar a direcciones de internet falsas o directamente descargan el paquete con el virus como tal. Sin embargo, debemos tener en consideración que podemos echar mano de diversos métodos para detectar si un correo recibido es un engaño y nos quiere robar. Estas tareas pueden resultar un poco molestas, pero si tenemos dudas, nos pueden ahorrar más de un disgusto en el futuro.
Es por todo ello por lo que en estas líneas os vamos a hablar de una serie de medidas que podéis tomar para así detectar los correos electrónicos maliciosos e ilícitos.
El dominio del correo no coincide con el de la empresa
En multitud de ocasiones uno de los principales elementos que nos debe llevar a dudar de la veracidad de un correo, es el dominio desde donde nos llega. Más si en el cuerpo del mensaje nos dicen que viene de una determinada empresa y el dominio de este no concuerda. Es más, en los correos maliciosos se suele utilizar un dominio extraño y que nos debe llevar a desconfiar desde el primer momento. De ahí que este sea uno de los primeros elementos que deberíamos comprobar en caso de duda.
Vemos muchas faltas de ortografía o frases sin sentido
Además, otro elemento significativo que puede indicarnos que ese correo es falso, es que está lleno de faltas de ortografía y frases sin sentido alguno. Principalmente esto se debe a que los atacantes han redactado el mensaje en un determinado idioma y luego lo han traducido de forma automática. Los traductores online suelen cometer estos errores, lo que queda reflejado en el correo final que llega a nuestra bandeja de entrada.
Este será otro claro signo significativo de que nos encontramos ante un elemento falso y al que no deberíamos hacer caso alguno.
Solicita información personal y sensible
Hay que tener en consideración que las empresas con las que trabajamos ya sean bancos, firmas relacionadas con seguros o instituciones oficiales, nunca nos van a solicitar información personal a través del correo electrónico. Por tanto, si nos encontramos ante esta situación y tenemos dudas, lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto vía telefónica con esa empresa para asegurarnos de que el correo que hemos recibido es falso.
Con todo y con ello nunca deberíamos proporcionar determinados datos sensibles como los bancarios, a través del correo electrónico.
Se incluyen archivos adjuntos innecesarios
A su vez deberíamos evitar pinchar en los archivos y enlaces adjuntos a este correo, más si no tienen demasiado sentido mi razón de ser. Generalmente estos adjuntos suelen ser los ficheros que realmente descargan el código malicioso a nuestro equipo, o nos llevan a páginas web peligrosas. Por regla general abrir el correo como tal no entraña riesgo alguno, el peligro real está al pinchar en estos archivos o enlaces adjuntos.