Una de las tareas más básicas de mantenimiento es eliminar todo el software no deseado o que no utilizamos de nuestro ordenador. Cuando instalamos Windows de cero, o compramos un ordenador nuevo, solemos encontrarnos con un importante número de programas preinstalados pensados para «mejorar la experiencia de uso«, aunque todos sabemos que son programas publicitarios, bloatware. Al verlos, lo primero que solemos hacer es ir a desinstalarlos para dejar nuestro sistema lo más limpio posible. Sin embargo, debemos pensarlo dos veces antes de hacerlo a lo loco, ya que podemos encontrarnos con una gran cantidad de problemas.
Hay muchos de los programas que vienen instalados de serie en los ordenadores que son realmente innecesarios. En cambio, aunque puedan parecer basura, hay otros que son necesarios para que el equipo funcione correctamente, y, por tanto, no debemos desinstalarlos.
Lo bueno de los programas UWP es que, si los borramos por error, podremos volver a bajarlos (casi siempre) desde la Microsoft Store. Y, si no, es que el programa no era tan necesario como podíamos pensar. Aun así, antes de borrar los programas sin pensar, es necesario tener en cuenta algunos de los problemas que podemos encontrarnos si borramos lo que no debemos.
Los drivers de Windows pueden quedar sin actualizar
Cuando compramos un ordenador nuevo, el fabricante suele instalar su propio software de actualización. Este nos permite analizar el estado de todos los controladores, la BIOS y el firmware del PC para ver si el equipo está actualizado o, si no lo está, bajar las nuevas versiones de todo.
Dependiendo del fabricante (ASUS, DELL, ACER, etc), este software puede ser un programa Win32 clásico, o estar actualizado y distribuirse como un programa UWP. Lo más común en los ordenadores nuevos es que sea una UWP y, si la borramos, dejaremos de recibir el soporte del fabricante.
El hardware puede dejar de funcionar bien
Además del software del fabricante, también podemos tener instalados otros programas UWP necesarios para que el hardware funcione bien. Estos programas pueden estar relacionados con el audio (por ejemplo, el Audio Console de Realtek), con la CPU (el software de Intel) o los gráficos (el Panel de Control de NVIDIA).
Si borramos estos programas dejaremos de tener control sobre el hardware, y este puede empezar a funcionar de manera incorrecta. Por ejemplo, perderemos control sobre los efectos de mejora de sonido del PC, o sobre el rendimiento que queremos que tengan los gráficos.
El software también puede dejar de funcionar
Y más allá del hardware, también podemos tener problemas con el software. Esto se debe a que es posible que alguno de los programas preinstalados sea necesario para que otros funcionen. Es cierto que con las UWP, esto se ha reducido bastante, ya que cada programa está «aislado» del resto. Pero aún puede ocurrir, sobre todo si queremos borrar programas de Windows (como Edge o Internet Explorer), sin los cuales muchos otros programas dejarán de funcionar al depender de sus librerías.
Incluso si el programa se desinstala mal y no termina de borrarse por completo, puede que nos quedemos sin poder bajar otros programas de la tienda, ya que tendríamos problemas al descargar de la Microsoft Store.
Problemas de seguridad en Windows
También es posible poner en peligro nuestro ordenador. Esto se debe a que los programas de los fabricantes suelen instalar en el ordenador una serie de certificados necesarios para poder comunicarse con los servidores del fabricante, o el desarrollador, de forma segura. Estos certificados pueden caducar, o pueden volverse inseguros. Si tenemos los programas del fabricante instalados, este mismo los actualizará, reforzando la seguridad de dicho certificado. Sin embargo, si los hemos borrado, y el certificado ha quedado copiado en Windows, nada lo actualizará, y estaremos poniendo en peligro nuestro PC.
Si hemos borrado estos programas, podemos reinstalarlos de nuevo, o buscar a mano los certificados instalados en el PC y borrarlos, siempre y cuando estemos seguros al 100%.