Aunque en el pasado parecía cosa de ciencia ficción, editar fotos y realizar fotomontajes hoy en día está al alcance de cualquiera. Desde hace años, podemos encontrar todo tipo de software, más o menos intuitivo, que nos va a permitir realizar todo tipo de tareas con nuestras fotos. Uno de los más conocidos y extendidos que podemos encontrar es Photoshop, del cual seguramente todos hayamos oído hablar. Sin embargo, no es la única opción, ni tampoco la mejor en muchos aspectos. Y, si no, que se lo digan a GIMP.
GIMP, desde siempre, ha sido una de las mejores alternativas a Photoshop en todos los sentidos, tanto en funciones como, sobre todo, en precio. Este programa cuenta con un desarrollo de código abierto gracias al cual cualquier programador puede ayudar en el desarrollo y la mejora de este programa.
Es cierto que, durante mucho tiempo, el programa ha estado a la sombra de la alternativa de Adobe. La interfaz, por ejemplo, dejaba mucho que desear, así como el soporte de capas y el rendimiento general del programa. Con el paso del tiempo, todo esto se ha ido mejorando, y dará un nuevo salto cualitativo en cuanto llegue la versión 3.0 del programa. Sin embargo, no todo le hace estar a la sombra, y es que GIMP cuenta con características que, desde luego, le hacen destacar frente a su mayor rival.
El precio: el pilar fundamental de GIMP
Desde luego, cuando hablamos de GIMP, el principal atractivo que nos encontramos es su precio. Mientras que Photoshop es un programa de pago infinito (12 euros al mes, y si dejamos de pagar nos quedamos sin programa), GIMP podemos descargarlo y usarlo sin ninguna limitación sin tener que pagar ni un solo céntimo.
Además de ser gratis, este programa cuenta con las ventajas de cualquier otro software de código abierto. Por ejemplo, en lo relacionado con la privacidad, recopilación de datos de los usuarios y calidad del código.
Úsalo donde quieras, ¡sobre todo en Linux!
Otra de sus principales ventajas es que se trata de un programa multiplataforma. Su rival, Photoshop, solo funciona en Windows (en versiones nuevas en sus últimas versiones) y en macOS. Sin embargo, GIMP va un paso más allá y no solo nos permite usarlo en versiones más antiguas de Windows y macOS, sino que también está disponible para el sistema operativo Linux.
Gracias a ello vamos a poder tener un editor de imágenes, con funciones profesionales, independientemente del sistema operativo que utilicemos.
Soporte para WebP
El formato de imágenes WebP es un formato de alto rendimiento desarrollado por Google pensando especialmente en la web. A pesar de haberse convertido en un estándar por presentar muchas ventajas frente a otros formatos como JPEG o PNG, hay muchos programas (visores, editores, etc) que no lo soportan. Y uno de ellos es el editor de Adobe. Si queremos abrir WebP con Photoshop es necesario bajar e instalar un plugin a mano que lo hace compatible con él.
Sin embargo, podemos abrir y guardar en WebP con GIMP sin ningún problema y sin necesidad ni de instalar ni configurar nada más.
GIMP es más ligero
Aunque procesar y editar imágenes requiere de cierto nivel de potencia, no podemos negar que Photoshop, a veces, se pasa a la hora de usar la CPU, la GPU y la memoria RAM. Por lo tanto, el editor de imágenes por excelencia no es una opción para nada recomendable en ordenadores de gama baja o media que andan justos de CPU y memoria.
GIMP, sin embargo, es un programa mucho más ligero y optimizado, perfecto para funcionar incluso en ordenadores antiguos con características limitadas. Es verdad que, a veces, tarda mucho más en abrir al analizar todas las tipografías instaladas. Pero, exceptuando eso, consume muchos menos recursos que su rival, incluso procesando fotos muy grandes.