Cuando trabajamos en un equipo basado en Windows 10, lo podemos hace tanto en un PC de sobremesa, como en un ordenador portátil. De hecho, el sistema operativo se adapta a las necesidades de cada caso con algunas opciones un tanto más específicas.
Y es que hay que tener en cuenta que las necesidades de ambas modalidades en la mayoría de los casos son las mismas. Esto es algo que se hace extensible tanto a la funcionalidad, como a la seguridad o el aspecto de la interfaz. Pero como os comentamos, esto es algo que tiene ligeras variaciones en algunos casos determinados. La principal razón de todo ello viene dada por el tema de la autonomía y la batería de la que disponen los portátiles. Mientas que un PC de sobremesa siempre está conectado a la red eléctrica, un portátil no necesariamente.
Pero además de las funciones exclusivas de los portátiles, también hay otras funciones válidas para ambos pero que nos interesa más poder personalizar en este caso concreto. Por ejemplo, nos encontramos con el ajuste del brillo de la pantalla. En un PC de sobremesa este se tiene en cuenta para trabajar más cómodamente, en un portátil además influye en gran medida en su autonomía. Es por ello que muchos usuarios de estos equipos bajan ese brillo para poder trabajar más tiempo usando la batería. Esto es algo que se logra fácilmente desde el Centro de notificaciones que se sitúa en la barra de tareas.
Controlar el consumo de energía en Windows
Como os comentamos, de ese modo Windows nos permite controlar y gestionar el consumo de energía en el día a día con el equipo. Esto es algo que se hace especialmente importante en los portátiles. Pues bien, para que nos hagamos una idea, los actuales equipos ponen a nuestra disposición una funcionalidad que permite suspender la actividad de ciertos componentes del PC. Ya sea de un tipo u otro, esto se produce cuando no lo estamos usando y así poder ahorrar algo de energía.
Por regla general esta es una medida generalmente beneficiosa y que no suele dar problemas. Pero como sucede con otros muchos apartados en Windows, las cosas no siempre salen como desearíamos. Esto se debe a que algunas de estas funciones a priori beneficiosas, terminan siendo un problema. Esto incluso se puede traducir en que el equipo puede volverse un tanto inestable. Eso sí, llegados a este punto os diremos que, aunque la suspensión de componentes suele venir habilitada, es muy fácil de desactivar, como vamos a ver. En concreto en estas líneas nos centraremos en la suspensión de los discos duros.
Cabe mencionar que el propio sistema operativo nos propone varias formas de deshabilitar esta suspensión a la que nos referimos. Quizá la más asequible y sencilla la encontramos en los ajustes de energía de Windows. Por otro lado, también podremos echar mano de aplicaciones de terceros, como las que vamos a ver.
Cómo afecta la suspensión del disco duro
Windows solo debería suspender el disco duro cuando no lo estemos utilizando. Por lo tanto, de cara a nosotros, no deberíamos notar nada, ni para bien ni para mal. Simplemente el disco dejaría de funcionar temporalmente, ahorrando energía, alargando la batería del PC y, de paso, la vida útil del disco duro.
Sin embargo, si el disco está suspendido, y vamos a acceder a él, tendremos que asumir un ligero tiempo de espera hasta que se vuelva a reactivar. Además, debemos tener en cuenta que, si el disco está en suspensión, y un programa intenta acceder a él, al no estar disponible podría llegar a darnos un error si tarda más en activarse que el tiempo de espera que tenga establecido el programa.
Aplicaciones de terceros para evitar la suspensión de discos
Esto es algo que como os dejamos entrever antes, también se puede llevar a cabo usando aplicaciones externas al propio Windows. Es por ello por lo que aquí os dejamos dos claros ejemplos de todo ello.
- NoSleepHD: por un lado, nos encontramos con esa propuesta software llamada a la que podemos acceder a través de este enlace de forma gratuita. Decir que este es un programa que en concreto se encarga de crear un nuevo fichero por sí mimo para así evitar que el disco duro entre en suspensión al tenerlo ocupado. Cierto es que no es el sistema más ortodoxo del mundo, pero funciona de manera efectiva. Además, esto es algo que podemos llevar a cabo hasta en cinco unidades de disco.
- KeepAliveHD: por otro lado, al mismo tiempo podemos echar mano de esta otra propuesta de código abierto que podremos descargar desde aquí. Lo encontramos en su propia página de la plataforma de desarrollo de GitHub y nos ayuda a mantener los discos duros del ordenador activos. De ese modo también logra que no pasen a modo de suspensión en Windows.
Como podemos ver, tenemos varias formas de conseguir que nuestros discos duros no entren en suspensión, evitando así tener problemas. Si de nosotros dependiera, preferiríamos hacerlo desde la propia configuración de Windows, ya que para eso está. Pero, si no, los programas que acabamos de ver nos van a brindar aún más control sobre las opciones de energía de Windows.