Si volvemos la vista atrás, antes de Windows XP todos los usuarios de un ordenador eran administradores. Desde luego, esto es algo que no se puede permitir si queremos poder usar el ordenador de forma segura. Y es así como Microsoft introdujo un sistema de permisos en su sistema operativo. Desde entonces, y hasta el nuevo Windows 10, una cuenta puede tener permisos de usuario, más limitado, o de administrador, más completa. Incluso también existe un tercer nivel, invitado, mucho más restrictivo aún. Sin embargo, lo que no sabemos es que Windows esconde un nivel de privilegios aún superior al del administrador: el del super administrador.
Cada vez es más habitual que un mismo ordenador basado en el sistema operativo de Microsoft lo utilizan varias personas de forma simultánea. Esto quiere decir que cada uno tendrá su correspondiente cuenta a la que acceden a través de unas determinadas credenciales. Aquí se incluye la contraseña de acceso a cada cuenta, elementos de seguridad obligatorio en la mayoría de los casos. No cabe duda de que por regla general todo ello estará gestionado por la denominada como cuenta de administrador que es la que más permisos y acceso a todo tipo de funciones, tiene.
Pero en determinadas ocasiones y para cierto tipo de trabajos en Windows, a veces necesitamos ir un paso más allá, algo para lo que os vamos a ayudar en estas mismas líneas.
Qué es y qué nos aporta la cuenta de superadministrador en Windows
Una cuenta de superadministrador en Windows viene a ser, más o menos, igual que la cuenta de root de Linux. Esta cuenta viene deshabilitada por defecto en los sistemas, por seguridad, y tiene privilegios totales para hacer y deshacer a su antojo en nuestro sistema operativo. En Linux, por ejemplo, la cuenta de root se invoca a través de «sudo», mientras que en Windows quien la controla es el UAC, la molesta ventana que aparece al intentar realizar ciertas configuraciones o ejecutar programas que necesitan mayor nivel de privilegios.
Ventajas de estas cuentas
Si optamos por activar esta cuenta, los beneficios que obtendremos al usar el sistema operativo son:
- Al activar la cuenta no aparecerán más los mensajes UAC.
- Podremos ejecutar todo tipo de comandos en CMD o PowerShell sin restricciones.
- Al tener control total sobre el sistema podremos solucionar mucho mejor los problemas del sistema operativo.
- Si perdemos el acceso a una cuenta del sistema, el super-administrador puede acceder a ella, puede volver a configurarla e incluso acceder a todos los archivos guardados dentro de ella, aunque sean privados. Una excelente «puerta trasera» a tener en cuenta.
Problemas de super administrador
Aunque esta cuenta pueda sonar tentadora, debemos tener en cuenta una serie de problemas, o peligros, a los que podemos enfrentarnos en caso de activar esta cuenta de permisos totales en Windows. El primero de los problemas es que, por defecto, no tiene contraseña. Esto significa que, si la activamos y no la configuramos, cualquiera podría tener, literalmente, control total y absoluto sobre el equipo. Os explicaremos cómo poner la contraseña a mano, pero es un punto clave que hay que tener en cuenta.
El segundo de los problemas que debemos tener en cuenta es que esta cuenta, como es obvio, tiene muchos más permisos que la cuenta de administrador normal. Esto significa que si un programa se ejecuta con este nivel de privilegios, tendrá control absoluto sobre el sistema. Y si se trata de un malware, las repercusiones pueden ser tremendas.
Precauciones antes de activar la función de Windows
Ya os hemos hablando de los posibles problemas ante los que nos podemos enfrentar si activamos este tipo de cuentas en nuestro equipo basado en Windows. Por tanto no se puede decir que sea el método más recomendable en ordenadores que no sean propios, como por ejemplo los del trabajo, o sencillamente si no queremos correr riesgos de privacidad y seguridad.
Con todo y con ello y si somos administradores de una serie de equipos, por ejemplo ordenadores empresariales, antes de activar esta función tan interesante en algunos casos, deberíamos tomar algunas precauciones. Lo primero que deberíamos tener presente es que bajo ningún concepto tenemos que activar este tipo de cuentas con usuarios del equipo que no sean avanzados o expertos en Windows. Los daños tanto en el propio sistema como en la seguridad del ordenador pueden ser catastróficos.
Además si somos los administradores de esos ordenadores, también es recomendable llevar a cabo una copia de seguridad del equipo completo por si acaso se produce algún desastre al utilizar una cuenta de estas características. Y no solo eso, ya que aquellos a los que vamos a otorgar todos estos permisos, podrían ser conscientes de los riesgos que supone y tener más cuidado de lo habitual.
Es importante tener en consideración que el software que instalemos a partir de ese instante en nuestro PC podría hacerse con el control del equipo y dañar el sistema operativo hasta límites insospechados. En el caso de que tengamos sospechas de que no se va a hacer un buen uso de esta cuenta, lo mejor será crear otra con menos permisos para no poner en riesgo el ordenador.
Activar la cuenta de super administrador en Windows
Activar esta cuenta es muy sencillo, y podemos hacerlo solo con un comando. Además, hay que indicar que podemos hacerlo igual en todas las versiones de Windows, como en Windows XP, Windows 7 e incluso Windows 10. El proceso es el mismo, y las medidas de protección de la cuenta que debemos aplicar (es decir, cambiar su contraseña) son también las mismas.
Lo primero que debemos hacer para poder activar esta cuenta es tener ya creada una cuenta de Administrador normal en Windows. El truco no funcionará (obviamente) si tenemos permisos de usuario. Abriremos una ventana de CMD con permisos de administrador y ejecutaremos el siguiente comando:
net user administrador /active:yes
Listo. La cuenta de super-administrador ya está habilitada y lista para utilizarse en el PC. Eso sí, no podemos pasar ni un segundo más sin protegerla como es debido.
Método alternativo para estas cuentas
Si no queremos usar CMD, por el motivo que sea, Windows nos ofrece otra posibilidad para habilitar a mano esta cuenta de administrador total: hacerlo desde las herramientas de administración de equipo.
Para ello, lo primero que haremos será hacer clic con el botón derecho sobre el botón de inicio para ejecutar la opción de «Administración de equipos».
A continuación, en la nueva ventana que aparecerá en el PC, seleccionaremos «Usuarios y grupos locales», y dentro de ella, usuarios. Aquí podremos ver la cuenta de administrador.
Hacemos doble clic sobre ella, y en la ventana de propiedades que aparece desmarcamos la opción de «Esta cuenta está deshabilitada».
Aplicamos cambios, aceptamos y listo. El proceso es el mismo que el anterior. Eso sí, debemos tener en cuenta que la cuenta sigue estando sin contraseña, por lo que no podemos dejarlo así.
Cambiar la contraseña a la cuenta de super administrador
Como hemos explicado en los inconvenientes de esta cuenta, por defecto no tiene contraseña. Esto significa que cualquiera podría iniciar sesión con ella en el PC para tomar el control absoluto del equipo y tener acceso a todos los datos.
Que Windows no obligue a crear la contraseña al habilitar esta cuenta es, desde luego, una negligencia en cuanto a seguridad básica del sistema. Pero, por suerte, darle una contraseña es muy sencillo. Simplemente debemos abrir una ventana de CMD, con permisos de administrador igualmente, y ejecutar el siguiente comando (cambiando «Contr@sena» por la contraseña que le queramos dar:
net user administrador Contr@sena
Windows nos mostrará un mensaje que nos indicará que la contraseña se ha creado correctamente. Acto seguido, volvemos a ejecutar el siguiente comando para asegurarnos de que la cuenta de administrador está correctamente habilitada.
net user administrador /active:yes
Añadir esta clave de acceso es especialmente importante en aquellos equipos con Windows que utilicen varias cuentas de usuario. Esto se traduce en que son varias las personas que utilizan este mismo equipo y que además no deseamos que tengan acceso a las ventajas de la cuenta de super usuario. Con todo y con ello el uso de una clave de acceso al sistema operativo es casi obligatorio en todas las ocasiones, aunque seamos los únicos que van a utilizar ese equipo, Todo ello como una importante medida de seguridad.
Desactivar la cuenta de root en Windows
En caso de que, pasado un tiempo, ya no queramos que esta cuenta esté disponible (por seguridad, por ejemplo), entonces lo que tenemos que hacer es deshabilitarla. Esto podemos hacerlo muy fácilmente también con un sencillo comando de CMD, el siguiente:
net user administrador /active:no
Listo. La cuenta de super administrador ya no estará disponible en nuestro PC. Y nada ni nadie podrá usarla sin permiso.
Este es un cambio que se hará especialmente importante si trabajamos con un equipo en el que en un momento dado hemos tenido que habilitar esta funcionalidad de súper administrador pero que lo usan otras personas. De esta manera, será de extrema importancia volver a deshabilitar la característica de la que os hemos hablado para que el resto de las cuentas de usuarios no puedan beneficiarse de las ventajas y permisos de este modo de trabajo. De lo contrario un usuario malintencionado podría dañar seriamente el sistema operativo y acceder a funciones y datos que en un principio no desearíamos.
Método alternativo para la tarea
Igual que hemos activado esta cuenta desde las opciones de administración del sistema, también vamos a poder deshabilitarlo desde ahí. Para ello, seguiremos los mismos pasos que hemos indicado en el método alternativo para activar la cuenta de superadmin de Windows, pero debemos asegurarnos de marcar la opción «La cuenta está deshabilitada» para desactivarla.