¿Tus juegos funcionan mal? Estos simples trucos te dicen si tienes un problema con tu procesador
Los aficionados a los videojuegos buscamos obtener siempre el mejor rendimiento posible para disfrutar de nuestros títulos favoritos. Pero, desde hace unos días algo no va bien y todo apunta a que podría tener que ver con el procesador. Te vamos a explicar dos métodos sencillos para averiguar sí que tus juegos funcionen mal es realmente culpa de tu procesador.
El problema puede venir desde dos puntos, normalmente. Primero, hay una aplicación en segundo plano que consume recursos de tu procesador y no te das cuenta hasta que lanzas un juego. La otra opción es que tengas un gran cuello de botella que no se había manifestado hasta que has instalado ese juego Tripe A que llevas meses esperando.
Realmente, podemos verificar el estado de nuestro procesador y el rendimiento del sistema de dos maneras diferentes. No es necesario instalar nada, simplemente vamos a usar las herramientas que ya están disponibles. Utilizaremos, por un lado, el software de NVIDIA y, por otro lado, la famosa Game Bar de Xbox que está integrada en Windows
Con Xbox Game Bar
Microsoft la ha metido con calzador dentro de Windows y no hay mucha gente que la utilice. Pero, la Xbox Game Bar tiene algunas cosas bastante interesantes que nos pueden ser útiles. La más interesante, sin lugar a dudas, es la monitorización de los recursos del sistema. Permite, sin necesidad de instalar nada, identificar un mal funcionamiento de nuestro ordenador.
Acceder a la Game Bar es tan sencillo como pulsar la combinación de teclas «Windows + G» para que aparezca. Te debería aparecer una opción de «Rendimiento» y si no aparece, es tan sencillo como pulsar en el monitor de la barra superior para mostrarlo. Así, nos aparecerá este menú.
Seguramente notes que, cuando sales de la Game Bar, el monitor de recursos desaparece. Debes realizar estas dos acciones para que se quede y además, moleste lo menos posible:
- Pulsamos sobre las «Opciones de Rendimiento» que es un icono como de controles. Tenemos que decirle que queremos «Transparencia» al 100% y luego elegir el «Color de énfasis» que puede ser el que queramos.
- Tenemos que pulsar sobre la chincheta para anclarlo y que no se cierre esta opción cuando salgamos de la Game Bar.
Debes de saber que puedes realizar ajustes adicionales. Puedes mover este cuadro a cualquier parte de la pantalla, siempre que sigas dentro de la Game Bar. Adicionalmente, dentro de las «Opciones de Rendimiento» podemos elegir parámetros que se muestran. Podemos limitarnos a la CPU, GPU y número de FPS, pero eso ya es a gusto de cada uno.
Usar el NVIDIA GeForce Experience
Si tienes tarjeta gráfica de NVIDIA, seguramente tendrás instalada la aplicación GeForce Experience. La verdad es que este software es bastante incompleto, pero tiene funciones bastante interesantes. Una de las mejores características es la superposición de métricas dentro del juego.
Esta opción es bastante simple de usar y muestra datos de una manera muy discreta. Simplemente, dentro del juego debemos pulsar la combinación de teclas «Alt + R» para que aparezcan. Veremos como en la esquina superior derecha nos aparecen la cantidad de FPS, carga de la CPU y la GPU, así como la latencia. Todo de una manera bastante sencilla y discreta.
Ahora ya tienes dos opciones para verificar si tu procesador no está funcionando como es debido. Si ves un exceso de carga en el procesador, es indicativo que algo no va bien. Deberías verificar que tu procesador no tiene carga mediante software en segundo plano o algún otro problema.