Después de 10 años, he vuelto a instalar WinRAR en mi ordenador: estos son mis motivos
Los archivos comprimidos están a la orden del día. Cuando descargamos archivos de Internet, o simplemente queremos compartir con otra persona una serie de ficheros, y queremos hacerlo de forma sencilla, empaquetarlos, o «comprimirlos», es la mejor opción. Hay muchos programas para comprimir y descomprimir archivos. Incluso Windows es capaz de trabajar con ZIP, y muy pronto incluso con otros formatos de archivos como RAR o 7Z. Sin embargo, hay un programa que, cuando hablamos de este tipo de ficheros, siempre destaca sobre los demás: WinRAR.
WinRAR es uno de los compresores de archivos más utilizados en todo el mundo. Este destaca por ser el creador del conocido formato RAR (y el último RAR5), así como por ser el único capaz de comprimir archivos a este formato. El principal problema de este programa es que se trata de un software comercial que, después de los 40 días de prueba, tendremos que comprar si queremos seguir utilizándolo.
El ser un programa de pago, de la mano de ser software privativo, lleva a muchos usuarios (yo, entre ellos) a usar otros compresores de archivos. Y, sin exagerar, he estado cerca de 10 años sin usar este compresor, tirando siempre de alternativas gratuitas y/o de código abierto. Y, después de probar muchas, al final, en 2023, he terminado por volver a WinRAR. Y parte de la culpa la tiene Windows 11.
Ningún compresor está a la altura
El primero de los programas al que cambié fue a 7Zip, el prometedor compresor de archivos de código abierto que ofrece ratios de compresión superiores a RAR. Pero su problema es que la interfaz es horrorosa. Tras él, probé otro compresor con el que estaba bastante contento: Bandizip. Pero llegó un momento en el que los desarrolladores lo hicieron de pago y llenaron la versión gratis de anuncios y bloatware, desapareciendo inmediatamente de mi PC.
PeaZip fue otro de los compresores de archivos con el que más tiempo he estado, sobre todo en Windows 10 y en Windows 11. Estaba bastante contento con él y con todas las opciones que me ofrecía. Pero sus desarrolladores no se digan a integrar (en condiciones, no con la chapuza del registro) el programa dentro del menú contextual de Windows 11. Y, por ello, he acabado eliminándolo y migrando a otro compresor llamado «NanaZip». Este compresor es muy bueno, se basa en 7Zip, se integra dentro del menú contextual de Windows 11 sin problemas… pero carece de muchas funciones que, para mí, son necesarias (por ejemplo, comprimir muchas carpetas a la vez, cada una en archivos diferentes, y eliminarlas todas al acabar).
Mi vuelta a WinRAR
Desesperado, no me ha quedado alternativa que volver a WinRAR. Y, a pesar de ser defensor del software libre, e intentar usarlo siempre que sea posible, a la hora de elegir un compresor de archivos no hay rival. Se nota que Rarlab se preocupa por su programa, ya que tiene todo lo que podamos necesitar. Lo primero, y más importante, está perfectamente integrado dentro de Windows 11.
Por lo demás, sigue siendo el compresor de archivos más completo que podemos encontrar. Está preparado para funcionar en 64 bits nativo, y su interfaz está llena de funciones y herramientas. Tenemos muchas formas de cifrar y proteger los archivos con una contraseña, la posibilidad de elegir los algoritmos que queremos usar, los formatos, e incluso la opción de la que hablábamos antes de «comprimir cada archivo, o carpeta, en un fichero diferente».
Sigo prefiriendo alternativas gratis y libres, pero desde la llegada de Windows 11, la cosa se pone cada vez más complicada. Y, al final, WinRAR es como Windows, aunque busques otras alternativas libres, siempre acabarás volviendo a él.
Si quieres probarlo, te explico cómo descargar WinRAR aquí. Ahora solo queda esperar a ver qué tal es la compresión/descompresión de archivos RAR que va a llegar con Windows 11 23H2. Aunque las primeras pruebas han demostrado que va a tener serios problemas de rendimiento.
Lo peor de WinRAR
Aunque sí es cierto que la vuelta a este compresor me ha sido muy llevadera, y bastante agradable, también es verdad que hay muchas cosas que dejan un poco que desear. La primera de ellas, y es algo que no me explico, es que WinRAR no tiene actualizaciones automáticas. Y esto es un problema, ya que muchos usuarios instalan una versión y se olvidan de ella, dejando sus ordenadores vulnerables a múltiples fallos CVE.
Las funciones de cifrado y seguridad también quedan un poco obsoletas, echando de menos algunas funciones más avanzadas que nos permitieran proteger mejor nuestros datos.