3 casos en los que puedes buscarte un problema si usas Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial es la tecnología que dará mucho que hablar en esta década. 2022 fue el año en el que las primeras inteligencias artificiales comenzaron a llegar al gran público a través de diferentes plataformas que nos permite crear imágenes en base a una descripción. Poco después llegó ChatGPT enfocado a la creación de contenido en formato texto. Ya se está trabajando para que esta tecnología también sea capaz de crear vídeos utilizando una descripción, que, al igual que en los casos anteriores, cuanto más completa sea, mejores resultados obtendremos.
Sin embargo, la Inteligencia Artificial no es la solución para todo. Lo primero que debemos tener claro es que no tienen consciencia propia, a pesar de que un ingeniero de Google manifestó lo contrario y por eso acabó despedido. Esta tecnología, que todavía se encuentra en pañales, pueden ser la solución en determinados casos, pero debemos tomarlos como una fuente de información que nunca se equivoca.
Información poco fiable
Mientras que ChatGTP únicamente es capaz de ofrecer información hasta 2021, la solución de Microsoft está conectada a Internet, por lo que siempre nos ofrece información actualizada al último minuto. Sin embargo, no siempre es capaz de analizar los datos correctamente, por lo que, ante preguntas complejas, puede ofrecer resultados poco o nada satisfactorios y mucho menos correctos.
Google se ha convertido desde hace muchos años en el doctor al que todo el mundo consulta cuando se encuentra mal. Los médicos están cansados de escuchar de sus pacientes «he visto en Google que puede ser». Con la Inteligencia Artificial de ChatGPT o Bing Chat, tenemos el mismo problema, ya que, la información que se ofrece es sesgada y no tiene en cuenta el historial de paciente, por lo que nunca será buena idea utilizarlo como nuestro doctor de cabecera ante cualquier dolencia que estemos padeciendo.
Es fácil de detectar
En Internet podemos encontrar un gran número de páginas web que nos permite comprobar si un texto ha sido escrito por una Inteligencia Artificial o ha salido del puño y letra de una persona real. Es importante tener claro este aspecto ya que utilizar este tipo de inteligencias para realizar trabajamos para la escuela, universidad o nuestro trabajo, puede suponer un suspenso o que directamente nos pongan de patitas en la calle. Si se trata de imágenes, todavía es más fácil, especialmente cuando se muestran manos, ya que estas no se acaban de llevar bien, por un motivo que nadie conoce, con el número de dedos que tenemos los humanos en cada mano.
El sesgo
Todas las inteligencias artificiales se entrenan en base a una gran cantidad de datos, datos que, dependiendo de donde procedan, pueden orientar la IA hacia una determinada religión, identidad de género, ideología política y demás, que afectan a su capacidad para generar respuestas adecuadas en cualquier tipo de pregunta, provocando, sin querer, situaciones donde se discrimina a determinados colectivos.
Conforme vaya avanzando esta tecnología, el sesgo que actualmente tienen todas las inteligencias artificiales se irá reduciendo, pero en la actualidad si buscamos imparcialidad total, no la vamos a encontrar en este campo, por lo que no es una buena idea si queremos obtener determinados tipos de datos especialmente sin saber de dónde obtiene la información, aunque la solución de Microsoft si ofrece enlaces a las fuentes que utiliza, pero, volviendo a al primer punto de este artículo, no siempre interpreta correctamente todos los datos.