Desde hace ya bastante tiempo, Microsoft va convirtiendo poco a poco su sistema operativo, Windows, en una completa plataforma para jugar. Y no solo por la integración de toda la plataforma Xbox dentro de este sistema, sino también por la gran cantidad de funciones, características y APIs que podemos encontrar en este sistema. Por supuesto, Windows está pensado para poder conectarle el mando de la consola Xbox, reconocerlo y permitirnos jugar con él sin necesidad de realizar la más mínima configuración. Sin embargo, como es habitual, el proceso no está libre de problemas.
Problemas comunes con el mando de Xbox
Cuando usamos este mando en nuestro ordenador es posible que nos encontremos con varios posibles fallos y problemas. Vamos a ver cuáles son los más comunes.
- El mando no enciende. Este problema puede deberse a varias causas. ¿Tenemos pilas? ¿La batería está cargada? ¿Se enciende si lo conectamos por cable?
- Imposible de conectar al PC. Podemos conectar el mando de tres formas diferentes al ordenador. ¿Tenemos Bluetooth en el equipo? ¿Windows está conectado a Internet para bajar los controladores? ¿Y por cable?
- No funciona la salida de audio del mando. En la parte inferior podemos conectar unos cascos con micrófono, pero esto solo funciona cuando usamos un dongle oficial (no por Bluetooth) o cuando el mando está conectado por cable.
- Fallo al actualizar el firmware y el mando no responde. Si falla este proceso, el mando puede quedar bloqueado.
- Los controles no funcionan bien. Esto puede ser por un fallo en la configuración o la calibración del equipo, o por un problema físico ya del propio mando.
- El mando no vibra. Este mando tiene varios motores de vibración: en las empuñaduras y en los gatillos. Si no vibra, es que algo está yendo mal.
A no ser que sea un problema físico con el propio mando, todos estos problemas tienen una solución relativamente sencilla. Y, a continuación, vamos a ver cómo solucionar todos estos problemas al conectar este mando de Xbox a Windows.
Solucionar los principales problemas
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la mayoría de los problemas que nos podemos encontrar a la hora de usar este mando se deben a un fallo con la batería o con las pilas. Si esta está en un nivel crítico, lo primero que nos encontraremos será con el que el mando no enciende, o se apaga al instante. También puede ocurrir que no seamos capaces de conectarlo al PC, e incluso que algunas de sus funciones, como la vibración, no funcionen correctamente. La solución más rápida y sencilla es, o bien cambiar las pilas por otras nuevas, o conectar el mando por cable al PC para ir descartando y aislando problemas.
Si las pilas no son el problema, vamos a ver cómo detectar y solucionar los problemas que hemos visto justo en el punto anterior.
Imposible conectar el mando a Windows
La conexión del mando de Xbox a Windows debería ser rápida y sencilla, sin problemas. Pero en el proceso podemos toparnos con varios impedimentos que nos pueden impedir llevar a cabo esta acción.
Lo más rápido y cómodo es conectarlo por Bluetooth, ya que es una tecnología que prácticamente todos los ordenadores tienen. Pero no todos los mandos disponen de este protocolo, sino que debemos asegurarnos de que nuestro mando es la V2 (la lanzada junto a la One S / One X) para poder usar este protocolo. Además, nuestro ordenador debe tener el Bluetooth encendido y listo para conectarse a un dispositivo. También, para evitar problemas, debemos asegurarnos de que el PC utiliza un Bluetooth LE (4.0 o superior) para no tener problemas de emparejamiento.
Conectar el mando por Bluetooth es lo más rápido, pero puede darnos problemas. Por lo tanto, si lo que queremos es la mejor calidad inalámbrica, entonces debemos hacernos con un dongle USB. Podemos comprar el oficial de Microsoft (que es más caro), o uno clónico que podemos encontrar en multitud de tiendas como Aliexpress. Con este dongle, en lugar de usar Bluetooth usaremos el protocolo propio de la Xbox, a 2.4 GHz, para la conexión. Y el proceso será mucho más sencillo, rápido y estable.
Por último, si nada de lo anterior hace que el mando vaya bien, entonces siempre nos queda conectarlo por cable al PC. Ahí ya sí que no debería haber ningún problema.
El mando se desconecta cada poco tiempo
Este es un fallo muy común, sobre todo, al usar una conexión por Bluetooth. Dependiendo del fabricante de nuestro Bluetooth, y de la versión del mismo, puede ocurrir que, mientras estamos jugando, el PC pierda la conexión con el mando. Y, aunque este se reconecta automáticamente sin necesidad de hacer nada, es una molestia muy grande.
La mejor solución para este problema es, o bien comprar un nuevo dongle (Bluetooth 5.0) para conectar el mando al PC, o bien comprar un dongle USB para conectarlo a través del propio protocolo de Microsoft, igual que si lo conectáramos a una consola.
Por supuesto, el cable USB vuelve a ser un gran aliado a la hora de intentar solucionar los problemas de conexión.
Windows no muestra bien la carga de las pilas o batería
La verdad es que esto se trata de un fallo del propio Windows. Mientras que el sistema operativo puede leer sin problemas la batería de cualquier dispositivo Bluetooth que podamos conectar al PC, cuando lo hacemos con el mando oficial de la consola de Microsoft, esto no funciona.
La solución, de nuevo, es comprar el dongle USB de Microsoft (o un clon) y conectarlo a través de su propio protocolo. De esta forma podremos ver el estado real de la batería del mando en la propia barra de juego del sistema.
La vibración no funciona
La vibración de los mandos está pensadas para ofrecernos una experiencia mucho más inmersiva dentro de los juegos. Como no podía ser menos, el mando de Xbox tiene varios motores de vibración que se activan cuando ocurren ciertos eventos dentro de los juegos.
De nuevo, el Bluetooth nos puede jugar una mala pasada en este sentido. Lo primero que debemos tener en cuenta es que cuando conectamos el mando por Bluetooth al PC el motor de los gatillos no va a funcionar. Y, dependiendo de la versión de BT de nuestro PC, puede que la otra tampoco lo haga bien.
Las soluciones más rápidas son, de nuevo, o bien comprar el dongle de Microsoft para que toda la vibración funcione sin problemas, o conectar el mando por cable.
Problemas al sacar el sonido por el mando
Otro problema más que, como podemos adivinar, está relacionado con el Bluetooth del mando. Cuando conectamos el mando a través de este protocolo, otra de las características que no funcionan es la transmisión del sonido para sacarlo por los auriculares conectados al propio mando.
La solución, igual que en el caso anterior, es la misma: o bien usar el dongle para conectar el mando al PC, o bien conectar el mando por cable al PC.
Solución a otros problemas
Además de todo lo anterior, puede ocurrir que, mientras usamos el mando, nos encontremos con otros problemas. Por ejemplo, puede que algunos controles no funcionen bien del todo porque se han descalibrado, o que tengamos algunos otros problemas de funcionamiento con el mando.
Si bajamos una aplicación llamada «Accesorios de Xbox» desde la Microsoft Store vamos a poder abortar estos, y otros problemas. Esta app, gratuita, nos va a permitir desde calibrar el mando de cero hasta probar que todos los controles funcionan correctamente, e incluso actualizar el firmware del mando para instalar una nueva versión y solucionar posibles problemas.
Eso sí, como podemos imaginar, esta app estará muy limitada cuando usamos Bluetooth, teniendo que conectar el mando por cable (recomendado), o a través del dongle de Microsoft, para poder hacer uso completo de ella.