A la hora de elegir un sistema operativo para nuestro PC de sobremesa, la mayoría de los usuarios se decantan por Windows 10. Pero hay que saber que igualmente podemos echar mano de una de las muchas distribuciones de Linux que tenemos a nuestra disposición. Además, es muy probable que éstas nos sorprendan gratamente una vez empecemos a trabajar con ellas.
Cierto es que los sistemas Linux hace unos años no tenían una fama especialmente positiva. Una de las razones de ello era su complejidad en el uso, algo que con el tiempo se ha subsanado bastante. De hecho, actualmente los desarrolladores del sistema operativo de código abierto intentan facilitar la utilización de sus proyectos incluso para los noveles. Además, debemos tener en cuenta que las diferentes distribuciones, o al menos muchas de ellas, nos presentan algunas interesantes e importantes ventajas respecto a Windows.
Por ejemplo, empezando por la seguridad que estos sistemas nos ofrecen, o también podemos hacer especial hincapié en su rendimiento. Os contamos todo esto porque muchos de los usuarios acostumbrados a Windows, cuando pasan a probar una distribución de Linux, notan que este sistema operativo va mucho más rápido. Las razones de todo esto son varias, tal y como veremos a continuación.
Windows necesita siempre de un antivirus
No hace falta decir que la seguridad en Windows siempre está mucho más en entredicho que cuando trabajamos con un PC basado en una distribución de Linux. Es por ello por lo que se convierte en algo casi imprescindible disponer de una solución de seguridad en forma de antivirus. Ya sea Windows Defender o cualquier otra de terceros, estos programas nos encontramos en casi todos los PCs funcionando en segundo plano en todo momento.
Es algo de lo que se ha hablado en multitud de ocasiones, y es que estos programas de seguridad suelen tener un alto consumo de recursos del sistema. Sin embargo y debido a que en Linux los ataques con códigos maliciosos prácticamente no existen, nos ahorramos el consumo de recursos que supone el tener siempre un antivirus vigilando.
Las distros hacen un mejor uso de los ficheros del sistema
Aquí también merece la pena comentar que las aplicaciones de Linux comparten archivos mejor que lo que sucede en Windows. En lugar de usar las habituales DLLs de Windows, Linux usa ficheros .SO o Shared Objects, que son las librerías. También nos podemos encontrar con los ficheros. KO, que son las del kernel. Pues bien, una aplicación en Windows puede depender de una versión concreta de una DLL, pero su desarrollador conoce la versión de Windows del usuario ni las DLL instaladas. Para evitar errores, estas librerías se incluyen siempre. Esto se traduce en que los instaladores son más pesados, ocupan más espacio, y consumen más recursos, algo que no sucede en Linux.
El uso de sistemas de archivos como EXT4 o BTRFS optimizados para SSD
Las unidades de disco SSD poco a poco se van imponiendo en un mercado que desde hace años ha venido comandado por las unidades de almacenamiento HDD. Por tanto, muchos desarrolladores de software están centrando sus proyectos en este formato de discos en concreto. En este sentido merece la pena resaltar que Linux utiliza sistemas de archivos optimizados para este tipo de unidades sólidas, lo que nos hace ganar en rendimiento.
Aquí entran en juegos sistemas de archivos como los conocidos EXT4 o BTRFS que con el paso del del tiempo se van extendiendo entre estos sistemas operativos de código abierto. Todo ello de manera paralela a cómo se están extendiendo las unidades sólidas de las que os hablamos para mejorar el funcionamiento del software en general.
El Kernel de Linux es modular
Tal y como os podréis imaginar uno de los elementos más importantes de estos sistemas operativos es el Kernel que integran. El funcionamiento de este afecta de manera directa al comportamiento y optimización del software, algo de lo que son plenamente conscientes sus desarrolladores. Por tanto, En este sentido podemos destacar que el Kernel de Linux es modular. Esto afecta positivamente al rendimiento del sistema en multitud de aspectos.
Por ejemplo, en este mismo sentido podemos destacar que este elemento del que os hablamos tan solo carga los drivers que necesite en cada caso. Esto lo que hace es liberar buena parte de los recursos del equipo y que aquello que está en ejecución funciona mejor. Siguiendo con este mismo tema, decir que aquí se cargan muchos menos procesos y servicios o daemons en el arranque del sistema operativo. Esto, al igual que sucede con la carga de controladores que nos hemos mencionado anteriormente, es un punto más a favor de Linux para consumir menos recursos.
Linux carece de telemetría, bloatware o programas no deseados
De entre los apartados más criticados del sistema operativo de los de Redmond, Windows, la telemetría es uno de los que está en cabeza. Esto se refiere al seguimiento que el propio sistema operativo hace de nuestros movimientos en el sistema. Parte de todo ello lo envía a los servidores de Microsoft de manera automática. A pesar de que esto se lleva a cabo de manera anónima, a la mayoría de los usuarios no les gusta nada.
Lo mismo sucede con el bloatware los programas que de entrada ya nos encontramos instalados en el propio sistema operativo y que no hacen más que consumir recursos cuando no los necesitamos. Por tanto, aquí merece la pena destacar que los sistemas basados en Linux carecen de todo esto qué os comentamos, de ahí que su rendimiento sea mejor.