Estas son algunas soluciones cuando Windows 10 no arranca en nuestro PC
En el mundo de la informática hay pocos problemas más frustrantes que un PC que se niega a arrancar, ya que cuando el sistema ni siquiera se inicia, es difícil poder localizar el origen del problema causante de todo ello.
Esto es algo que en la mayoría de las ocasiones se produce en Windows, ya que se trata, con diferencia, del sistema operativo más extendido y usado del mundo. Por tanto a continuación vamos a ver cómo resolver los posibles problemas de arranque de Windows, fallos que pueden ser debidos a un error de hardware, software o firmware. Así, tenemos al alcance de la mano varios métodos para solucionar este tipo de imprevistos, soluciones que repasaremos a continuación.
Modo a prueba de fallos de Windows
La solución para estos errores puede llegar al hacer uso del arranque de Windows 10 en “Modo a prueba de fallos”, ya que se trata de un esquema de arranque alternativo que inicia el equipo con un mínimo de software. Este proceso de arranque modificado puede evitar problemas derivados de controladores y software, por lo que al hacer uso del mismo, como hemos visto a lo largo de los años en versiones anteriores de Windows, podremos encontrar una solución fácil y eficaz.
En el caso de que tengamos problemas para entrar en el Modo a prueba de fallos, es algo que podremos lograr desde el modo seguro de recuperación de Windows que «obliga» al equipo a entrar en dicho Modo a prueba de fallos interrumpiendo el proceso de inicio tres veces seguidas, lo que desencadena automáticamente la Recuperación de Windows. Después elegimos una opción de recuperación y seleccionamos “Solucionar problemas / Opciones avanzadas / Configuración de inicio”.
Por otro lado también podemos crear una unidad de recuperación USB en Windows 10, algo que llevaremos a cabo desde otro equipo con Windows 10 y una unidad USB de al menos 512 megas. Esto lo encontramos en el “Panel de control / Crear una unidad de recuperación”, donde seguimos las instrucciones que aparecen en pantalla.
Revisar la batería
Si estamos utilizando un portátil, los problemas con la batería del mismo pueden causar fallos en el arranque, por lo que vale la pena probar un cable de carga alternativo para ver si esto resuelve el problema. Una vez confirmamos que el cable funciona probándolo en otro portátil, retiramos la batería del equipo y conectamos el dispositivo a una fuente de alimentación. Esto nos va a ayudar a descubrir si la culpa es por un fallo de hardware, ya que los problemas de alimentación interfieren en la puesta en marcha del sistema.
Desconectar todos los dispositivos USB
Hay un problema con las actualizaciones de Windows 10 que hacen que a veces el equipo no se inicie debido a un conflicto con un dispositivo USB, por lo que podemos solucionar este problema desconectando todos los USB y reiniciando el ordenador. Si el equipo entonces continúa con la carga del sistema, la eliminación de todos estos periféricos solucionaría el problema automáticamente; otras veces es posible que tengamos que reiniciar el equipo.
Desactivar el arranque rápido
Existe una configuración dentro de nuestra BIOS o UEFI llamada “Arranque rápido” que permite que Windows 8 y los sistemas operativos más modernos arranquen rápidamente mediante la precarga de controladores. Desafortunadamente, las actualizaciones de Windows pueden romper la compatibilidad con este arranque rápido, por lo que es algo que podemos activar y desactivar a través de la BIOS.
El acceso a esta varía según el ordenador, aunque solemos encontrar instrucciones de ello en la pantalla de inicio o en los manuales del PC; lo más habitual es hacerlo desde tecla “Delete”, F2 o Escape. Una vez aquí, ya podremos cambiar la configuración básica del equipo o el arranque rápido comentado anteriormente. Si no encontramos esta opción, es que el equipo es anterior a 2013.
Búsqueda de malware
El malware es una de las principales causas de que un ordenador que no pueda arrancar, por lo que es recomendable usar algún programa antimalware que podamos iniciar desde una unidad USB o DVD. Así podremos arrancar el ordenador afectado con la unidad insertada tras configurar el equipo para que se inicie desde la unidad de rescate y seguir los pasos indicados para la recuperación.
Acceder a la Interfaz del símbolo del sistema
Cuando el equipo no arranca correctamente es posible que podamos hacerlo directamente desde el símbolo del sistema. Usando esta interfaz podremos realizar más procedimientos relacionados con solución de problemas, y tal vez incluso arreglarlo. Para ello es necesario disponer de un disco de inicio de Windows 10.
Reasignar la letra de la unidad
Un sistema con más de una unidad de disco instalada puede causar problemas de arranque para los usuarios de Windows 10 si el volumen tiene su letra de unidad sin asignar. Sin embargo, podemos solucionar este problema arrancando desde la interfaz del símbolo del sistema. Así, iniciamos una ventana de la línea de comandos y, a continuación, escribimos el comando “diskpart” para después introducir el volumen de la lista de los conectados al sistema.
También desde aquí podemos utilizar los comandos de selección y asignación de letras para reasignar la letra correcta a un volumen del sistema no asignado.
Gestor de arranque de Windows 10
Si tenemos problemas al intentar realizar una nueva instalación de Windows 10, es posible que los fallos interfieran en los intentos de llegar a una instalación del sistema operativo ya existente en otra unidad. Afortunadamente hay una manera relativamente sencilla de remediar esta situación, ya que desde la línea de comandos podemos teclear lo siguiente:
“bcdedit /set {default} bootmenupolicy legacy”
Después reiniciamos el equipo y veremos que la interfaz del gestor de arranque heredada ha sido reemplazada, por lo que ya no deberíamos tener más problemas para entrar en el Modo a prueba de fallos de Windows 10 o para acceder a la instalación del sistema operativo.
Restablecimiento de fábrica
El echar mano de un restablecimiento de fábrica tiene sus ventajas e inconvenientes, ya que al llevar a cabo un restablecimiento de fábrica del PC, perdemos muchas aplicaciones y datos almacenados, aunque siempre podemos optar por conservar algunos de nuestros archivos. Decir que un restablecimiento de fábrica de Windows 10, restaura el equipo a su estado operativo predeterminado y original.