Además de todo el hardware que forma parte de nuestro ordenador, el software que instalamos en el mismo debe ser tenido muy en cuenta. Hoy día hay determinados tipos de programas que no pueden faltar como es un navegador web, un reproductor multimedia, programa ofimático un buen antivirus.
Hemos dejado este para el final porque es precisamente del que os queremos hablar en estas mismas líneas. Partiendo de la base de que la seguridad cada vez tiene una mayor importancia en los dispositivos que usamos, disponer de un antivirus es algo fundamental. Este nos servirá para proteger todo aquello que tenemos almacenado en las unidades de disco de nuestro PC. Al mismo tiempo hace las veces de filtro ahora descargar nuevos contenidos de internet, por ejemplo.
Debido a su enorme importancia, los desarrolladores de este tipo de programas en concreto no han parado de mejorar la funcionalidad de estos con el paso de los años. Y es que ya no solo encontramos un antivirus como tal en la mayoría de los casos, sino que hablamos de completas soluciones repletas de funciones y herramientas de protección. Cierto es que en ciertas ocasiones algunas de estas nos pueden resultar inútiles, pero ahí están. De igual modo otras de estas funciones integradas en el antivirus nos permitirán evitar la instalación y uso de otros programas adicionales.
Sea como sea, hay algunas características que se podrían considerar como básicas y que no pueden faltar bajo ningún concepto en cualquier antivirus que se precie. Al margen de todo esto ya estarán las funciones adicionales, pero hay algunos puntos clave que debemos exigir a cualquier solución de este tipo
Funciones que debes exigir a tu antivirus
Por supuesto uno de los puntos clave a la hora de elegir un antivirus u otro, son los análisis que lleva a cabo por sí solo. De hecho, lo más habitual en este caso es que tengamos diversas opciones entre las que elegir dependiendo del tipo de escaneo que deseamos llevar a cabo. Este es un apartado que deberíamos poder personalizar para dar prioridad para análisis de contenidos o el tiempo empleado en el proceso.
Muchas veces no nos damos cuenta, pero muchos de los antivirus que instalamos en nuestro ordenador están en constante funcionamiento. A pesar de que esto consume ciertos recursos del PC, debería considerarse como otro aspecto básico. Y es que al estar funcionando en segundo plano el antivirus está en todo momento alerta por si recibimos un correo sospechoso, abrimos una memoria USB infectada, descargamos un programa con malware, etc.
Y hablando de recursos, otro de los apartados que debemos tener en consideración es que este software de seguridad no nos deje sin RAM y CPU. Hay algunas soluciones de este tipo que funcionando en segundo plano consumen demasiados recursos del equipo, lo que les hace en prácticamente inservibles. Con esto lo que os queremos decir es que debemos buscar un antivirus con lo necesario para nuestras necesidades. Pero al mismo tiempo debe hacer un consumo lo más bajo posible de estos recursos del equipo. Para terminar, os diremos que una solución de seguridad deja de serlo si no se actualiza de manera periódica.
Aquí no nos referimos al programa como tal, sino las constantes actualizaciones que debería recibir en la base de datos interna de cualquier antivirus. Esto capacita al programa para detectar los más recientes códigos maliciosos encontrados.