En gran medida gracias a los potentes equipos de los que disponemos hoy día, la mayoría de los usuarios tienen la posibilidad de realizar proyectos 3D propios. A todo esto, le podemos sumar el interesante software del que podemos echar mano como por ejemplo sucede en el caso de Blender.
Lo primero que debemos tener en consideración al hablar de este software en concreto, es que nos referimos a un programas gratuitos para el renderizado 3D. Pero eso no quiere decir que sea peor que otros, sino todo lo contrario. En estos momentos podemos afirmar que Blender es una de las aplicaciones de este tipo más populares y queridas por los usuarios. Además de la innegable ventaja que nos propone su coste cero, la aplicación está repleta de funciones que nos serán de enorme utilidad para estos proyectos de diseño.
De hecho, se trata de un proyecto de código abierto que no parar de mejorar con el paso del tiempo gracias a sus desarrolladores. La posibilidad de usarlo sin coste alguno tanto para diseños personales como empresariales. Es evidente que todo ello nos abre un amplio abanico de posibilidades relacionadas con este tipo de trabajos. Una cosa debemos tener clara, a pesar de todas las funciones disponibles aquí, para obtener buenos resultados tendremos que echar mano de nuestra creatividad.
Los proyectos de los que os hablamos en estas líneas los podremos llevar a cabo a través de una intuitiva interfaz de usuario que nos encontramos nada más ejecutar Blender.
Pero tal y como sucede en la mayoría de las aplicaciones actuales, tenemos la posibilidad de configurar y realizar algunos cambios para optimizar el trabajo con el programa.
Configura Blender para lograr mejores resultados 3D
Es de todo ello de lo que os vamos a hablar a continuación para que veáis los parámetros disponibles en este sentido. Tal y como suele ser habitual en los programas que utilizamos a diario, disponer de una interfaz personalizada nos permitirá ser más productivos. De ahí precisamente que la mayoría de las soluciones software nos den la posibilidad de todo ello. Esto quiere decir que antes de empezar a trabajar en grandes proyectos tridimensionales con Blender, es recomendable que adaptemos su aspecto a lo que necesitamos o preferimos.
Todo esto es algo que en un principio logramos con tan solo acceder a la opción de menú Editar / Preferencias. En ese momento en pantalla aparecerá una nueva ventana con multitud de apartados configurables y personalizables del programa de diseño.
Estos los vemos en el panel izquierdo de esa ventana, pero en el caso que nos ocupa nos decantamos por Interfaz. Aquí, concretamente en el panel derecho, aparecerán los parámetros que podemos modificar para adaptar el aspecto de Blender a nuestras necesidades.
En primer lugar, tendremos la posibilidad de escalar la resolución predeterminada con la que vamos a trabajar, así como el grosor de las líneas que vemos en la interfaz inicial. Estas son las que nos sirven de guía para manejar los objetos tridimensionales con los que trabajaremos. Igual que podemos activar o desactivar las descripciones de ayuda que nos propone la aplicación, los controles de navegación o cómo editar los contenidos temporales. Igualmente podremos establecer el idioma predeterminado para cada uno de los apartados de Blender.