Los archivos comprimidos se han convertido en un estándar de la informática. Casi a diario podemos encontrarnos con este tipo de ficheros, ya que gracias a ellos podemos empaquetar y compartir varios archivos o documentos de una sola vez, y, además, hacer que ocupen bastante menos de lo que ocuparían de normal. También, al bajar de Internet, es fácil encontrarnos con archivos RAR que están divididos en varias partes. Esto tiene sus pros y sus contras, como todo. Y, por lo general, solemos buscar y bajas todas y cada una de las partes del archivo. Sin embargo, no tiene por qué ser siempre así.
Cuando una persona divide un archivo comprimido en varias partes, lo puede hacer por varios motivos. El primero de ellos es que, al tratarse de un archivo extremadamente grande, ayuda a los usuarios a bajarlo poco a poco de forma más cómoda. La probabilidad de que una descarga de 80 GB falle, y nos toque empezar de cero, es mucho mayor cuando el archivo ocupa los 80 GB que si estamos bajando 40 partes de 2 GB cada una. Si, además, utiliza enlaces referidos, ganará más dinero con ello al generar más tráfico.
Generalmente, cuando vamos a bajar un archivo comprimido en varias partes, lo lógico es descargar todas y cada una de ellas para, una vez bajadas todas, poder descomprimir el archivo. Sin embargo, ¿qué ocurre si una o dos de las 40 partes (por ejemplo) no están disponibles o han desaparecido de Internet? Lo normal es que, después de haber perdido el tiempo bajando varias partes, nos toque buscar otra fuente de la que descargar. Pero, si la persona que lo ha subido ha hecho sus deberes, es posible que, junto a la descarga, encontremos lo que se llama «volúmenes de recuperación«.
Qué son los volúmenes de recuperación de un RAR
Los volúmenes de recuperación son un tipo de archivos de suma adicionales que se generan opcionalmente al comprimir un archivo en varias partes. El objetivo de estos volúmenes es permitir a los usuarios reconstruir un archivo sin necesidad de haber descargado previamente todas las partes del archivo.
En total, vamos a poder omitir tantas partes como archivos de recuperación tengamos. Por ejemplo, si tenemos un archivo dividido en 30 partes, con 4 volúmenes de recuperación, podremos descomprimirlo siempre y cuando hayamos descargado 26 partes del mismo (cuales sean) y esos 4 volúmenes de recuperación. Si faltan más partes que volúmenes de recuperación, entonces no nos servirá de nada.
Como máximo, un archivo en RAR4 puede tener hasta 255 partes de recuperación, mientras que un RAR5 puede tener hasta 65535 partes. Eso sí, los volúmenes de recuperación nunca pueden exceder el número total de partes de un archivo.
Además, es importante saber que esta función solo funciona con el programa WinRAR. Por tanto, si tenemos otro compresor de archivos (como 7-Zip o PeaZip), aunque sea capaz de descomprimir en RAR, no podrá usar estos volúmenes de recuperación. Puesto que podemos probar WinRAR gratis durante 40 días, sin restricciones, en caso de necesitarlo siempre podremos instalarlo en el PC para reparar un archivo corrupto, aunque de normal usemos otro compresor.