¿Google en peligro de quiebra? EE. UU. quiere frenar su monopolio de esta manera

Aunque parezca un episodio de ciencia ficción, el Departamento de Justicia de Estados Unidos no cesa en su ofensiva contra el monopolio de Google. Lo que en un principio era una venta forzada de Google Chrome, ahora va mucho más allá. La Administración de Justicia quiere dividir la compañía en tres distintas: Android, Chrome y Google Play.
Todo este estrambótico escenario nace del veredicto de un tribunal federal que ha acusado directamente a Google de mantener un monopolio ilegal. Concretamente, dentro de los mercados de búsqueda online y publicidad digital. Y no es para menos, ya que copa el mercado con una cuota de casi el 90%. Lo que quiere decir que el resto de empresas a nivel mundial tienen que repartirse el 10% restante, una auténtica barbaridad.
Estados Unidos ya lo hizo en los años 90 con Microsoft y con AT&T en los 80. ¿Lo conseguirán de nuevo?
Una sentencia que podría cambiar la tecnología global
No le tiembla la mano al Departamento de Justicia a la hora de proponer el futuro para Google. No solo hablamos de una división de la empresa en tres sectores distintos, sino que también pretende limitar los contratos de «la gran G» con los fabricantes (y que perjudican a otras empresas). El fin de todas estas medidas es el de neutralizar todas las ventajas que tiene Google y a la que ninguna otra compañía parece aspirar. Como, por ejemplo, el hecho de que su buscador y navegador se encuentre preinstalado en una infinidad de ordenadores y móviles.
Por su parte, desde Mountain View han respondido con rotundidad a esta decisión, y afirman que estas medidas van a perjudicar a un sinfín de usuarios y empresas. Una de sus directivas, Lee-Anne Mulholland, afirma que el simple hecho de dividir la compañía supondría un aumento de precios descomunal para los propios smartphones de Android, y una consiguiente vulnerabilidad en cuanto a seguridad para los usuarios.
Europa también presiona a Google
La Comisión Europea (el máximo organismo gubernamental de Europa) también se ha pronunciado al respecto de manera preliminar. De hecho, lejos de defender a la compañía, considera como obligatoria una fragmentación de Google para restaurar de manera sana la competencia en el mercado digital.
Si bien el caso aún está lejos de concluir, Bruselas ha advertido varias veces sobre la gravedad del asunto. Es más, ha recordado que Google ha sido sancionada varias veces por prácticas monopolísticas, entre otro tipo de disfunciones. Esta colaboración internacional no solo hace presión sobre Google y su monopolio. También están poniendo el foco sobre Meta, Apple, Amazon y Microsoft, los cuatro jinetes del apocalipsis.
Precedentes históricos en EE. UU.
Este proceso judicial que tiene en el punto de mira a Google puede ser un golpe sobre la mesa de las instituciones gubernamentales sobre las grandes tecnológicas. Algunos expertos en la materia comparan este movimiento con el caso de Standard Oil en 1911, cuando el propio gobierno federal consiguió romper el monopolio de la petrolera, hasta el momento considerada invulnerable legalmente.
Si se consigue fragmentar Google finalmente, Alphabet (su empresa matriz) perdería gran parte de la estructura en que se sostiene a día de hoy, y veríamos cambios muy profundos en el ecosistema digital presente.