Son múltiples las licencias del software del que podemos echar mano en estos instantes para descargar e instalar en nuestros equipos. Seguro que en multitud de ocasiones habéis escuchado hablar de términos tales como el software libre o programas de código abierto, aunque no debemos confundirlos, ya que no son lo mismo.
Y es que en multitud de ocasiones son dos tipos de licencias de software que tendemos a confundir, aunque también es cierto que comparten muchos puntos en común. Sin embargo, en determinadas ocasiones nos puede interesar distinguir ambos modelos a la hora de descargar determinados títulos. Precisamente es en esto en los que nos queremos centrar en estas mismas líneas para así tener claro si un determinado programa es de tipo software libre o de código abierto.
Qué es el software libre
En primer lugar, debemos tener muy presente que cuando nos referimos al denominado como software libre, en realidad hablamos de un programa con licencia FSF o Free Software Foundation. Decir que esta es una fundación creada por Richard Stallman allá por el año 1985 para promover el uso de este tipo de programas libres.
Cabe destacar que el software libre, en concreto, se define por cuatro reglas de uso que debe cumplir para ser considerado como tal. En primer lugar, diremos que este tipo de software se puede utilizar con cualquier propósito. A su vez, la licencia permite a cualquiera estudiar su funcionamiento interno, el código fuente, y modificarlo adaptándolo a otros usos.
Igualmente, cabe mencionar que se puede distribuir libremente y al mismo tiempo está permitida su mejora, además de hacer públicas las mismas para el resto de la comunidad. Eso sí, debemos tener muy presente que aunque se cumplan las cuatro reglas, no todo el software libre es necesariamente gratuito.
En qué se diferencia del código abierto
Ya os hemos comentado antes que el mencionado software libre que os hemos descrito anteriormente, en muchas ocasiones se confunde con el software de código abierto. Comparten algunos puntos pero no son exactamente lo mismo, algo que veremos a continuación.
Para que nos hagamos una idea más aproximada, lo primero que os diremos es que en 1998 algunos integrantes de la mencionada comunidad de software libre montaron la OSI, u Open Source Initiative. Aquí nos encontramos con diez puntos que lo definen, a diferencia de los 4 del caso anterior. Os los enumeramos:
- Código fuente accesible para todos.
- Las licencias deben permitir modificaciones.
- La licencia no puede ser específica de un único título.
- Esta licencia no puede restringir otros programas.
- No permite añadir una licencia adicional para la redistribución de software.
- No se puede restringir el acceso.
- Se debe mantener la integridad del código fuente en algunos casos.
- No se puede discriminar a ninguna persona o grupo para acceder al código fuente.
- Redistribución libre.
- La licencia debe ser tecnológicamente neutral en uso y funcionamiento.
Así, podemos llegar a la conclusión de que las licencias de código abierto son menos estrictas que el software libre. Todo el software libre se podría definir como de código abierto, pero no todo el Open Source tiene por qué ser libre. En resumidas cuentas, el software libre se centra más en las cuestiones éticas y el de código abierto prioriza el apartado técnico, crecimiento y mejora de los programas.