El escritorio de nuestro ordenador es lugar donde quedan almacenado los accesos directos y las carpetas más utilizadas en nuestro día a día. Cuando empezamos a ejecutar varias aplicaciones a la vez y queremos volver al escritorio, muchos usuarios optan por minimizar una a una cada aplicación, algo que puede ser un engorro en el momento que tengamos demasiadas aplicaciones en uso. Por ello, hoy os vamos a mostrar todas las formas que tenemos para mostrar el escritorio en Windows.
De hecho, debemos tener muy presente que nos encontramos ante uno de los elementos más importantes y utilizados de todo el sistema operativo. En un principio nos podría parecer un tanto intrascendente, pero no olvidemos que desde el escritorio es desde donde partimos hacia el resto de las funciones y aplicaciones de Windows. Además, aquí es donde anclamos los iconos y accesos directos que más usamos en el día a día. Nos referimos a todo tipo de documentos, aplicaciones, accesos a funciones, carpetas, etc.
De ahí que poder mejorar la forma en la que nos situamos en este elemento en concreto, nos puede resultar muy útil en el futuro. Aunque casi lo hacemos de manera automática, si lo pensamos fríamente accedemos al escritorio decenas de veces en una misma sesión con el sistema operativo de los de Redmond.
Métodos rápidos para ver el Escritorio de Windows
Hay que decir que solemos llevar a cabo este movimiento por multitud de razones. Ya sea para acceder de manera directa a alguno de los elementos que aquí tenemos anclados. Para crear nuevos accesos directos tanto documentos como a programas, o sencillamente para acceder a la configuración de la pantalla del PC. Sea como sea, en la mayoría de los casos va a ser importante que memoricemos la manera más rápida, al menos para nosotros y nuestras costumbres, de llegar al escritorio de Windows. Vamos a empezar por uno de los métodos más habituales como es minimizar todos los programas que tenemos a la vista.
Para minimizar todas las aplicaciones abiertas y llegar a mostrar el Escritorio de Windows disponemos de varias opciones como las que os mostraremos aquí:
Crear un acceso directo al escritorio
Los que fueron usuarios del mítico Windows XP recordarán existía un icono de Escritorio con la que podíamos acceder a él de forma rápida. Para recuperarlo, debemos crear un nuevo acceso directo, y en la ruta debemos agregar:
%windir%/explorer.exe shell:::{3080F90D-D7AD-11D9-BD98-0000947B0257}
Lo nombraremos como Mostrar escritorio y cambiaremos su icono para mostrar el original de XP. Una vez terminado lo arrastramos a la Barra de tareas y lo fijamos. De esta forma, cada vez que hagamos clic en él se mostrará el Escritorio.
Lo más recomendable en este caso, tal y como os comentamos, es añadir este nuevo acceso directo a la barra de tareas del sistema. Y es que aquí es precisamente donde también solemos anclar iconos que nos permite abrir directamente los programas que más usamos.
Usar un atajo de teclado
El propio Windows nos presenta de manera predeterminada, una buena cantidad de atajos de teclado que nos dan la posibilidad de ejecutar múltiples funciones. No hace falta que los memoricemos todos, pero sí al menos algunos de los más habituales como es el que nos ocupa en estas líneas. De esta manera no tendremos más que pulsar un par de teclas de modo simultáneo para encontrarnos al instante en el deseado escritorio del sistema.
Si queremos minimizar todos los programas abiertos y volver al Escritorio de la forma más rápida y sencilla, la mejor opción pasa por usar su atajo de teclado correspondiente. En este caso deberemos de presionar «Win + D». Su único inconveniente es que deberemos posteriormente ir abriendo todas las ventanas una por una o bien volver realizar la misma combinación de teclas para volver a las aplicaciones que teníamos abiertas en primer plano antes de realizar esta acción.
Otro atajo de teclado que también podemos utilizar para acceder al escritorio es la tecla Win + flecha hacia abajo. Este atajo minimiza la aplicación en segundo plano si se encuentra abierto en ventana. Si está a pantalla completa, debemos realizar este proceso dos veces seguidas. Para volver a mostrar la aplicación en una ventana o pantalla completa, la combinación de teclas a utilizar es Win + flecha hacia arriba.
También podemos utilizar el atajo Win + M. Al pulsar esta combinación de teclas, todas las aplicaciones que tengamos abiertas se minimizarán en la barra de tareas para mostrar el escritorio. La principal diferencia con el atajo Win + D es que, si volvemos a pulsar esta combinación de teclas, no vamos a poder revertir el cambio como si sucede con el atajo Win +D.
Usar el boton esconcido del escritorio
Si cogemos el ratón de nuestro ordenador y movemos el cursor hacia el extremo derecho de nuestra pantalla, veremos que hay una delgada línea vertical en la Barra de tareas y hacemos clic con el botón derecho. Ahora nos aparecerá una ventana con las opciones de Mostrar Escritorio, pulsando ahí desaparecerán las ventanas.
También vamos a poder activar, o desactivar, la opción de echar un Vistazo al Escritorio. Esta nos permite mostrar el escritorio con solo colocar el ratón sobre este recuadro, sin hacer clic.
Sin embargo, debemos tener presente que esta función de echar un vistazo al escritorio viene desactivada de forma predeterminada en Windows, y la razón es bastante sencilla. Tendemos a mover el ratón por toda la pantalla cuando estamos trabajando con todo tipo de aplicaciones para así situarnos donde necesitamos o acceder a las diferentes funciones del programa. En multitud de ocasiones y sin darnos cuenta pasamos el puntero por esa zona en concreto situada en la parte derecha de la barra de tareas de Windows.
Eso quiere decir que sin darnos cuenta la ventana de trabajo desaparecerá para mostrarnos el escritorio automáticamente. En multitud de ocasiones nos daremos cuenta de que esto es una auténtica molestia y es preferible dejarla desactivada y hacer un simple clic de ratón sobre ese recuadro para ver el escritorio cuando realmente lo necesitemos.
Recuperar el escritorio clásico en Windows
Si nos gustaba el escritorio clásico de Windows 7 con los iconos de Red, la Papelera de reciclaje y Mi PC, es posible volver a usarlo, mediante la habilitación del Escritorio clásico. Para ello deberemos abrir el menú de Configuración de Windows pulsando el atajo de teclado Windows + I y vamos al apartado de Personalización. Aquí debemos seleccionar el apartado de Temas. Ahora debemos hacer clic en la Configuración de iconos del Escritorio. Aquí debes seleccionar los iconos que queremos recuperar y hacemos clic en el botón de Aplicar.
Agita una ventana
Windows 10 y Windows 11 tienen una función que nos permite minimizar todas las ventanas haciendo un movimiento brusco de ratón. Este truco es muy útil sobre todo cuando tenemos muchas ventanas abiertas a la vez y queremos dejar solo una, y que de fondo aparezca el escritorio.
Para ello, lo único que debemos hacer es clic sobre la barra superior de la ventana, y agitar el ratón con varios movimientos rápidos de un lado a otro. Automáticamente todas las ventanas abiertas se minimizarán, y nos quedaremos solo con la que estábamos agarrando. Ahora, solo nos queda minimizar esta ventana para poder ver el escritorio.
Movernos rápido entre aplicaciones
Otro truco al que podemos recurrir, si lo que queremos es cambiar de una aplicación a otra, es a los atajos de teclado. Por un lado, tenemos el clásico Alt + Tab. Este nos va a permitir ir cambiando de un programa a otro, de una ventana a otra, entre todo lo que tengamos abierto en nuestra sesión.
Además, también podemos usar el atajo Windows + Tab para abrir Timeline. La línea del tiempo de Windows nos va a permitir desplazarnos no solo por todos los programas que tengamos abiertos, sino también por todos los documentos y archivos que hayamos abierto recientemente.
Acceso directo con el ratón
Si tu ratón tiene múltiples botones (como los ratones gaming) es más que probable que te ofrezca opciones de personalización. En algunos casos el bóton que elijas del ratón puede hacer las veces de acceso directo al escritorio de Windows. Esta es una buena opción, pero va a depender tanto de la marca como del modelo del mouse, por lo que es una posiblidad algo más remota.
Problemas para mostrar el escritorio de Windows
A pesar de su importancia y extendido uso, al igual que sucede con la práctica totalidad de los elementos que componen Windows, el escritorio nos puede dar algunos problemas. En el caso que nos ocupa estos pueden estar relacionados con que no podamos acceder a este elemento con ninguno de los métodos descritos anteriormente. Es precisamente por esta misma razón por la que a continuación os hablaremos de algunas de las situaciones más comunes de este tipo como podéis solventarlas rápidamente.
No se puede ver el Escritorio
En caso de que no podamos ver el Escritorio ni la Barra de tareas, debemos reiniciar el Explorador de archivos. Para ello pulsaremos CTRL + MAYÚS + ESC para abrir el Administrador de tareas. A continuación, accedemos a la función de Ejecutar, escribimos explorer.exe y pulsaremos Aceptar.
Esto provocará que se reinicie el Explorador de archivos y restaura tanto la Barra de tareas como el Escritorio. Realizada la operación debería volver el Escritorio a la normalidad.
Falta el icono del Escritorio
En el caso de que podamos acceder a nuestro Escritorio y podamos ver el fondo de pantalla, pero no así los iconos deberemos recuperarlos. Para ello debemos hacer clic con el botón derecho en el Escritorio y en el menú contextual dentro del apartado de Ver seleccionaremos “Mostrar iconos del escritorio”.
Acceder al Escritorio en modo tablet
Si usamos el Modo tablet en nuestro ordenador, el menú de Inicio se expande y oculta el Escritorio en la parte posterior, no siendo posible desactivarlo en este modo. De esta forma, si queremos acceder al Escritorio, podemos crear un icono Mostrar escritorio en la barra de tareas, como hemos visto anteriormente, o bien podemos optar por abrir el Explorador de archivos para luego acceder a la carpeta de Escritorio.
El escritorio no tiene iconos
Puede ocurrir que, al mostrar el escritorio del PC, nos encontremos con que este, por alguna razón, nos aparece sin iconos. Es decir, solo vemos el fondo. Es raro, pero puede ocurrir por diferentes motivos. Generalmente, si se trata de un error en el proceso de explorer.exe, podemos solucionarlo reiniciando el proceso.
También es posible que se haya cambiado la opción de Windows que nos permite ver los iconos que hay en el escritorio. Esta opción es útil para aquellos que tienen muchos iconos en la pantalla y necesitan, por alguna razón, librarse temporalmente de ellos. Pero, si no conocemos la opción, nos puede llevar a confusión. Simplemente debemos hacer clic con el botón derecho sobre el escritorio, y elegir la opción de «Mostrar iconos del escritorio» dentro del apartado «ver».
Automáticamente podremos ver de nuevo todos los iconos que teníamos en la pantalla y seguir trabajando con el PC.
Por último, ¿seguro que los iconos no se han eliminado? Hay iconos que no pueden desaparecer así como así, como el de «Mi equipo», o «Papelera de reciclaje». Si estos iconos aparecen, pero los demás no, es posible que se hayan borrado por alguna razón. Debemos buscarlos en la papelera, o en otro directorio (por si se han movido sin querer) para restaurarlos.
El escritorio no carga al iniciar sesión
Si el escritorio no carga cuando incias sesión puede que el problema sea mayor. Hablamos de archivos dañados o incluso malware en el peor de los casos. La solución temporal que puede funcionar es reiniciar el Explorador de archivos. Para ello, abre el Administrador de tareas con la combinación de teclas Ctrl + Shift + Esc, busca el proceso llamado Explorador de Windows, haz clic derecho sobre él y selecciona «Finalizar tarea». Luego, ve al menú «Archivo» en el Administrador de tareas, selecciona «Ejecutar nueva tarea», escribe explorer.exe y pulsa Enter.
Si el escritorio carga muy lento
Pulsas el acceso directo pero los iconos no cargan o cargan enormemente lentos. En este caso lo mejor es chequear los programas que están en segundo plano, ya que es posible que alguno se esté comiendo demasiados recursos. Entra de nuevo en el administrador de tareas y desactiva todos los programas que no sean necesarios. También puedes eliminarlos al cargar Windows desde la pantalla Inicio, lo que hará más ligera la carga del escritorio.
Los iconos del escritorio se mueven
Si cuando accedes al escritorio las cosas no están como las habías dejado no es culpa del acceso directo. Lo más normal es que sea un problema en las opciones de organización de los iconos. Pulsa el botón derecho del ratón en un espacio libre del escritorio. Ahora debes fijarte en que la función «Organizar automáticamente los iconos» esté desactivada. De esta forma el sistema no reorganizará los iconos descolocando el escritorio.