Preparar una oposición puede llegar a convertirse en los grandes desafíos vitales de una persona. Muchos estudiantes coinciden en que puede llegar a convertirse en una maratón interminable de temas, memorización, repasos y simulacros. Miles de aspirantes a funcionarios se enfrentan en nuestro país cada año a densos temarios plagados de leyes y procedimientos. Y nuestra fatiga mental puede ser una de las peores consecuencias de este estudio.
Existen varias técnicas de optimizar nuestro tiempo de estudio, pero una de las más conocidas es la técnica Pomodoro. Conocida internacionalmente por estudiantes y psicólogos, es uno de los métodos de estudio más eficaces para optimizar resultados, tiempo y minimizar al máximo los bloqueos mentales.
Desarrollada por Francesco Cirillo, la estrategia se basa en alternar sesiones intensas de estudio de 25 minutos con descansos cortos. Lo que nos permite mantener la atención en el estudio e ir asimilando los conocimientos poco a poco. Cada cuatro «pomodoros» (periodos intensos de 25 minutos), nos tomamos un descanso más largo. De esta manera, prevenimos la saturación mental. Este tipo de técnicas es perfecta para leyes como Derecho Penal, y puede ser el impulso necesario para adquirir los conocimientos tan masivos a que se ven expuestos los opositores.
En qué consiste la técnica Pomodoro
El método Pomodoro es una técnica psicológica que transforma nuestras maratonianas sesiones de estudio en intervalos de esfuerzo cortos de 25 minutos. A este intervalo, llamado «Pomodoro», le siguen pausas de 5 minutos. Cada cuatro ciclos de «Pomodoro», se realiza un descanso más largo, de 15-30 minutos.
De esta manera, ayudamos a combatir nuestra procrastinación, facilitar la memorización y evita la fatiga mental de sesiones eternas. De cara al opositor, facilita la adquisición de conocimientos frente a temas con centenares de apartados a memorizar. Por ejemplo, es muy útil a la hora de memorizar la Constitución, el Código Penal o la Ley de Enjuiciamiento Criminal. A la hora de limitar el estudio por bloques, resulta más fácil dividir el temario en sub bloques más asequibles. Por ejemplo: un pomodoro para derechos fundamentales, otro para la estructura de los ministerios, otro para penas de prisión… De esta manera, se materializan objetivos realistas, crece la motivación al conseguirlo, y s emejora la retención a largo plazo.
Ejemplo de pomodoro aplicado a temario de Policía Nacional
A la hora de aplicar esta técnica en la preparación de oposiciones, nos vale con un cronómetro sencillo o temporizador, incluso a través de apps específicas para el móvil. De esta manera, un opositor a Policía Nacional podría repartir cada gran tema en varios subtemas estudiables a través de pomodoros:
- 1. La constitución española: 1 pomodoro para derechos fundamentales, otro para el título preliminar, otro para «Derechos y deberes de los ciudadanos», etc.
- 2. Normativa sobre armamento.
- 3. Derecho penal: 1 pomodoro para X leyes, otro para penas de prisión o multa, etc.
De esta forma, al final de cada «pomodoro» apuntamos hasta donde hemos avanzado. Luego podemos usar los descansos cortos para inhiiernos, beber agua, estirarnos, etc. Para los descansos largos, puedes echar una partida a un videojuego o dar un paseo antes de retomar.
Además, también es recomendable cambiar la materia durante cada sesión para evitar la monotonía. Podemos hacer un pomodoro de legislación, otro de psicotécnicos, otro de ortografía, etc. El resultado es que mantendremos un ritmo constante que facilita el aprendizaje por nuestra parte y minimiza el estrés. Así, se optimizará nuestro progreso para llegar al examen con la confianza de dominar el temario y la mente bajo control al máximo posible.
