Windows 10 ARM, ¿un sistema condenado al fracaso como sucedió con Windows RT?
Desde que lo lanzó hace dos años y medio, Microsoft no ha tenido ninguna duda de que uno de sus principales objetivos con Windows 10 era llevarlo a todo tipo de plataformas y dispositivos, algo que en buena parte, dejando a un lado su fracaso con la telefonía, viene consiguiendo.
Uno de sus más recientes movimientos ha sido el anuncio y llegada de una versión un tanto especial del mencionado Windows 10 para funcionar en equipos con arquitectura ARM. Como ya hemos mencionado en alguna ocasión en el pasado, esto es algo que va a afectar directamente a la autonomía de esos productos, mucho mayor de lo que estamos acostumbrados en los ordenadores portátiles con procesadores x86.
Esto no es la primera vez que lo intenta llevar a cabo la firma con sede en Redmond, ya que allá por el año 2012 ya intentó un movimiento similar con Windows RT, con un escaso éxito cosechado. Sin embargo, a pesar de los beneficios relacionados con la autonomía, desde un principio se ha puesto en duda la manera en la que todo ello iba a afectar al rendimiento y funcionalidad de esta nueva versión del sistema de Microsoft.
Por ello este mismo fin de semana os hablamos de un informe en el que se detallaban las limitaciones que Windows 10 en ARM iba a tener con respecto al resto de versiones, informe que se lanzó para que los OEMs de la firma fuesen conscientes que lo que se podría hacer, y lo que no, con el sistema operativo en esta plataforma.
Sin embargo hace unas horas este informe al que hacíamos mención ha desaparecido del sitio web del Centro de desarrollo de Windows, sin conocerse la razón de ello.
El futuro de Windows 10 sobre arquitectura ARM, en entredicho
Y es que todo hace indicar que, visto lo visto, muchos usuarios y OEMs se han dado cuenta de que eso que se comentaba de que Windows 10 sobre ARM iba a ser prácticamente igual que el resto de versiones, no es cierto, ni mucho menos. Quizá esa sea una de las razones por las que Microsoft ha decido eliminar el informe que hizo público, pocos días después de su puesta en escena, y es que es cabe la posibilidad de que muchos de los que tenían pensado empezar a desarrollar sus productos en base a la nueva versión de Windows 10, quizá se están echando atrás.
Debido a que esa versión solo podrá trabajar con controladores ARM64, no será compatible con aplicaciones x64, o lo problemas que va a tener con algunos juegos que dependan de OpenGL, unido que no será compatible con la plataforma “Windows Hypervisor”, muchos desarrolladores de equipos es posible que se lo estén pensando dos veces, como se suele decir.
Llegados a este punto y antes de que estos equipos con arquitectura ARM y Windows 10 empiecen a extenderse por los mercados de todo el mundo, muchos expertos en el tema empiezan a preguntarse si Microsoft no se va a encontrar ante un nuevo caso “Windows RT”. Se espera que estos nuevos equipos empiecen a verse de manera masiva esta misma primavera, que será cuando realmente se pueda comprobar los beneficios y carencias de los mismos trabajando con Windows 10, aunque las dudas generadas estos últimos días, han sido muchas.