Los apuros económicos es algo que está más extendido entre multitud de familias en nuestro país, de lo que nos gustaría. Muchos, en lugar de acudir a las entidades bancarias como se viene haciendo durante décadas, prefieren pedir un préstamo a un familiar.
Lo cierto es que la economía en estos momentos no está para demasiados excesos, incluso teniendo trabajo muchos tienen dificultades para llegar a final de mes. Eso por no hablar de los posibles imprevistos y gastos económicos que nos pueden aparecer de forma repentina y a los que no podemos hacer frente. Esto es algo que se viene llevando a cabo desde hace mucho tiempo, pero que actualmente deberíamos formalizar de algún modo.
Seguro que en multitud de ocasiones algunos de vosotros habéis pedido un préstamo a algún familiar o amigo y lo habéis formalizado a viva voz. Sin embargo, vivimos unos tiempos en los que siempre es mejor tener un papel por delante para así evitar problemas de todo tipo. De esta manera evitamos que en el futuro alguna de las dos partes rompa el acuerdo, por mucha confianza que se tenga, con los problemas que todo esto puede acarrear.
En realidad, de lo que os hablamos es de rellenar un formulario o contrato previo si vamos a pedir prestado o prestar dinero a un familiar o amigo. A pesar de que haya mucha confianza, o precisamente por ello, si el acuerdo está en un papel y firmado, mejor que mejor. Tanto el cobrador como el pagador en la mayoría de las ocasiones se sentirán más tranquilos y ambos se aseguran cumplir las condiciones estipuladas previamente.
Y es que con la llegada de plataformas y servicios online tales como Bizum o los bancos virtuales, los préstamos digitales que hacemos a amigos y familiares se han convertido en algo más habitual que nunca. Lo cierto es que la mayoría de las ocasiones, más si entre ambas partes hay la debida confianza, no aparecerá problema alguno. Sin embargo en ocasiones debemos intentar cubrirnos las espaldas más que nada por si acaso, porque siempre que hay dinero de por medio, las cosas se pueden complicar mucho. De ahí que ahora os vamos a mostrar una manera de formalizar dicho préstamo y que nos podrá ahorrar disgustos en el futuro.
Cómo formalizar un préstamo entre familiares
Básicamente lo que queremos decir con todo esto es que antes de realizar un préstamo, aunque sea a un familiar o amigo, rellenemos el contrato que os mostraremos a continuación. Así, con el fin de formalizar un préstamo con un familiar, lo mejor es que redactemos un contrato de préstamo a través de un documento privado entre las dos partes. Aunque podemos hacerlo, tampoco es necesario que acudamos a un notario que nos va a cobrar un dinero por formalizar esto.
En un principio se supone que nunca tendremos que hacer uso de este contrato, pero por si acaso, siempre debería incluir la fecha, lugar e intereses referentes al préstamo. Es probable que en la mayoría de las ocasiones este préstamo entre familiares se lleve a cabo sin ningún interés de por medio. Por tanto, a continuación, os vamos a mostrar un contrato que podéis descargar tanto en formato PDF como en forma de documento de Word, donde podéis establecer todos estos datos que os comentamos.
Ambos modelos los podemos descargar desde esta página web, donde tendremos que rellenar el formulario con todos sus correspondientes datos y firmarlo. Como os comentamos antes, este es un modelo que nos permite establecer un cierto porcentaje de intereses, o sencillamente dejarlo a cero. También podremos estipular el plazo de tiempo para la devolución. Una vez hayamos completado los datos solicitados, ya sea en formato digital o en papel, cada una de las partes debería guardar una copia firmada de este contrato.
Además, no debemos olvidarnos de entregar el documento firmado, por ambas partes, en el edificio de la Delegación Territorial (concretamente, en Hacienda) de nuestra comunidad autónoma. Allí nos lo tienen que registrar, sellar (es un trámite totalmente gratuito) y listo. De esta manera, Hacienda no pedirá cuentas cuando vea la transferencia de dinero, no nos acusará de donación encubierta ni nos tocará pagar ningún impuesto por el préstamo del dinero.
Este documento también nos cubrirá las espaldas en caso de que Hacienda nos llame la atención al devolver el dinero (o parte de él). Incluso, si en el futuro tenemos problemas en la devolución del préstamo, dispondremos de este documento para llevar a cabo los pertinentes procesos judiciales.