Con el sano objetivo de mejorar el sistema operativo para equipos de sobremesa más usado del mundo, Windows 10, Microsoft no para de enviar parches. Estos añaden tanto correcciones, de seguridad o no, y mejoras al software.
De hecho, todas las actualizaciones de todo y parches que los de Redmond envían a nuestros equipos de forma casi constante, son uno de los pilares de Windows 10. Con todo ello lo que logran es que su sistema esté al día en todos los sentidos, dentro de lo que cabe. Esto se extiende tanto al apartado de la seguridad, como de la funcionalidad. Al mismo tiempo hacen llegar a sus cerca de 1000 millones de equipos, las más recientes novedades desarrolladas.
Las actualizaciones de Windows son importantes, pero no infalibles
Sin embargo, al mismo tiempo que se podrían considerar como uno de los bastiones del sistema operativo, no todo el positivo aquí. Decimos esto porque al mismo tiempo estas actualizaciones se han convertido en uno de los grandes problemas para Microsoft. Esto se debe en gran medida a los constantes problemas que algunos usuarios reportan tras instalar algunos de estos lanzamientos.
Es por ello que a estas alturas muchos usuarios, tras un lanzamiento de estos, prefieren esperar un tiempo antes de instalar. Con esto logran que se corrijan lo posibles errores que contienen esas actualizaciones o esos parches, antes de que lleguen a sus equipos. Sin embargo, a pesar de todo ello, la firma de Redmond continúa recomendando su actualización lo antes posible.
Cada uno es libre de hacer en su ordenador y sistema operativo lo que más le interese, pero existen varios motivos por los que deberíamos instalar todo esto cuanto antes. A continuación os vamos a exponer algunos de los más importantes en este sentido.
Razones por las que actualizar Windows cuanto antes
Ya se trate de parche de seguridad, actualizaciones de características, o acumulativas, como os comentamos lo preferible es instalarlas lo antes posible en el equipo. Cierto es que muchas de estas suelen dar un error, pero eso sucede a usuarios puntuales con ciertas configuraciones. Lo cierto es que la mayoría de los equipos las reciben e instalan sin problemas, excepto en casos puntuales.
Además estas en ocasiones contienen importantes parches de seguridad para vulnerabilidades actuales, descubiertas pocos días u horas atrás. Teniendo en cuenta todo lo que contiene de importancia nuestro equipo, lo mejor es que esté lo más protegido posible. Esto es algo que intentan en todos los sentidos los de Redmond, a pesar de los fallos que a veces ofrecen estos lanzamientos de los que os hablamos. A todo esto le debemos sumar las correcciones de errores que aquí se añaden, muchas veces de importancia para determinadas funcionalidades.
Con todo y con ello, la propia función de Windows Update ya presenta opciones de retraso para los envíos de actualizaciones para un determinado espacio de tiempo. Por tanto, como os decíamos, cada usuario es libre de hacer lo que más le interese en su PC.
Es más, para terminar diremos que en lo que se refiere a las grandes actualizaciones de características, es la misma Microsoft la que bloque la llegada de estas a equipos que potencialmente podrían presentar problemas.