Windows 11 ha cumplido ya más de un año. Y, tal como estaba planeado, ya ha llegado la primera gran actualización de este sistema operativo, la 22H2, o versión de 2022. Esta versión prometía a los usuarios introducir muchas funciones y novedades que no pudieron llegar de lanzamiento, además de mejorar notablemente el rendimiento general del PC, tanto al jugar como al trabajar con él. Y sí, ha habido cambios en torno al rendimiento del sistema operativo, aunque no como esperábamos.
Desde las últimas versiones de prueba de este nuevo Windows, los usuarios se han quejado de series problemas de rendimiento a la hora de jugar o hacer uso de algunas aplicaciones concretas, como, por ejemplo, software de renderizado. Microsoft siempre ha dado largas al respecto, siguiendo un poco la corriente por encima a los usuarios que se quejaban, y echando la culpa a algunas funciones del sistema como el aislamiento del núcleo.
Sin embargo, finalmente Microsoft ha sido capaz de admitir los problemas. Y, desde hoy, ya es oficial: Windows 11 tiene serios problemas de rendimiento. La buena noticia es que, al haberlo admitido, y estar en la lista de problemas reconocidos, pronto veremos una solución.
Windows 11 tiene un rendimiento por debajo del esperado
Tal como ha añadido Microsoft en la página de salud de la última versión de Windows 11, desde hace apenas unas horas, es oficial que Windows 11 tiene un rendimiento por debajo del esperado, tanto en juegos como al usar algunas aplicaciones.
Estos problemas de rendimiento se deben, en un principio, a un problema relacionado con la tarjeta gráfica del PC, haciendo que el sistema no sea capaz de aprovechar el 100% de su potencial. Esto hace que tengamos menos FPS de los que teníamos antes de actualizar, y que experimentemos saltos al jugar.
Microsoft recomienda que, si hemos instalado ya la nueva versión de Windows 11, y estamos experimentando problemas, probemos con varias cosas. La principal es actualizar los clientes de juego, así como los juegos y demás software gaming relacionado, todo a las últimas versiones. Además, igualmente, recomendamos desactivar las funciones de virtualización de Windows y el Aislamiento del núcleo de Windows Defender que, tal como hemos comentado otras veces, tiene un impacto muy negativo sobre el rendimiento de los juegos.
Otras recomendaciones que podemos tener en cuenta para poder aprovechar mejor el rendimiento del PC al jugar son:
- Actualizar los drivers de la gráfica, NVIDIA o AMD, a sus últimas versiones.
- Cerrar todo el software no necesario cuando vamos a jugar.
- Bajar la calidad de los gráficos para que el juego vaya menos cargado.
- Activar el modo de energía «alto rendimiento» de Windows.
Una solución en camino
Microsoft ha confirmado que ya está trabajando en una solución, y que esta llegará pronto. Mientras tanto, recomienda a los usuarios no actualizar a Windows 11 22H2 manualmente, ni forzando la actualización ni usando el asistente ni la herramienta de creación de medios. Esto quiere decir que, probablemente, el despliegue de la versión de 2022 de Windows 11, que ya de por sí era lento, ahora se ralentizará mucho más.
Cuando la solución esté disponible, llegará a todos los usuarios en forma de actualización. Y, entonces, ya podremos volver a jugar sin problemas.