El uso de las redes P2P y los correspondientes archivos en formato Torrent, se iban usando durante décadas para compartir todo tipo de ficheros de este tipo. Los usuarios generalmente los utilizan tanto en la subida como bajada de contenidos de manera fluida y segura.
Es más que probable que muchos de vosotros asociáis este tipo de descargas con la controversia que han creado a lo largo de los años. Una parte de esta viene dada por determinados tipos de uso que algunos hacen de estos archivos Torrent y sus redes P2P. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todo el conjunto, incluidos los clientes que instalamos en nuestro ordenador, son totalmente legales.
Lo que se podría considerar como ilícitos son determinados tipos de uso que hacen algunos debido a que comparten de manera ilegal contenidos sujetos a derechos de autor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de descargas se pueden llevar a cabo con estos archivos, descargas directas, vía streaming, etc. A pesar de todas estas vías para bajar archivos de cualquier tipo, los Torrent han estado en el punto de mira debido a algunas de las características que los definen. Y es que este tipo de descargas son especialmente efectivas para salvaguardar algo más nuestra privacidad, y para compartir de forma fiable archivos de gran tamaño.
Además de estos usos, son muchas las empresas y usuarios finales que utilizan estos clientes y sus redes para compartir contenidos totalmente lícitos. Sirva como claro ejemplo de todo ello que multitud de páginas web profesionales, a la hora de descargar la imagen ISO de un sistema operativo, tenemos la posibilidad de descargarlo vía P2P. Esto se debe a que estos archivos suelen ser de gran tamaño.
Riesgos de infección por virus al descargar Torrent
Llegados a este punto quizá muchos de vosotros podéis preguntar acerca de los riesgos de utilizar estos métodos de descarga en cuanto a la seguridad se refiere. Pues bien, lo primero que debemos saber es que tal y como sucede con el resto de vías online, estas descargas que corren también tienen sus riesgos. Esto quiere decir que, si no tomamos las dos medidas de precaución adecuadas, podemos infectarnos fácilmente tras llevar a cabo una de estas tareas.
Y es que estos códigos maliciosos suelen estar ocultos en algunos de los contenidos que bajamos, generalmente en programas o vídeos. Esto es algo que se puede hacer especialmente patente si echamos mano de páginas web un tanto dudosas en cuanto a su legalidad. Multitud de usuarios maliciosos utilizan como cebo estos contenidos de vídeo, por ejemplo, con títulos muy llamativos para ocultar su malware detrás de un archivo en formato Torrent.
Por tanto, en un principio nosotros lo único que vemos antes de descargar desde el cliente ese archivo, es el título de este. Incluso una vez descargado el fichero Torrent como tal, es posible que nos encontremos con un contenido en formato AVI, MP4 o EXE si es un programa, para que lo pongamos en funcionamiento sin sospechar nada. Sin embargo, una vez lo hayamos ejecutado el código malicioso se pondrá en marcha para infectar nuestro PC. Para evitar esto lo mejor que podemos hacer es no hacer uso de ese tipo de páginas, dudar de determinados contenidos demasiado actuales, y mantener activo un antivirus actualizado.