Lo primero que debemos hacer cuando estrenamos un nuevo ordenador o cuando lo formateamos, es seleccionar que método de seguridad queremos utilizar para proteger el acceso a nuestro equipo. Windows pone a nuestra disposición diferentes métodos para hacerlo, ya sea utilizando un código PIN, la huella dactilar, una contraseña o mediante reconocimiento facial, aunque este último no está disponible en todos los portátiles ni es compatibles con todas las cámaras web. Pero ¿cuál es la mejor opción?
Todos los métodos son seguros por sí mismos, ya que únicamente es el tipo de barrera que debemos sortear para poder acceder al sistema desde la pantalla de bloqueo, sin embargo, dependiendo del entorno en el que nos encontremos, unos pueden ser más seguros que otros. Independientemente de que método vayamos a utilizar para proteger nuestro PC, si perdemos el código o el sensor no reconoce la huella o rostro, rápidamente podemos recuperar el acceso a nuestro PC utilizando la cuenta de Microsoft asociada al equipo.
Código PIN
El código PIN es el método más utilizado para proteger el acceso a nuestro PC. Lo es porque es el más sencillo de utilizar y donde tan solo debemos introducir un código de 4 cifras (o más largo si lo preferimos). Sin embargo, no es el método más seguro si utilizamos nuestro equipo en un entorno compartido con otras personas, ya que, al introducirlo de forma repetida, cualquier persona que quiera conocerlo, con el tiempo, lo averiguará sin muchos problemas.
Contraseña
Utilizar una contraseña es mucho más seguro que el código PIN, siempre y cuando utilicemos una contraseña larga que combine mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. No solo es más seguro si utilizamos una contraseña de este tipo, sino que, además, es más complicado para las personas de nuestro entorno, conocer cuáles son las teclas que estamos pulsando para introducirla en el teclado ya que nuestras manos se encargan de ocultar las teclas que utilizamos al introducirla.
Huella dactilar
Utilizar la huella dactilar es el método más cómodo y sencillo para proteger el acceso a un equipo con Windows. No es necesario utilizar el teclado para introducir un código PIN o una contraseña con el consiguiente riesgo de que alguna de las personas de nuestro entorno pueda fijarse en como la introducimos y, con el tiempo, averiguarla. Sin embargo, si queremos que este método funcione a la primera, debemos procurar tener siempre las manos limpias y evitar tocar el sensor con las manos húmedas o sudadas, ya que, de lo contrario, el sensor no será capaz de reconocer fácilmente la huella.
Reconocimiento facial
El cuarto y último método que también pone a nuestra disposición Microsoft para proteger el acceso a nuestro PC es utilizar el reconocimiento facial. El problema de este método, el más cómodo de todos ya que no necesitamos interactuar con ningún dispositivo tan solo sentarnos delante del ordenador, es que no funciona con cualquier cámara web, sino únicamente en cámaras web compatibles con Windows Hello. Estas cámaras llevan sensores infrarrojos para detectar el volumen de nuestro rostro para así poder diferenciar entre una fotografía normal y nuestro rostro.