5 motivos por los que he cambiado de Windows a Linux y no me arrepiento

5 motivos por los que he cambiado de Windows a Linux y no me arrepiento

Ignacio Sala

Conforme Windows ha evolucionado, el número de funciones y prestaciones que se han incluido siempre han ido asociadas a un hardware más moderno, generalmente en beneficio de la seguridad, como el chip TPM y el arranque seguro, dos requisitos relacionados con la seguridad de los datos de nuestro equipo para poder instalar Windows 11 y futuras versiones. Si bien es cierto que podemos saltarnos los requisitos Windows 11, al hacerlo, perdemos prestaciones por el camino, un problema que no nos vamos a encontrar en Linux.

Después de llevar 30 años utilizando Windows como sistema operativo en el día a día, y, después de darle muchas vueltas, al final he decidido que ha llegado el momento de dar el cambio y adoptar Linux como sistema operativo para el día a día. Los motivos que me han llevado a hacer el cambio son los siguientes:

  • Requisitos mínimos. En el mercado podemos encontrar un gran número de distribuciones Linux diseñadas para funcionar en prácticamente, cualquier equipo, por antiguo que sea. Tanto si tenemos un equipo de última generación como si hemos decidido volver a darle una nueva vieja a nuestro viejo portátil u ordenador, en Internet vamos a encontrar una distribución que nos permitirá volver a darle una segunda vida
  • Aplicaciones gratuitas para todo. Photoshop y Office son dos de las aplicaciones más utilizadas en todo el mundo dentro de Windows y macOS, aplicaciones que, lamentablemente, no están disponibles para Linux. Sin embargo, a no ser que dependamos en exceso de los servicios que nos ofrecen, podemos utilizar LibreOffice para crear cualquier tipo de documento y GIMP para editar cualquier fotografía.

filtros gimp

  • Es gratis. Con el lanzamiento de Windows 10, Microsoft convirtió su sistema operativo en gratuito para todos los usuarios que tuvieran una licencia válida de Windows 7 o Windows 8. Con el lanzamiento de Windows 11, la compañía con sede en Redmond ha seguido la misma política. Sin embargo, esa licencia es intransferible al estar asociada al hardware de la máquina donde los hemos instalado por primera vez, obligando al usuario a comprar una nueva licencia si quiere instalarlo en otro equipo, licencias que no son precisamente baratas. Todas las distribuciones Linux disponibles en el mercado son completamente gratuitas y no están asociadas a ningún hardware concreto, por lo que podemos este sistema operativo sin ningún tipo de limitación en cualquier equipo.
  • Más seguro. Windows es un sistema operativo muy seguro y nada tiene que enviar a Linux y macOS. Sin embargo, al ser el sistema operativo con mayor cuota de mercado en todo el mundo, los amigos de lo ajeno centrar sus esfuerzos en crear software malicioso para este sistema operativo, por lo que el número de posibilidades de que nuestro equipo acabe infectado es muy elevado que si utilizamos Linux o macOS.
  • Personalizable. Cada una de las diferentes distribuciones Linux que podemos descargar, incluye un diseño de escritorio diferente. Sin embargo, podemos descargar e instalar otros escritorios para mejorar nuestra experiencia. Además, también podemos personalizar la estética y funcionamiento de una forma muy sencilla.

Arch Linux con escritorio

¿Volverá a Windows? Quizá en el futuro

Linux ha evolucionado muchísimo en estos últimos años y en la actualidad no es necesario interactuar con la línea de comandos para realizar cualquier acción en el sistema operativo. La interfaz gráfica de la mayoría de las distribuciones Linux, nos permiten realizar cualquier acción y/o modificación en el sistema a través de la interfaz gráfica, sin que sea necesario hacer uso de comandos que muy pocos usuarios conocen, especialmente si no tienen conocimientos de este sistema operativo.

Sin embargo, seguro que acabo echando de menos muchas cosas del sistema de Microsoft. Por ejemplo, lo primero que ya he echado en falta ha sido Photoshop. Es cierto que tenemos GIMP en Linux, pero es un quiero y no puedo, un editor que, por muchos defensores que tenga, deja mucho que desear. Lo mismo ocurre con otros programas de edición profesionales, como Adobe Premiere.

También he echado en falta Microsoft Office, ya que LibreOffice sigue arrastrando los mismos problemas que siempre: una interfaz fea y anticuada e incompatibilidad con DOCX.

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