Windows incluye su propio antivirus denominado Windows Defender, un antivirus que poco o nada tiene que envidiar al resto de antivirus del mercado, incluyendo los que son de pago o requieren de una suscripción anual. Tanto Windows Defender como las diferentes alternativas disponibles en el mercado, nos permiten proteger el equipo en tiempo real basándose en listados que se actualizan todos los días, y que son casi los mismos que utilizan todas las compañías. Sin embargo, son falibles cuando se trata de código que se ejecuta a través de una aplicación como es el caso de los macros.
Los macros de Office, disponibles en Excel, Word, PowerPoint y Access entre otras, nos permiten automatizar las tareas repetitivas. Un macro es conjunto de acciones que se ejecutan en el orden el que se han establecido previamente, ya sea grabando los clics del ratón o utilizando código de Visual Basic. Los macros se utilizan, principalmente, para aplicar un formato de forma automática a un documento, aunque también se pueden utilizar para crear acciones que, de forma nativa, no están disponibles en la aplicación.
Es un riesgo para la seguridad
Si abrimos un documento de Office que no hemos creado, la aplicación de Office que utilicemos mostrará un mensaje en el que nos informa que el documento incluye macros, macros que han sido deshabilitados por seguridad. La aplicación no es capaz de reconocer si el macro que se incluye en el documento se trata de un macro creado grabado en base a clics del ratón o si se ha utilizado Visual Basic para generarlo en base a un código. La única información que sabe a ciencia cierta es que se trata de un macro.
Al no poder distinguir como se ha creado el macro, automáticamente los desactiva, permitiendo al usuario activarlo, si está seguro del origen del documento. Los macros creados a partir de Visual Basic pueden contener instrucciones en su código que no estén destinadas a crear una automatización o realizar una acción que no está disponible en la aplicación, sino que su misión puede estar enfocada a descargar software malicioso de otras fuentes en nuestro equipo, robar datos, cifrar el disco, instalar aplicaciones o realizar cualquier acción que puedan poner en riesgo la seguridad de nuestro PC.
Extremadamente útil
A pesar del riesgo que suponen, siempre y cuando se trata de archivos de los que no conocemos su procedencia, los macros es una de las funciones más útiles de las aplicaciones que forman parte de Office. La posibilidad de establecer un mismo formato a diferentes documentos con un solo clic nos permite nos permite incrementar nuestra productividad al reducir el tiempo necesario para realizar esa misma tarea de forma continuada.
Excel es la aplicación que mayor partido nos permite sacarle a los macros, especialmente cuando tenemos que formatear datos para crear un albarán, una factura, un listado o cualquier otro tipo de documento que siempre tenga que utilizar el mismo formato. En Word también es especialmente útil para formatear documentos creando una estructura que contenga tablas e imágenes y que siempre deba tener el mismo formato.