Las funciones de configuración y personalización que Windows 10 nos ofrece, no han parado de crecer con el paso de los años y las versiones del sistema operativo. De hecho en estos momentos tenemos la oportunidad de gestionar buena parte de las funciones que el software nos ofrece.
Pero en estas líneas nos queremos centrar en concreto en una utilidad que lleva mucho tiempo entre nosotros y que nos permite llevar a cabo múltiples configuraciones en Windows. En concreto nos referimos a MSConfig, una funcionalidad de configuración incluida en el propio sistema operativo que nos permite gestionar el inicio, los servicios, o las opciones de arranque del equipo, entre otras cosas. Para acceder a la misma basta con que escribamos ese mismo término en el cuadro de búsqueda del menú Inicio de Windows.
Una vez aquí, cabe mencionar que en la pestaña llamada Arranque hay un botón de Opciones Avanzadas. Este nos da acceso a configurar opciones como el número de procesadores, la cantidad de memoria, la depuración, etc. Pero estas opciones deberían ser el último recurso para diagnosticar sistemas, en concreto para los usuarios más avanzados.
Qué es y para qué sirve MSConfig
MSConfig es una aplicación del sistema que lleva con nosotros desde la aparición de Windows 98 que nos va servir para corregir problemas relacionados con el inicio de Windows, como habilitar un reinicio en modo seguro y activar o desactivar determinados servicios. Actualmente es utilizado más como un comando que como una herramienta del sistema, pues ha ido sufriendo algunas modificaciones con respecto a las tareas que puede desarrollar dentro del sistema operativo. Aun así sigue siendo importante para realizar determinadas funciones con las que controlar el sistema.
Por eso hoy vamos a hablar de MSConfig y de sus opciones de configuración. Eso sí, antes de entrar en materia, cabe destacar que un uso incorrecto de esta aplicación del sistema puede provocar daños irreparables e irreversibles tanto en Windows 10, como en las distintas adaptaciones que tengamos instaladas. Es por ello que debemos de tener sumo cuidado a la hora de realizar cualquier aplicación, siendo recomendable solo su uso para usuarios con conocimientos avanzados
Configurar el arranque de Windows con MSConfig
Antes entrar en detalle deberíamos recordar que esta sección de arranque avanzado de MSConfig está diseñada para la solucionar problemas. Sin embargo al mismo tiempo no debería cambiarse si no sabemos con exactitud lo que realmente hacemos aquí. Es por ello que en el caso de no estar seguros, lo mejor es que mantengamos estos ajustes en sus valores predeterminados, sin cambiarlos.
En el caso de que queramos mejorar este arranque y seamos usuarios avanzados, decir que para empezar, en el Administrador de tareas de Windows vemos la pestaña Rendimiento. En la misma vemos el número de núcleos de la CPU y de la memoria, lo que podemos anotar. Tras ello y si ya conocemos ese dato, abrimos MSConfig y nos situamos en la pestaña Arranque / Opciones avanzadas. Aquí ya podemos marcar la casilla del número de procesadores y seleccionar cualquier valor menor que el máximo disponible en la lista desplegable.
Esta cifra máxima debe ser la misma que vimos en el Administrador de tareas. Tras esta selección, reiniciamos el PC y comprobamos cuántos procesadores y cantidad de memoria están disponibles para el sistema operativo. Eso sí, lo más probable es que tras el cambio experimentemos un rendimiento más lento comparado con el de la configuración predeterminada. Para aquellos que os preguntéis entonces para qué sirven estos parámetros, probablemente sean de ayuda a los desarrolladores.
A la hora de seleccionar el arranque de Windows 10 tenemos disponible tres opciones diferentes como el «Inicio normal», «Inicio con diagnóstico» e «Inicio selectivo». Cada una de ellas muestra a su vez una serie de opciones con las que poder realizar diferentes acciones que son necesarias en cada una de las áreas.
Inicio normal
El Inicio normal es la opción que encontramos establecida de manera predeterminada que se lleva a cabo cada vez que iniciamos o reiniciamos nuestro ordenador. De esta forma iniciamos el sistema cargando todos los controladores que tenemos instalados en el equipo así como los distintos servicios de forma normal sin ningún cambio ni modificación.
Inicio con diagnóstico
El modo Inicio con diagnóstico es un modo de arranque muy similar al modo seguro de Windows. Esta modo de inicio se encarga de realizar funciones similares al modo seguro de la misma forma que si entráramos de forma manual. De esta forma, Windows se inicia cargando solo lo estrictamente necesario, con una configuración básica del sistema, sin tener en cuenta otros dispositivos que se encuentren conectados a él. De esta forma, podemos resolver algunos problemas o errores con el inicio de Windows, o solucionar percances que pudiéramos tener con virus o malware.
Inicio selectivo
Mediante el Inicio selectivo podremos personalizar el modo de arranque de Windows. Desde aquí podemos elegir si queremos que se carguen los servicios del sistema, así como otros elementos de inicio o la configuración del arranque. De esta forma, nos encontramos tres casillas que podemos activar o desactivar como son las destinadas cargar los servicios del sistema, cargar elementos de inicio y usar la configuración de arranque original.
Opciones avanzadas de arranque de MSConfig
Gracias estos cambios en MSConfig, estos podrán averiguar cómo funcionan sus proyectos con una configuración hardware más baja sin cambiar de PC. De hecho esto mismo lo podríamos aplicar al funcionamiento del propio Windows 10. Asimismo y en esta misma ventana, nos encontramos con la opción de Bloqueo de PCI, este es un bus de la placa para añadir componentes. Pero la BIOS o el sistema operativo pueden determinar los recursos a emplear aquí automáticamente, así se evitan conflictos.
Por tanto esto es algo que tampoco conviene cambiar, a menos que tengas problemas con el hardware conectado, de lo contario podría desembocar en un pantallazo azul o BSOD. En la misma sección nos encontramos con la casilla de Depurar, una función de desarrollo para depurar el Kernel. Estas herramientas de depuración están conectadas al sistema operativo y los usuarios finales deberían dejarla como están. Y es que al activar esta casilla, podremos configurar el resto de las opciones, todas ellas especialmente indicadas para desarrolladores y expertos que quieren acelerar el arranque de Windows.