Tal y como sucede con la mayoría de las soluciones software actuales, el sector de los reproductores multimedia está repleto y opciones. Esto se debe en gran medida a la enorme repercusión y uso estos programas tienen hoy día. Por tanto, elegir el que más nos interesa en cada caso es algo más importante de lo que en un principio podríamos imaginar.
Debemos tener muy en cuenta que estas aplicaciones en concreto las utilizamos para multitud de tareas relacionadas con el ocio el entorno profesional. Ya sea para ver vídeos relacionados con el trabajo, nuestras películas y series favoritas, escuchar música, o ver contenidos online, estos reproductores están en la mayoría de los ordenadores. Lo que al mismo tiempo debemos tener en consideración es que no todos ellos tienen la misma funcionalidad ni características.
Como sucede de manera habitual en otros tipos de programas, aquí encontramos algunas propuestas bastante mejores que otras. Precisamente por todo ello es por lo que debemos considerar varios apartados antes de decantarnos por una solución u otra. Precisamente en estas mismas líneas os queremos hablar de algunos aspectos escribir mirar para rechazar un determinado programa de este tipo.
Ya no tiene soporte de su desarrollador
Por regla general, o al menos es lo más recomendable, una vez nos hemos decantado por un reproductor multimedia, deberíamos descargarlo desde su web oficial. Esto nos proporciona la más reciente versión lanzada por su desarrollador, y al mismo tiempo evitamos la llegada de códigos maliciosos ocultos en el ejecutable. Sin embargo, se puede dar el caso de que, a la hora de bajar este nuevo programa, veamos que su web oficial ya no existe. Igualmente se puede dar el caso de que veamos que la última versión enviada tiene ya varios años de antigüedad.
Eso significa que los máximos responsables del software que vamos a utilizar ya no ofrecen soporte a su proyecto. Esta es una razón de peso por la que deberíamos desechar el uso de este programa, tanto por temas de funcionalidad como de seguridad.
Compatibilidad limitada de formatos
Además de que sea estable, una de las premisas que debemos exigir a cualquier programa de estas características, es su compatibilidad con múltiples formatos. De hecho, esta es una exigencia que deberíamos extender a la reproducción de vídeos y de música. Con esto lo que os queremos decir es que debemos elegir un reproductor multimedia compatible con la mayoría de los formatos actuales de vídeo y audio.
Decimos todo esto porque hay algunas alternativas un tanto limitadas en este sentido. Ya sea porque utilizan formatos propios, tipos de archivo limitados a un conjunto específico, o sencillamente que ya no reciban soporte para los más recientes. Esto es algo que con el paso del tiempo echaremos en falta con total seguridad, por lo que es preferible buscar otra propuesta.
Alto consumo de recursos
Estos programas a los que nos referimos en estas líneas deben estar capacitados para funcionar de manera correcta en todo tipo de equipos y configuraciones. De ahí la importancia que en ocasiones podemos detectar entre unos y otros si nos referimos al consumo de recursos del PC. En ciertas ocasiones, y en realidad sin muchas razones al menos visibles, notamos que consumo de CPU y RAM de algunos de estos reproductores es excesivo.
Por tanto, esto es algo que puede afectar de manera directa a la reproducción de contenidos como tal, especialmente si éstos son de alta calidad. Se puede dar el caso de que nos encontremos con cortes en la reproducción tanto de audio como de vídeo, lo que es un grave problema en este sentido. Por tanto, merece más la pena elegir otra opción que logre gestionar de manera más adecuada esos recursos.