Tal y como ya hemos hablado en diversas ocasiones en las últimas semanas, en el próximo mes de abril Microsoft tiene pensado poner a disposición de todos los usuarios que hoy día hacen uso de Windows 10, la esperada por muchos actualización Creators Update, la cual, tal y como se viene especulando desde hace tiempo, vendrá cargada de novedades.
Buena parte de estas ya se han ido dejando ver gracias a los usuarios participantes del programa Insider de la firma y que ya se han ido comentando, aunque una de las últimas en llegar al mencionado programa ha sido precisamente una de las nuevas funcionalidades que más interés están levantado entre buena parte de la comunidad. Y es que los de Redmond, una vez han tenido conocimiento de que su última versión de Windows ya es la preferida por la mayoría de los jugadores de PC de todo el mundo, han querido ir un paso más allá.
De hecho para cuando se ponga a disposición de todos sus clientes el próximo mes de abril, la Windows 10 Creators Update contará con un nuevo sistema denominado Game Mode con el que se pretende optimizar el funcionamiento general del propio sistema para aumentar el rendimiento del mismo a la hora de ejecutar videojuegos, como ya os contábamos hace unos días.
Sin embargo y en base a las primeras pruebas realizadas usando este modo especial para juegos, se ha podido comprobar que la mejoría es mínima, casi imperceptible. Es posible que esto suceda debido a que se trata de la primera versión, por lo que cuando se ponga finalmente a disposición de todo el mundo en abril, su funcionamiento esté algo más optimizado, o no. Con todo y con ello, según las previsiones más optimistas, se espera que una vez esté activado el Game Mode, obtendremos hasta un 5% más de frames por segundo en los juegos en ejecución, todo ello usando el mismo hardware, claro.
El Game Mode genera muchas dudas
Pues bien, teniendo en cuenta todo ello, ¿son necesarios tantos esfuerzos, pruebas, esperas y desarrollos para estos resultados? Posiblemente, no. Lo cierto es que los amantes de los videojuegos, ya sea para PC o consola o la plataforma por la que prefieran decantarse, en la mayoría de las ocasiones se equipan de manera adecuada para poder disfrutar de los mismos, no buscan o hacen «malabarismos» para conseguir un aumento del 5%, como máximo, y así poder sacar provecho de sus títulos favoritos.
Por regla general, los usuarios habituales de juegos de PC, en el momento en el se empiezan a quedar «desfasados», adquieren nuevo hardware más acorde para seguir con su hobbie a pleno rendimiento, no suelen echar mano de soluciones a modo de parche a no ser que sea por unos días o como prueba.
Y es que, al igual que hacemos referencia a este nuevo Game Mode que va a llegar a Windows 10 en breve, desde hace ya tiempo existen una serie de aplicaciones especialmente diseñadas para aumentar el rendimiento de los equipos en caso necesario optimizando procesos, servicios o el uso de la RAM del equipo. Pues bien, aquí nos encontramos con un caso similar, ya que en raras ocasiones un «jugón» hará uso de este tipo de software, ya que generalmente la diferencia entre usarlo o no, especialmente con los juegos debido a su alta exigencia, es mínima.
Entonces, por todo ello, cuando llegue el momento dentro de unas cuentas semanas, todas las expectativas que están creando a su alrededor la llegada del denominado Game Mode, ¿en realidad va a servir para algo? Es posible que los primeros días todo el mundo eche mano del mismo para comprobar su funcionamiento, y al ver que el aumento de rendimiento es imperceptible, a no ser que sufra un cambio radical hasta entonces, caiga en el olvido en poco tiempo.