Son muchas las versiones de Windows que con el paso de los años Microsoft ha puesto a nuestra disposición. Entre éstas nos encontramos con dos que no son precisamente de las más añoradas y queridas, nos referimos a Windows 8 y 8.1. Aunque parezcan dos versiones muy similares del sistema, hay importantes diferencias, como veremos a continuación.
A pesar de los esfuerzos de la firma de Redmond, lo cierto es que la aceptación de Windows no ha sido la deseada por la empresa. Es por ello por lo que posteriormente lanzó Windows 8.1 con el fin de subsanar algunas de las carencias de la primera versión. Quizá con Windows 8 el gigante del software intentó innovar un poco más de la cuenta. A todo esto, le debemos sumar que venimos nuestras partidas de todas las del sistema operativo.
En un principio se podría decir que la novedad más destacable es la vuelta a escena del botón inicio en el escritorio. Pero eso no es todo lo que se añadió aquí, ya que Microsoft agregó multitud de funciones nuevas que los usuarios esperaban. A todo ello se le sumaron mejoras de optimización del sistema para conseguir una óptima experiencia de usuario. precisamente todo esto es lo que os queremos hablar en estas mismas líneas en detalle. En concreto nos referimos a las diferencias que podéis encontrar entre Windows 8 y 8.1.
Cambios generales en el sistema operativo
Ya os hemos comentado que uno de los cambios más importantes que se da aquí es la llegada del botón de Inicio clásico de Windows. Eso sí, este enlaza al panel de aplicaciones, no al menú convencional al que estábamos acostumbrados.
Además, encontramos algunas nuevas aplicaciones implementadas tales como Internet Explorer 11, la nueva Windows Store, el programa SkyDrive y el gestor de correo Outlook 2013. Estas son soluciones que encontramos por defecto instaladas en el sistema operativo. Lo mismo sucede con las apps Calculadora y Alarma.
Por otro lado, merece la pena reseñar que ahora el sistema permite desinstalar varias aplicaciones a la vez, incluso a través de internet de forma remota. También se han añadido las opciones de apagar y reiniciar desde la combinación Win + X. De igual modo en lo que se refiere a la interfaz de usuario qué vamos a encontrar aquí, el sistema incluye dos nuevos tamaños para las miniaturas, además de nuevas funciones para la pantalla de bloqueo.
Ahora ya podemos configurar el fondo de escritorio también como fondo en la pantalla de inicio el sistema. Os contamos que Windows 8.1 ya nos permite sincronizar las pestañas de Internet Explorer con varios ordenadores. En cuanto a la administración del sistema, ahora Windows 8.1 Edition no tiene Assigned Access.
Otras importantes modificaciones que encontramos en Windows 8.1
Ya os hemos comentado que Microsoft ha querido con volver a ganarse la confianza de sus millones de clientes con esta nueva versión del sistema. Por tanto, además de las mencionadas, si introducen otras importantes modificaciones de las que os hablaremos a continuación. Con todo ello lo que la firma de Redmond pretende es subsanar en gran medida la mala imagen que ha generado Windows 8.
Así, a continuación, os hablaremos de algunas de las diferencias más importantes, pero más centradas en determinados apartados del sistema operativo.
Requerimientos hardware
A medida que va pasando el tiempo y las versiones de Windows, los requerimientos a nivel de hardware que se solicitan son cada vez mayores. Esto es lo que se hace extrapolable en la mayoría de los programas que instalamos y utilizamos a diario en nuestro ordenador. Pues bien, si nos centramos en Windows 8.1, en primer lugar, os diremos que la edición RT puede trabajar con ordenadores con un solo socket de CPU. Sin embargo, las ediciones Pro y Windows Enterprise ya están preparadas para ordenadores con dos.
En cuanto al máximo de memoria RAM también hay diferencias. Windows RT 8.1 permite 4 gigas de RAM como máximo, mientras que Windows 8.1 permite 128 gigas. De igual modo hay que decir que la edición Pro y la 1 Enterprise nos permiten un máximo de 512 gigas. Para terminar con este apartado, cabe reseñar que ninguna de las ediciones permite un arranque mediante disco duro virtual.
Qué encontramos en el apartado de las aplicaciones
Anteriormente ya nos hemos hablado de algunas de las novedades en forma de programas que vamos a encontrar por defecto tras instalar de cero el nuevo sistema. Pero a todas estas que os mencionamos con anterioridad, también merece la pena saber que Windows 8.1 ya no permite instalar y ejecutar las aplicaciones de escritorio para x86 y x64. A su tampoco incluye todas las funciones de las que disponía el programa Windows Media Player hasta la fecha.
También es importante saber que esta nueva versión del sistema de los de Redmond incluye Microsoft Office Home & Student 2013 RT de forma predeterminada. con todo esto lo que la firma quiere es mejorar la experiencia de uso desde el primer minuto nada más instalar una nueva copia del software.
Novedades en la sección de Dispositivos y periféricos
Con el paso de los años la importancia de los dispositivos que conectamos al sistema operativo de Microsoft ha ido en aumento claramente. Uno de los principales objetivos de los desarrolladores es intentar evitar a toda costa las incompatibilidades en este sentido. Esto es algo que poco a poco se ha logrado gracias tanto a Microsoft, como a los desarrollos externos que se adaptan a la perfección al propio sistema.
Es por ello que podemos afirmar que la mayoría de las ocasiones no vamos a tener problemas a la hora de conectar y trabajar con diferentes dispositivos en Windows. Sin embargo, aquí se ha introducido una importante novedad con respecto a la anterior versión. Lo que os decimo es que ya no vamos a encontrar la función llamada Espacios de almacenamiento que si venía integrada en la versión anterior del software.
Cambios en la seguridad y el trabajo en red de Windows 8.1
Como es fácil imaginar uno de los apartados que más preocupa a la mayoría de los usuarios actuales es aquello relacionado con la seguridad y la privacidad. Llegados a este punto os diremos que en esta versión del sistema tan solo Windows 8.1 en su edición Enterprise nos permite bloquear aplicaciones. Con esto lo que se logra es que los usuarios no puedan utilizarlas si la administradora si lo considera oportuno.
Por otro lado, las elecciones más básicas no tienen la opción de cifrado de disco a través de BitLocker para proteger nuestros datos personales. Asimismo, si hablamos del apartado de red, la edición Enterprise permite que aprovechemos todas las opciones de networking. La razón de todo ello es bastante evidente, ya que esta es precisamente la edición de Windows 8.1 centrada en el trabajo empresarial.