Los ordenadores actuales cada vez están más capacitados para ejecutar las aplicaciones y juegos más exigentes, aunque dependen mucho de sus componentes hardware. Esto es algo que influye de forma directa en el coste del equipo, algo que debemos tener en cuenta a la hora de adaptar el PC a nuestras necesidades. Así evitamos problemas de ejecución relacionados con el procesador o la memoria RAM.
Por mucho que invirtamos en nuestro equipo, como es normal, con el tiempo se va quedando anticuado. Siempre tenemos la posibilidad de actualizar o renovar ciertos componentes hardware para así aumentar su tiempo de vida general. Algo similar sucede con el software que utilizamos en el mismo, ya que en muchos casos cada vez es más potente y exigente. Y es que no hay nada más frustrante que tener problemas de rendimiento en determinados componentes software, ya sea a la hora de trabajar o en nuestros momentos de ocio.
Esto es algo que se hace extensible tanto a las aplicaciones que usamos en el equipo, como a los juegos. En determinadas ocasiones y con ciertos títulos nos podemos encontrar con que su ejecución no se lleva a cabo con la fluidez deseada. Nos podemos encontrar con cortes y bloqueos que se pueden convertir en un serio problema. Buena parte de todo ello viene dada por la memoria RAM de la que dispongamos.
Por tanto, si os encontráis con este tipo de inconvenientes a la hora de ejecutar programas exigentes o juegos de alta calidad, os vamos a mostrar cómo solucionarlo. Para solventar estos inconvenientes vamos a hacer uso de la denominada como VRAM que quizás no todos conozcáis.
Aumenta el uso de la memoria VRAM
Para que os hagáis una idea más aproximada de todo ello, cuando nos referimos a la mencionada VRAM, hablamos de la memoria RAM de vídeo que forma parte de nuestra gráfica. El uso de este componente es mucho más rápido a la hora de ejecutar determinados trabajos gráficos, algo por ejemplo habitual en los juegos. Igualmente se hace extensible a determinados programas de edición de contenidos multimedia o tratamiento 3D.
Con el fin de echar un vistazo a la memoria de este tipo, VRAM, disponible, podemos hacerlo a través de la aplicación de Configuración de Windows. Nos situamos en el apartado llamado Sistema y pinchamos en el enlace Mostrar propiedades de adaptador.
Con todo esto lo que os queremos decir realmente es que, para evitar estos problemas de rendimiento en la ejecución de determinados programas y juegos, podemos aumentar el uso de la mencionada VRAM. Esto es algo que en la mayoría de las ocasiones podemos hacer a través de la BIOS de nuestro ordenador. Si nos encontramos con estos problemas de rendimiento, tendremos que reiniciar el equipo y arrancar la BIOS antes de que este se ponga en marcha y cargue el sistema operativo.
Nos podemos encontrar con multitud de elementos de este tipo diferentes, pero generalmente lo que nos interesa en este caso se encuentra en el apartado Funciones avanzadas / Funciones avanzadas de chipset. Aquí tendremos que localizar una sección dedicada a los gráficos donde ya podremos establecer la cantidad predeterminada de VRAM a usar. No tenemos más que aumentar el valor por defecto que viene establecido, lo que probablemente arreglará los problemas de rendimiento comentados.
Ayudará, pero no hace milagros
Gracias a este truco, «sacrificamos» un poco de memoria RAM para convertirla en memoria gráfica siempre que nuestro ordenador tenga una tarjeta integrada y memoria compartida (común en los portátiles). Sin embargo, no esperemos una mejora asombrosa, ya que la potencia del ordenador seguirá siendo la misma. Simplemente nos puede ayudar a que los juegos alojen más recursos en la memoria y puedan funcionar más fluidos.
Y, además, hay que tener en cuenta que la memoria asignada a la VRAM no se podrá usar como RAM, por lo que debemos asegurarnos de tener suficiente para que el PC funcione bien.
Otros pasos a seguir para no tener problemas con la RAM
Con todo y con ello este no es el único método qué tenemos al alcance de la mano para evitar tener problemas con la memoria RAM al jugar en nuestro PC con Windows. También podemos echar mano del denominado como Modo juego que igualmente nos ofrece este sistema operativo. Al activarlo desde la aplicación de Configuración, el propio sistema reserva todos los recursos disponibles para que podamos ejecutar y usar estos contenidos de la manera más fluida.
Además, nosotros mismos a mano también deberíamos cerrar todos los programas que no vamos a utilizar en ese instante durante la partida para liberar recursos como la mencionada memoria RAM. Igualmente tenemos la posibilidad de rebajar la resolución con la que vamos a ejecutar ese juego desde el propio título y así evitar saltos y cortes durante las partidas.
Al mismo tiempo es importante que configuremos debidamente el juego en base al hardware que tiene disponible en nuestro ordenador. No es lo mismo disponer de un PC de última generación con una gráfica potente para mover grandes resoluciones, que tener de un equipo antiguo o un tanto limitado. Por tanto además de las medidas que os hemos mostrado para ahorrar memoria RAM al ejecutar estos contenidos, también deberíamos configurar el juego debidamente.
Con esto lo que os queremos decir es que la mayoría de los títulos actuales nos permiten modificar ciertos parámetros a la alta o a la baja, para que la exigencia del videojuego esté acorde a las prestaciones del ordenador. Por ejemplo podemos bajar la resolución por defecto, la calidad de visualización o desactivar determinados efectos avanzados.