Crear una cuenta de usuario en una nueva web o servicio requiere de un cierto tiempo. Muchas páginas suelen agregar una función que permite iniciar sesión utilizando Google, Facebook, Apple o Twitter (ahora ‘X’). Este mecanismo ahorra tiempo y ofrece una enorme comodidad, pero, te vamos a explicar por qué no deberías iniciar sesión mediante este sistema.
La función de inicio sesión único (SSO, por sus siglas en inglés) elimina la necesidad de crear una cuenta de usuario en un nuevo servicio que suele llevar tiempo. Además, elimina la necesidad de recordar un nuevo usuario y contraseña.
Al mismo tiempo, este mecanismo le da permiso a la nueva plataforma, no solo verificar nuestra identidad, también comparte información específica. Utilizar el sistema SSO supone generar un token espacial que actúa como una clave digital que permite tener acceso sin necesidad de ingresar nuestros datos. Pero, al mismo tiempo, conlleva una serie de desventajas de las que, normalmente, no se tiene constancia.
Por qué no deberías usar un sistema de inicio de sesión único
El primero de los motivos es que puede existir una interrupción del servicio y, por consiguiente, no podremos acceder. No es raro que Facebook o Twitter tengan problemas de servicio durante muchas horas.
Si utilizamos estas redes sociales para iniciar sesión, ante la falta de servicio, no podríamos acceder al portal como esperábamos. Obviamente, la situación anterior es un fastidio, pero, al mismo tiempo, es un proceso temporal.
Para un alto grado de privacidad, utilizar un mecanismo SSO es una muy mala idea. El motivo es que el servicio al que accedemos con este sistema puede acceder a los datos de Google, Facebook o cualquier otro sistema que hayamos utilizado para el login.
Los datos que se pueden compartir son enormes. Van desde nuestro nombre, dirección de correo electrónico, listas de amigos o geolocalización. Toda esta información puede ser sin nuestro consentimiento, ya que se obliga a dar estos datos para poder utilizar el inicio de sesión único.
Otro aspecto importante es que la seguridad en todo momento depende directamente de las cuentas que utilizamos para el SSO. Si nuestras cuentas se ven comprometidas, por consiguiente, se puede ver comprometida cualquier cuenta vinculada.
Utilizar este login único es tan peligroso como usar la misma contraseña en todos los servicios. Si se compromete, un atacante malicioso podría acceder al resto de servicios sencillamente.
Adicionalmente, Google, Twitter o Facebook, puede recopilar información de webs y aplicaciones de terceros mediante el sistema de inicio de sesión único. Gracias a esta tecnología podrían recopilar datos como las páginas que frecuentamos, contenido que vemos o acciones que se realizan.
Gracias a estos datos pueden crear perfiles detallados sobre nuestros intereses, preferencias y datos demográficos. Normalmente, se recopilan datos como edad, sexo, localización, aficiones y hábitos de compra. Un conjunto de datos altamente valioso que pueden vender a terceras empresas con fines comerciales.
Como último aspecto, utilizar este mecanismo supone una gran limitación en cuanto a personalización de perfil. La información se sincroniza con la cuenta usada para el inicio de sesión, estableciendo así datos como nombre de usuario, foto de perfil y otros datos. Algo que puede ser molesto si quieres agregar datos de manera manual y hacer una cuenta más personalizada.