Windows 11 trae una nueva funcionalidad para sus usuarios: el «modo básico de cámara». Esta nueva herramienta trata de simplificar el uso de nuestra cámara del PC y, de paso, intenta solucionar ciertos problemas de compatibilidad. Dentro de este modo, las funciones se limitarán a características esenciales de la cámara y dejarán de lado aspectos más complejos de su funcionamiento.
Esta solución podría ser la tecla indicada para los problemas de ciertas webcams o para aquellos que no quieren complicarse la vida con demasiados parámetros de configuración. Dicha funcionalidad se encuentra en estos momentos en la versión Insider del sistema operativo, pero pronto llegará a la versión final de Windows 11. Vamos a ver de qué se trata esta nueva función y si te beneficiará para los posibles problemas que tengas con la cámara.
Funcionamiento del Modo básico de cámara
Como su propio nombre indica, reduce las funcionalidades existentes de la webcam (integrada o externa) a una versión más simple. Esto puede ser útil de cara a solucionar problemas de funcionamiento. Si tu cámara presenta problemas de compatibilidad o fallos en su ejecución, activar este modo puede resolver dichos problemas y optimizar su funcionamiento para evitar posibles conflictos con tu PC.
Si, por cualquier motivo, solo necesitas tu cámara para funciones como videollamadas con cualquier aplicación, el nuevo modo básico elimina funciones añadidas que pueden suponer incompatibilidades con la configuración de dichas utilidades. Aparte, también ofrecerá una interfaz más limpia y sencilla para usuarios menos familiarizados con la configuración de imagen. El hecho de que se limiten las funciones impacta directamente en el rendimiento de la cámara y el PC. Ello supone una mejora de funcionamiento incluso en equipos no tan actualizados.
Cómo activar el Modo básico de cámara
Aunque se encuentre tan solo en las versiones Insider de Windows 11, sí que podemos ofrecer una guía de cara a su salida en las versiones finales del SO. Para activarlo tienes que seguir un proceso bien sencillo.
Accede a la configuración de Windows con la combinación Win + I y dirígete a «Bluetooth y dispositivos», que encontrarás en la columna de la izquierda. En el apartado de «cámaras», elige la webcam que deseas configurar. Normalmente, te aparecerá directamente, a no ser que dispongas de más de una. Haz clic en el botón «editar» para acceder a las opciones avanzadas de la cámara. Justo en este apartado te aparecerá la nueva opción «Activa Modo básico de cámara». Cuando lo hagas, se activará también la opción de «Permitir que varias aplicaciones utilicen la cámara el mismo tiempo».
Como medida adicional, puedes seleccionar la resolución que desees de la cámara para mejorar la experiencia según tus necesidades. Una vez que hayas acabado, pulsa en «Aplicar» y lo habrás configurado correctamente.
Ya que estamos, en las configuraciones de la cámara también podemos ajustar otras opciones básicas como la nitidez. Esta nos permitirá ajustar la precisión de los bordes de todos los elementos de la imagen para mejorar su visualización. Además, también podemos configurar el contraste para distinguir mejor la diferenciación de elementos, la saturación para la intensidad de los colores de la imagen, o el brillo, que nos permitirá arrojar o disminuir la luz sobre el lienzo.