A pesar de su extendido uso, los navegadores web también reciben importantes críticas y reclamaciones por parte de sus usuarios. Quizá uno de esos puntos más negativos sea el alto consumo de recursos que por regla general hacen de nuestros equipos. Esto es algo que por supuesto se hace extensible al más popular y usado, Google Chrome.
Cierto es que hablamos de una serie de aplicaciones cada vez más completas, tanto a nivel funcional, como de interfaz y seguridad. De ahí que en ocasiones el consumo de CPU y memoria RAM se dispare. Pero también debemos tener presente que buena parte de la culpa la tenemos nosotros mismos por el uso que hacemos de este software.
Un claro ejemplo de todo ello lo encontramos en uno de los elementos más importantes a la vez que perjudiciales para el navegador. En concreto, nos referimos a las extensiones que instalamos y utilizamos de manera casi constante. Su utilidad está fuera de toda duda, ya que permiten a los usuarios ampliar la funcionalidad del programa de manera significativa.
Pero aunque esto no tenga coste alguno a nivel económico, sí que lo pagamos, por otro lado. En estos momentos tenemos a nuestra disposición más de 5000 extensiones para el mencionado Google Chrome. Además, una serie de pruebas realizadas recientemente han demostrado que estos complementos que añadimos al programa corre la general ralentizan su funcionamiento de forma ostensible.
De hecho, estas pruebas las han llevado a cabo desde la conocida web Debugbear donde analizaron el impacto en el rendimiento de las extensiones de Chrome de varias maneras. Aquí se incluyó el impacto en el uso de la CPU y el tiempo de carga de los sitios web. A partir de analizar miles de extensiones del navegador llegaron a varias conclusiones.
Así afectan las extensiones al funcionamiento de Chrome
Ya os hemos contado que tenemos a nuestra disposición miles de elementos para añadir a Chrome en estos momentos. Por lo que su funcionamiento varía mucho y, por tanto, la manera en la que perjudican al programa. Pero veamos algunas de sus conclusiones más importantes
- El 86% de las extensiones tienen un impacto mínimo en sitios web sencillos.
- Incluso en webs básicas, algunas de estas extensiones añadieron 500 ms o más al tiempo de procesamiento y carga de los sitios.
- El impacto puede ser acumulativo, son varias las extensiones las que pueden afectar negativamente de forma simultánea.
- En lo que se refiere a las webs complejas, este tiempo de procesamiento alcanzó los 2000 ms adicionales.
- Algunas de las más perjudiciales: Honey Automatic Coupons, Klarna Pay Later, Monica: Your AI Copilot, Popup Blocker, Dark Theme o Malwarebytes.
- Ralentizan más el tiempo de carga de la web si están diseñadas para ejecutarse cuando la página comienza a cargarse, en lugar de cuando el contenido ya está en pantalla.
- También pueden retrasar las interacciones con objetos después de que se haya cargado la web por completo.
- El 87% de las extensiones de Chrome utilizan menos de 10 megas de almacenamiento, mientras que el 2,2% utilizan más de 50 megas.
Para evitar este impacto negativo, deberíamos instalar y utilizar tan solo aquellas extensiones que realmente necesitemos. Además, si hay algunos títulos que tan usamos de manera puntual, podemos desactivarlas el resto del tiempo para que así no consuman recursos. Claramente, el abuso de este tipo de contenidos en nuestro navegador Chrome daña bastante la experiencia a la hora de movernos por Internet.