Instalar y probar Ubuntu en el PC desde cero

Instalar y probar Ubuntu en el PC desde cero

Rubén Velasco

Ubuntu es una de las distribuciones Linux más populares y utilizadas por los usuarios, especialmente por aquellos que empiezan a dar los primeros pasos en este sistema operativo. Aunque no es la distribución que mejor refleja la filosofía Linux, esta es una de las más sencillas de instalar, configurar y usar, lo que la convierte en un gran punto de partida a partir del cual empezar a aprender. Y aunque esta distro está pensada para que ningún usuario pueda tener problemas, siempre hay puntos de esta que pueden llevarnos a confusión. Sobre todo, a la hora de instalar Ubuntu, ya que el sistema de archivos es completamente diferente a lo que conocemos de Windows.

El asistente de instalación de Ubuntu es de los más sencillos que nos vamos a encontrar. Este cuenta con una interfaz gráfica y un asistente que nos irá guiando durante todo el proceso. El único punto que podría darnos problemas sería a la hora de elegir el disco y crear particiones. Todo lo demás es muy sencillo y, tal como os vamos a demostrar a continuación, podremos tener un Ubuntu listo en nuestro ordenador en cuestión de minutos.

 

¿Es Ubuntu la mejor distro para mí?

En este artículo vamos a explicar cómo instalar Ubuntu paso a paso. Sin embargo, ¿realmente esta es la distro que mejor se adapta a nuestras necesidades? Ubuntu, como todos los sistemas operativos, tiene sus puntos fuertes y sus puntos más débiles. Esta distro es, sin lugar a duda, uno de los mejores puntos de entrada para los usuarios que nunca antes han usado ningún sistema Linux, ya que ofrece un equilibrio perfecto entre usabilidad y experiencia Linux. Un sistema con un escritorio (GNOME) muy sencillo de comprender, agradable a la vista, y con herramientas con interfaz gráfica para realizar todo tipo de tareas, desde buscar y bajar programas hasta configurar el sistema. Si queremos, no tenemos por qué escribir un solo comando en la terminal.

Sin embargo, no es un sistema que solo se enfoque a usuarios nóveles. Este Linux es también uno de los favoritos por los usuarios más avanzados que no quieren complicaciones, ya que debajo de su sencillez se oculta un gran potencial. Los usuarios que quieran pueden tener control total sobre el sistema, instalar, borrar o configurar lo que quieran, y adaptarlo a sus necesidades.

Es cierto que los usuarios más más avanzados suelen optar por otras distros, como Arch Linux, que ofrecen mucho más control y mayor filosofía Linux. Pero, dejando de lado a estos usuarios, Ubuntu es un gran sistema gracias al cual podemos probar de primera mano qué es capaz de ofrecernos Linux. Eso sí, siempre y cuando instalemos las versiones LTS. Las siglas LTS son el acrónimo de Long Time Support (Soporte a Largo Plazo) por lo que recibirá soporte durante varios años. Además, son versiones ampliamente testadas por lo que son la versión más estable en ese momento, dependiendo de la distribución Linux que elijamos.

 

Ubuntu: requisitos mínimos y recomendados

Por el contrario, Ubuntu es un sistema operativo mucho menos exigente en cuanto a los requisitos necesarios para poder funcionar. Aunque es verdad que, de las distribuciones Linux, es una de las que más hardware pide para poder funcionar.

Usando como ejemplo Ubuntu 20.04 LTS, este sistema nos pide un PC mucho más modesto, menos en CPU. Para poder instalar Ubuntu necesitaremos un procesador de doble núcleo a 2 GHz o más. Además, tendremos que contar con al menos 2 GB de memoria RAM y con 25 GB de espacio libre en el disco duro (o tan solo 8.6 GB para la instalación mínima). Como vemos unos requisitos bastante inferiores a los que nos pide Windows 11. Además, si no los cumplimos, podremos instalar igualmente el sistema, aunque nos arriesgamos a que no funcione correctamente.

Ubuntu 21 04

A partir de la versión 22.04 de Ubuntu, la memoria RAM recomendada ha aumentado hasta los 4 GB. Sin embargo, si nuestro PC sigue teniendo menos de esos 4 gigas de memoria, podremos seguir instalando sin problemas este Linux. Aunque, eso sí, nos irá bastante lento.

Ubuntu no exige ningún sistema de BIOS o UEFI concreto, ni Secure Boot. Y tampoco nos pide un chip como el TPM 2.0 que dejará fuera de soporte a millones de ordenadores.

 

Descargar Ubuntu

Lo primero que necesitaremos para poder instalar Ubuntu en nuestro ordenador es descargar el sistema operativo. Este podemos encontrarlo en el siguiente enlace a la página oficial de Canonical, concretamente dentro de la pestaña «Download» de la parte superior.

Descargar Ubuntu

Al contrario de lo que sucede con el popular sistema de Microsoft, Windows, en este caso nos disponemos a instalar un software de código abierto y gratuito que será el corazón de nuestro ordenador. Pero antes de nada necesitamos descargar la imagen del propio sistema desde su web oficial, por ejemplo, para así poder ponerla en funcionamiento e instalarla en el nuevo PC. Es importante saber que la ISO con la que nos vamos a hacer ahora es completamente funcional y completa para así poder aprovechar todo lo que nos ofrece Ubuntu.

Aquí vamos a encontrarnos con las distintas versiones de la distro que tienen soporte. Nosotros os recomendamos bajar la versión LTS, ya que tendrá soporte para 5 años y nos ahorrará el tener que estar actualizando a todas las versiones cada 9 meses.

Bajaremos la edición de Desktop, que es la edición para escritorio. Esta ocupará unos 3.5 GB, y se bajará al ordenador en formato ISO. Si vamos a instalar Ubuntu en una máquina virtual podremos hacerlo directamente desde la ISO. De lo contrario, tendremos que grabar la ISO a un DVD o, mejor aún, a una memoria USB.

 

Descargas alternativas

La descarga directa de Ubuntu desde los servidores oficiales de Canonical suele funcionar bastante bien. Pero, a veces, es verdad que pueden ir demasiado lentos, e incluso no funcionar. Por ello, la compañía nos ofrece una serie de formas de descarga alternativas desde las que podemos bajar Ubuntu gratis a través de otras vías.

  • Network installer. Se trata de una versión especial del sistema que podemos descargar. Ocupa muy poco, apenas 100 MB, pero viene con lo justo para arrancar el PC en modo básico y conectarse a Internet. La finalidad de esta imagen es permitirnos instalar Ubuntu desde Internet, bajando todos los paquetes durante el proceso de instalación de manera que, cuando acabe el proceso, ya no tengamos que actualizar absolutamente nada, porque estaremos a la última.
  • BitTorrent. Qué decir de este modo. Canonical nos permite descargar Ubuntu desde la red torrent de manera que podamos aprovecharnos la velocidad de la red P2P para tener, en cuestión de segundos, la imagen de este Linux que queramos. Aunque está pensado para bajar las últimas versiones, podemos encontrar los torrents de todas las versiones, incluso las primeras.
  • Otros servidores. También Canonical nos ofrece otra serie de enlaces desde los que podemos bajar su sistema operativo. Podemos encontrar enlaces a servidores de Universidades, o de otras compañías que han decidido alojar el sistema para descongestionar su red. También aquí podemos encontrar enlaces para bajar las versiones más antiguas del sistema operativo, e incluso acceder a versiones pensadas para empresas.
 

Crear un USB para instalar Ubuntu

Uno de los métodos más sencillos a la vez que efectivos de instalar un nuevo sistema operativo en nuestro ordenador, es hacerlo a partir de un dispositivo auto arrancable. Esto quiere decir que por ejemplo podremos volcar esa imagen ISO de Ubuntu que acabamos de descargar a una memoria USB. Conectando la misma a un equipo que por ejemplo esté vacío o dañado, podremos lograr que arranque el nuevo sistema a partir de esa memoria USB.

Como os podréis imaginar esto nos permitirá instalar el software de código abierto en nuestro equipo de manera rápida y efectiva. Para este proceso os recomendamos usar el programa Rufus, que podemos bajar de aquí. Este programa nos permitirá crear una memoria USB de arranque a partir de cualquier imagen ISO.

Rufus 3.6

A través de este programa tenemos la posibilidad de lograr que Ubuntu arranque por sí solo al conectar la memoria USB en cualquier PC. Además, el uso de la aplicación Rufus es muy sencilla para la mayoría, incluso si no tenemos conocimientos previos en este tipo de tareas. De igual modo los usuarios más avanzados tienen una serie de parámetros para configurar ese dispositivo de arranque, aunque de forma predeterminada el programa ya viene preparado para que no tengamos que hacer casi nada.

Seleccionaremos la memoria USB donde queremos grabar Ubuntu, cargaremos la ISO y en un par de minutos ya tendremos el medio de instalación creado. Eso sí, hay que tener en cuenta que durante el proceso se borrarán los datos de la memoria.

Cuando acabe el proceso, lo único que nos quedará hacer es apagar el ordenador, configurar la BIOS para que el ordenador arranque desde dicha memoria USB, y comenzará el proceso de instalación de Ubuntu.

 

¿Vas a instalar un Dual Boot? Qué tener en cuenta

Este artículo está enfocado para usuarios que solo quieran tener instalado Ubuntu en el ordenador como sistema operativo principal. Sin embargo, si necesitamos también Windows (para trabajar, o para jugar), también podemos instalarlo junto a Ubuntu. Lo que tenemos que hacer es configurar el PC en arranque dual, o Dual Boot.

Cada sistema operativo tiene su propio gestor de arranque. Al instalar un SO, este instala su propio gestor de arranque y analiza el PC en busca de otros sistemas operativos. Si los hay, los añade a la lista de arranque. De lo contrario, lo deja tal cual.

Si no queremos problemas, recomendamos instalar Windows 10 o Windows 11 en una partición (o un disco duro) de forma independiente a todo lo demás. Una vez que tenemos el sistema de Microsoft entonces procedemos con la instalación de Ubuntu en otro disco u otra partición. De esta manera, GRUB es el último gestor de arranque instalado, y detectará y arrancará sin problemas la versión de Windows que tengamos instalada.

Si en el equipo vamos a instalar tanto Windows como Ubuntu (o cualquier otra distribución Linux) debemos tener en cuenta un aspecto muy importante a la hora acceder a las unidades desde los sistemas operativos. Mientras que Linux es capaz de leer unidades con el sistema de archivos FAT32, extFAt y NTFS, Windows no es compatible de forma nativa con el sistema de archivos ext4, el sistema de archivos utilizado por las distribuciones más actuales de Linux. Tampoco es compatible con versiones más antiguas como ext2 y ext3.

Afortunadamente, es problema tiene una fácil solución a través de WSL, el subsistema Linux integrado en Windows, o bien utilizando aplicaciones de terceros que si ofrecen soporte para unidades con el sistema de archivos tradicional de Linux.

 

Instalar la última versión de Ubuntu

Lo primero que tenemos que hacer cuando vayamos a instalar este sistema operativo es descargar la última versión desde la web de Canonical, y grabarla a una memoria USB para poder arrancar el PC desde ella. Actualmente, la última versión disponible es el número 22.04.1 una versión que recibirá actualizaciones hasta abril de 2027. Una vez arrancamos el PC en el sistema operativo, nos encontraremos con una ventana como esta, en la que podremos elegir si queremos probar Ubuntu, o lanzar directamente el instalador.

El primer paso de la instalación será elegir el idioma que vamos a usar. Por defecto, debería cargar el idioma de nuestro sistema automáticamente, pero, de no ser así, podremos buscar el correcto en la lista que aparece en la izquierda. A la derecha veremos la «mascota» de la versión de Linux a la que corresponde. Por ejemplo, en 22.04 es una medusa por el nombre «Jammy Jellyfish».

Instalar Ubuntu 22.04 - 1

El siguiente paso nos permitirá cargar la distribución de teclado que utilizamos. Podemos seleccionarla manualmente, o usar la herramienta de detección para que, tras pulsar 3 teclas concretas, asigne automáticamente la correcta.

Instalar Ubuntu 22.04 - 2

A continuación, tendremos que elegir el método de conexión a Internet. Si tenemos una red cableada, o Wi-Fi, la detectará directamente, y podremos configurarla. Además, si no queremos conectarnos a Internet, podremos saltar automáticamente este paso usando la opción «No me conectaré a Internet ahora».

Instalar Ubuntu 22.04 - 3

Acto seguido, tendremos que elegir el tipo de instalación que queremos para nuestro sistema. Podemos elegir entre dos modos:

  • Normal: instala una serie de programas esenciales para poder usar la distro para todo, desde navegar hasta ofimática, juegos y multimedia.
  • Mínima: una instalación mucho más pequeña. Incluye navegador web y los paquetes mínimos necesarios para funcionar.

Instalar Ubuntu 22.04 - 4

Y, por supuesto, las particiones. Podemos dejar que el asistente borre automáticamente el disco y cree las particiones adecuadas automáticamente, sin que nosotros tengamos que hacer nada. O abrir el administrador de discos para poder crear estas particiones a nuestro gusto. Si queremos cifrar la partición para proteger el acceso a la partición de datos, tendremos que pulsar en Funcionalidades avanzadas y, seguidamente, seleccionar la opción Utilizar LVM en la instalación de Ubuntu y marcar la casilla Cifrar la instalación de Ubuntu para mayor seguridad. Es importante tener en cuenta que, si ciframos la partición y olvidamos la contraseña, no existe ninguna forma sencilla de poder recuperar los datos almacenados en su interior.

Instalar Ubuntu 22.04 - 5

Si vamos a hacer un Dual Boot, o queremos otra partición para datos, lo mejor es crearlas manualmente. Elegimos la segunda opción, y podremos crear, y montar, las particiones como nosotros queramos. En caso contrario, simplemente elegimos la primera opción («Borrar disco e instalar Ubuntu») para dejar que sea el asistente el que se encargue de todo.

Instalar Ubuntu 22.04 - 6

Veremos un resumen con los cambios que se van a aplicar al disco duro. Comprobaremos que todo está correcto (esto es importante), y, de ser así, hacemos clic sobre «Comenzar la instalación» para empezar la copia de los datos.

Instalar Ubuntu 22.04 - 7

Mientras se instala el sistema tendremos que completar la configuración inicial del sistema. Lo primero será indicarle el país donde estamos, y el huso horario.

Instalar Ubuntu 22.04 - 8

A continuación, los datos de nuestra cuenta de usuario:

  • Nombre personal.
  • Nombre del equipo.
  • Usuario.
  • Contraseña.
  • Confirmar contraseña.

Instalar Ubuntu 22.04 - 9

Y listo. Ahora esperaremos a que termine la copia de los datos. El proceso puede tardar más o menos tiempo en función de muchos aspectos. Pero, lo normal, es que no lleve mucho más de 5-10 minutos.

Instalar Ubuntu 22.04 - 10

Al acabar, veremos un mensaje que nos indicará que tenemos que reiniciar el PC. Lo hacemos, y listo.

Instalar Ubuntu 22.04 - 11

Cuando arranque el ordenador de nuevo ya tendremos instalado Ubuntu, y podremos empezar a trabajar con él.

 

Instalar Ubuntu paso a paso (versiones antiguas)

*Este es el proceso de instalación de la versión 20.04 LTS. Las siguientes versiones actualizaron el instalador, siendo mucho más simple y rápido. De todas formas, conservamos este proceso por si algún usuario necesita bajar una LTS anterior. O por si la nueva 22.04 que hemos bajado no incluye por defecto este nuevo instalador.

Ubuntu es un sistema operativo diseñado para arrancar en Modo Live, es decir, para cargarse en la memoria RAM desde la ISO y permitirnos probarlo sin instalar ni alterar nada del sistema. Lo primero que veremos cuando el sistema operativo acabe de cargar será una pantalla como la siguiente.

Instalar Ubuntu - Cargar Live

En ella tendremos que elegir nuestro idioma, y además también si queremos probar Ubuntu, o si queremos lanzar directamente el asistente de instalación. El resultado en ambos casos será el mismo, pero nosotros vamos a usar la opción de «probar» para poder cargar Ubuntu en el PC y poder usarlo mientras lo instalamos.

Los pasos para la instalación de esta distro Linux son muy sencillos. En resumen, los pasos que debemos realizar son:

  • Ejecutar el instalador.
  • Seleccionar el idioma que queremos usar.
  • Elegir la distribución de teclado.
  • Seleccionar el modo de instalación (normal o mínima).
  • Elegir si queremos bajar actualizaciones durante el proceso, o paquetes privativos de terceros.
  • Elegir cómo instalar Ubuntu en el disco (usarlo todo, o crear particiones y puntos de montaje a mano). También si queremos usar, o no, cifrado de discos.
  • Configurar la ubicación.
  • Crear el usuario (nombre, nombre del equipo, contraseña).

Vamos a ver, paso a paso, todo este proceso de instalación. Lo primero, cuando veamos el escritorio, aquí tendremos un icono llamado «Instalar Ubuntu».

Instalar Ubuntu - Ejecutar instalador

Hacemos doble clic sobre él para lanzar el asistente de instalación. Lo primero que nos encontraremos será con la posibilidad de elegir el idioma del instalador, así como de leer las notas de publicación.

Instalar Ubuntu - Elegir idioma

Continuamos, y en el siguiente paso el asistente nos permitirá configurar el idioma y distribución del teclado. Podemos elegirlo nosotros mismos de la lista, o dejar que el programa lo detecte automáticamente a través de una serie de pulsaciones.

Instalar Ubuntu - Distribución de teclado

Seguimos con la instalación. El siguiente punto nos va a permitir elegir el tipo de instalación que queremos hacer. Ubuntu nos ofrece dos tipos de instalación:

  • Normal.
  • Mínima.

La opción recomendada para la mayoría de los usuarios es la instalación normal. Además, aquí también podemos elegir si queremos bajar actualizaciones a la vez que instalamos el sistema operativo, o si queremos incluir el software privativo para instalar automáticamente los drivers de la GPU o de las tarjetas Wi-Fi, además de una serie de codecs privativos.

Instalar Ubuntu - Tipo de instalación

 

Crear particiones para Ubuntu

En el siguiente paso podremos elegir cómo instalar Ubuntu en el disco duro. Si tenemos otro sistema operativo ya instalado, el asistente nos dará la opción de instalarlo junto a él. De lo contrario, nos permitirá borrar todo el disco y configurarlo automáticamente para instalar la distro en él. Eso sí, esta segunda opción borrará todos los datos que tengamos guardados en dicho disco duro para poder darle formato y crear la tabla de particiones estándar.

Instalar Ubuntu - Crear particiones 1

El asistente de instalación nos permite elegir si queremos usar un sistema de cifrado de datos, además de activar una opción experimental para usar un sistema de archivos ZFS.

Instalar Ubuntu - Crear particiones 2

Si elegimos «Más opciones» en vez de utilizar todo el disco, podremos abrir el gestor de particiones de Ubuntu. Y desde aquí podremos crear las particiones que queramos usar. Esto es recomendable para usuarios que tengan cierto nivel de conocimientos. Si no los tenemos, lo mejor es optar por el modo automático.

Instalar Ubuntu - Crear particiones 3

Si elegimos el modo automático os recomendamos crear, al menos, las siguientes particiones:

  • / – Raíz de la distro Linux.
  • /home – donde guardaremos todos nuestros datos personales. Tiene que ser la partición de más tamaño.
  • /boot – lugar donde instalaremos el gestor de arranque.

Cuando esté todo listo, haremos clic sobre «Instalar ahora» para comenzar el proceso de instalación. Y podremos ver un resumen con las particiones y puntos de montaje que vamos a usar.

Instalar Ubuntu - Crear particiones 4

Si todo está correcto, continuamos y comenzará la copia de los datos del sistema operativo. Pero, aunque ya se estén copiando los archivos, aún no hemos acabado de configurar Ubuntu.

 

Últimos pasos para terminar la instalación

Mientras se copian los datos de nuestro Ubuntu y se aplican las configuraciones seleccionadas tendremos que terminar algunas configuraciones esenciales. La primera de ellas será elegir nuestra región, dónde vivimos. Esto se usará para ajustar el sistema métrico, el huso horario y la moneda utilizada.

Instalar Ubuntu - Configurar región

También tendremos que crear nuestro usuario principal. Este estará formado por un nombre de usuario, una contraseña y el nombre que queremos dar al PC en red. También podemos elegir si queremos que se inicie sesión automáticamente o no.

Instalar Ubuntu - Crear usuario

Listo. Ya hemos configurado Ubuntu. Ahora solo nos queda esperar a que se complete el proceso de instalación del sistema operativo. Este puede tardar más o menos según el hardware del PC y si hemos elegido bajar, o no, las actualizaciones durante este proceso. Mientras dura la instalación podremos ver algunas de las características y usos de Ubuntu.

Cuando acabe el proceso de copia de los datos podremos ver un mensaje como el siguiente que nos indicará que nuestro Ubuntu se ha instalado correctamente y que tendremos que reiniciar el PC para terminar con la instalación y poder empezar a usar este nuevo sistema operativo.

Instalar Ubuntu - Fin instalación

Por último, queremos recordar que el instalador de Ubuntu 21.10 va a ser algo diferente al que llevamos conociendo hasta ahora. Cuando llegue la nueva versión de la distro a su fase estable actualizaremos el tutorial para explicar cuáles son las nuevas opciones de instalación que nos ofrecerá el nuevo Ubuntu 21.10.

 

Qué hacer después de instalar Ubuntu

Tras reiniciar el ordenador ya tendremos nuestro Ubuntu instalado y listo para funcionar. En un principio, Ubuntu será totalmente funcional. No tendremos que hacer nada para empezar a usar este sistema operativo. Pero siempre hay algunas pequeñas recomendaciones que nos permitirán disfrutar al máximo de esta distro.

 

Actualizar Ubuntu

Lo primero que deberíamos hacer una vez finalizada la instalación es asegurarnos de que la distro está al día, con todos los parches instalados. Esto podemos hacerlo fácilmente abriendo un terminal y ejecutando el siguiente comando:

sudo apt update && sudo apt upgrade

Confirmar bajar actualizaciones de Ubuntu

Las actualizaciones y los nuevos paquetes también nos aparecerán en el propio gestor de paquetes del sistema, por lo que puede que, nada más instalar Ubuntu veamos un mensaje que nos pide actualizar. Es normal, ya que, salvo la LTS, el resto de ISOs no se actualizan.

Cuando acabemos de bajar las actualizaciones ya tendremos nuestro sistema al día.

 

Activar los LivePatch

LivePatch es una función de Ubuntu que nos va a permitir instalar parches de seguridad en la distro «en caliente», es decir, sin tener que reiniciar el ordenador para completar el proceso de actualización. Esto es muy útil sobre todo cuando trabajamos con el PC, ya que podremos estar siempre protegidos sin necesidad de tener que interrumpir el funcionamiento del PC.

Podemos encontrar esta opción buscando «Livepatch» en el lanzador de programas. Eso sí, para poder usarlo necesitaremos una cuenta de Ubuntu One, cuenta que podemos crear de manera gratuita.

Activar Livepatch Ubuntu

La verdad es que este paso no es obligatorio, pero tener estas actualizaciones en caliente activadas hace que actualizar Ubuntu frente a graves fallos de seguridad sea mucho más cómodo.

 

Instalar los programas que queramos

Ubuntu viene por defecto con una gran cantidad de software instalado por defecto, software gracias al cual vamos a poder usar el sistema sin problemas. Sin embargo, si alguna de las aplicaciones que vienen instaladas por defecto no nos gusta (por ejemplo, Firefox), vamos a poder sustituirlas por los programas que queramos, en este caso, Google Chrome o Chromium.

Podemos bajar instaladores en formato .deb desde las webs, instalarlos a través de «apt» desde el terminal, o buscarlos en la tienda de software de Ubuntu. Las últimas versiones de Ubuntu también nos permiten instalar software a través de sus paquetes Snap. Para los usuarios menos experimentados y a los que no se les pasa por la cabeza utilizar la línea de comandos, la mejor opción y donde van a encontrar todo tipo de aplicaciones con interfaz gráfica es la tienda de aplicaciones de Ubuntu. A no ser que necesitamos realizar funciones o actividades muy concretas es muy poco probable que no encontramos una aplicación que cubra nuestras necesidades.

Centro software Ubuntu

Debemos tener en cuenta que la mayoría de los programas que vienen instalados por defecto en Ubuntu con paquetes Snap. Es más, todos aquellos que tengan una versión Snap, si los bajamos desde la GNOME Store, se bajarán directamente en este nuevo formato.

De esta manera podremos adaptar nuestro Ubuntu a nuestras necesidades, y trabajar con él de la forma más productiva posible.

 

Escoger el navegador

Ubuntu viene por defecto con Firefox, el navegador de Mozilla. Sin embargo, a muchos usuarios no les gusta este navegador y prefieren instalar otra alternativa, como Google Chrome o Chromium. En el caso de querer el navegador de código abierto de Google, podemos hacerlo fácilmente ejecutando lo siguiente en un terminal:

sudo apt install chromium-browser

Si por el contrario queremos Google Chrome, la forma más rápida se instalar este navegador es bajarlo desde la web de Google. Concretamente la versión DEB para 64 bits. E instalarlo haciendo doble clic sobre el archivo que acabamos de bajar.

Cuando vayamos a usar el navegador, este nos preguntará si queremos usarlo por defecto. Decimos que sí, y listo.

 

Instalar los drivers de NVIDIA

Esta distro Linux instala por defecto los controladores de Intel y de AMD para poder aprovechar al máximo el rendimiento de estas tarjetas gráficas. Sin embargo, si nuestro PC tiene una GPU NVIDIA, Ubuntu habilitará los controladores de código abierto, que, aunque funcionan, dejan mucho que desear, ya que no han sido desarrollador por el fabricante, sino por la comunidad de usuarios, por lo que nunca le vamos a sacar todo el partido ya sea jugando o editando vídeo. Por ello, el siguiente paso si tenemos una gráfica de este fabricante será instalar los controladores.

Aunque hay varias formas de instalar los drivers de NVIDIA en Linux, la más rápida es, con el sistema y los repositorios actualizados, ejecutar el siguiente comando:

sudo ubuntu-drivers autoinstall

Y listo. Tras reiniciar, ya tendremos los drivers oficiales de NVIDIA listos para exprimir al máximo el rendimiento de la GPU. También podemos descargar la aplicación de Nvidia para Linux con la que siempre vamos a disfrutar de los últimos drivers más actualizados para nuestra gráfica en el entorno Linux, independientemente de cuál sea la distribución que estamos utilizando.

 

Instalar Wine

Si venimos de Windows, seguramente estemos acostumbrados a usar algunos programas, como Word, o Photoshop, que, por desgracia, no están disponibles para este sistema operativo. Lo mismo ocurre si, por ejemplo, vamos a usar nuestro nuevo Ubuntu para jugar a juegos de PC, y es que la mayoría de ellos solo están disponibles para Windows, y no funcionan (en teoría) en Linux. Si queremos utilizar nuestro PC para jugar a través de Linux, la mejor opción del mercado es, sin duda, la distribución SteamOS (basada en Arch Linux) que Valve pone a disposición de todos los usuarios que quieran disfrutar de los juegos disponibles en Steam compatibles

Por suerte, existe una herramienta que nos va a permitir ejecutar estos programas dentro de Linux como si lo hiciéramos desde el sistema operativo de Microsoft: Wine. Este software aplica una capa de compatibilidad, añadiendo las librerías DLL del sistema de Microsoft, por encima de la distro de manera que podamos ejecutar archivos .EXE, instalar programas y correr juegos sin problemas. Eso sí, debemos tener en cuenta que no nos garantiza una compatibilidad del 100% con todos los programas, y algunos pueden funcionar regular, e incluso no hacerlo. Desde la página web de esta aplicación, podemos acceder al listado completo de aplicaciones compatibles con Wine y entre las que no vamos a encontrar ni Office ni Photoshop, por citar las más populares.

Para instalarlo, simplemente ejecutaremos (en caso de usar un sistema de 64 bits) el siguiente comando:

sudo apt install wine64

Una vez instalado, lo lanzamos por primera vez para completar la instalación y, cuando lo tengamos listo, ya podremos empezar a instalar programas de Windows en Ubuntu, con alta probabilidad de que funcionen correctamente. Debemos tener en cuenta que el número de programas compatibles es limitado y entre las aplicaciones no compatibles se encuentra Office y todas las aplicaciones de Adobe, por citar las más populares. Sin embargo, la mayoría de las aplicaciones antiguas y que no ocupan mucho espacio, si pueden funcionar sin problemas.

 

Protege tu Linux

Por defecto, Linux es un sistema operativo que está configurado de serie para ser seguro. Sin embargo, los piratas informáticos siempre están al acecho, y buscan el menor despiste para infectar nuestro ordenador. Y es que, al contrario de lo que se piensa generalmente, para Linux también hay virus.

Así pues, lo primero que tendríamos que hacer es buscar un antivirus. Al contrario que en Windows, en este sistema no es necesario que el antivirus esté controlando constantemente, sino que debemos tener uno a mano para ejecutar análisis bajo demanda. Uno de los más recomendables, en este sentido, es ClamAV, un antivirus gratis perfecto para este fin.

También debemos configurar el firewall de nuestro sistema Linux de manera que, por defecto, se bloqueen todas las conexiones no autorizadas y seamos nosotros los que elegimos qué puede o qué no puede entrar o salir del PC. El Kernel Linux lleva por defecto el cortafuegos más efectivo que podemos encontrar en el mercado: iptables. Pero sería recomendable usar un software de configuración para poder configurarlo como queramos de forma sencilla.

Por último, revisa muy bien revisa la contraseña de root. Es común usar claves débiles que pueden ser fácilmente adivinables por los piratas. Por tanto, si queremos tener el sistema lo más seguro posible, tendremos que configurar una contraseña de superusuario que sea supersegura. Así evitaremos que, en caso de brecha de seguridad, el atacante pueda hacer nada en nuestro PC.

 

Solucionar problemas comunes

No es muy común que una distro tan sencilla como Ubuntu nos pueda dar problemas a la hora de instalarla en el PC. Sin embargo, como ocurre con todo sistema informático, siempre hay una pequeña probabilidad de que algo salga mal, y en algún momento de la instalación no podamos continuar.

La mayoría de los problemas que nos podemos encontrar al instalar este sistema operativo se pueden corregir de forma muy sencilla siguiendo unos pasos generales como los que describimos a continuación:

  • Entrar en la BIOS del ordenador y activar el modo UEFI. De paso, desactivaremos el modo Legacy, así como el Secure Boot. Si no tenemos ningún otro sistema, ni vamos a hacer Dual Boot, podemos dejar el Secure Boot encendido.
  • Si tenemos Windows 11 o tenemos previsto instalarlo en el equipo, Ubuntu es compatible con la función Arranque seguro un requisito de Windows 11. Pero, si además de Ubuntu, queremos instalar distribuciones más antiguas, nos veremos obligados a desactivar esta función ya que este requisito de Windows 11 no es compatible con distribuciones más antiguas. Además, también tenemos que cambiar la UEFI por la BIOS.
  • Configurar los puertos SATA como AHCI, y desactivar cualquier RAID que tengamos.
  • Reinstalar Windows (si vamos a hacer Dual Boot). La partición de instalación, al estar en Modo UEFI, debe ser del tipo GPT.
  • En Windows, desactivamos el arranque rápido, o Fast Boot, para que no interfiera con el segundo sistema. Si no vamos a tener Windows, podemos omitir este paso.
  • Grabar la imagen de Ubuntu a un USB. Al desconectarla, debemos asegurarnos de extraerla con seguridad para que no se dañe ningún archivo.
  • Reiniciar el PC y arrancar desde el USB en Modo UEFI. Si arrancamos sin modo UEFI tendremos problemas.
 

Probar Ubuntu sin instalarlo en el PC

Si quieres darle una oportunidad a Ubuntu, pero no quieres instalarlo en el ordenador por miedo a perder Windows, te dejamos varias alternativas con las que podrás probar, sin ningún riesgo, todo lo que ofrece este sistema operativo.

 

Utilizar la versión Live

La mayoría de las districiones Linux, nos permite ejecutar el sistema operativo sin necesidad de instalarlo para así poder comprobar si esa versión en concreto nos ofrece todo lo que estamos buscando. Generalmente esta es la primera opción que se muestran cuando iniciamos nuestro equipo con el USB donde se encuentra la versión de Linux que queremos instalar, una opción que si se encuentra disponible en Ubuntu.

 

Probarlo en OnWorks

OnWorks pone a nuestro alcance una gran lista de sistemas operativos virtualizados que podemos probar desde nuestro navegador web. Entre otros, podemos encontrar distros basadas en CentOS, Fedora, Ubuntu y Debian. Todas las distros vienen ya instaladas y configuradas, además de contar con algunos programas sencillos instalados por defecto. De esta manera podremos experimentar desde el primer momento todo el potencial de Linux.

Algunas de las distros más interesantes que podemos encontrar son:

  • Ubuntu.
  • Debian.
  • Linux Mint.
  • ReactOS.
  • Parrot OS.
  • Elementary OS.
  • Kali Linux.
  • MX Linux.
  • RHEL Red Hat Enterprise Linux.
  • OpenSUSE.
  • Fedora.

Incluso podemos encontrar un emulador de Windows 10 para usar el sistema operativo de Microsoft desde la web.

Para poder probar los sistemas operativos que nos ofrece OnWorks, lo que debemos hacer es abrir nuestro navegador web (Google Chrome, Firefox, etc) y acceder a la lista de distros desde el siguiente enlace. La web no es precisamente la más nueva y bonita que podamos encontrar, pero al menos es sencilla de usar.

OnWorks - Lista de distros Linux

Localizaremos la distro que queremos usar (en nuestro caso Ubuntu), y haremos clic sobre el botón «Run online«. Se abrirá una nueva página con una cuenta atrás de 30 segundos, durante los cuales se preparará la máquina virtual.

Cargando VM OnWorks

En cuanto esté lista, esta se abrirá automáticamente, y podremos empezar a usarla.

Ubuntu en OnWorks

Podemos hacer lo que queramos dentro de estas máquinas virtuales. Eso sí, os recomendamos no descargar ni guardar archivos personales en ellas. Ni tampoco iniciar sesión con nuestras credenciales. Aunque los cambios se borran al cerrar la instancia, no sabemos exactamente qué se ejecuta por debajo.

Usando Linux en OnWorks

Cuando nos cansemos de usar el Linux, simplemente cerramos la ventana y listo. La instancia se elimina del servidor.

Aunque la distro funciona bastante bien y nos permite hacernos una idea de cómo es este sistema operativo, cómo funcionan sus aplicaciones y qué es Linux, la verdad es que el rendimiento deja bastante que desear. Al ejecutarse en streaming, en contenedores virtualizados y, además, gratis, la potencia está limitada.

Ejecutar sistemas operativos en máquinas virtuales, además, es una tarea muy pesada, que requiere muchos recursos y, por supuesto, que cuesta dinero. OnWorks nos permite acceder a estos sistemas operativos de forma gratuita, sin registros ni limitaciones. Sin embargo, para amortiguar los gastos, muestra bastante publicidad, tanto en su web como en los laterales de la máquina virtual. No es molesta ni intrusiva, pero hay que tenerlo en cuenta.

A pesar de ello, si siempre hemos tenido curiosidad por probar Linux y nunca nos hemos atrevido por miedo a romper nuestro PC, gracias a OnWorks vamos a poder probar Linux sin ningún peligro.

 

Usar el programa QEMU

En este caso nos encontramos con un proyecto de código abierto que lleva varios años entre nosotros y que entre sus muchas herramientas nos permite visualizar sistemas operativos. Gracias a su funcionamiento interno tendremos la posibilidad de probar de primera mano software como el sistema Ubuntu en el que nos centramos en estas líneas.

Básicamente aquí nos encontramos con un emulador basado en la traducción dinámica de códigos binarios que además nos proporciona capacidades de virtualización dentro de un sistema operativo. Cabe destacar que es compatible con los sistemas más habituales tales como Linux y Windows, que es lo que realmente nos interesa en estas líneas. También merece la pena saber que este proyecto para máquinas virtuales puede ejecutarse en cualquier tipo de procesador o arquitectura.

Decir que su principal objetivo es emular un hardware en el que se emule un sistema operativo dentro de otro sin tener que particionar el disco duro. Esto quiere decir que se da una excelente solución para probar Ubuntu dentro del sistema operativo que tengamos instalado en el equipo sin tener que eliminarlo.

 

En una máquina virtual

Una máquina virtual es un ordenador virtual que se ejecuta dentro de nuestro ordenador real con un software. Este ordenador tiene un procesador, una memoria, un disco duro y una serie de recursos y componentes virtuales que le hacen funcionar.

Las máquinas virtuales nos permiten probar sistemas operativos y programas con la seguridad de que todo lo que hagamos en ellas no sale de ahí. Si por alguna razón estropeamos el sistema, nuestro SO principal seguirá funcionando. Si nos infectamos de malware, nuestro PC real estará a salvo.

Hay varias aplicaciones y plataformas para virtualizar sistemas operativos. Sin embargo, si queremos buscar lo más rápido y sencillo de usar entonces las alternativas que nos quedan son: VirtualBox, como opción gratis y de código abierto, y VMware Workstation, como alternativa de pago profesional.

Importar máquina VMware

Podemos crear la máquina virtual desde cero usando el sencillo y rápido asistente que tienen estos programas, o importar una ya creada que hayamos guardado, o bajado de Internet.

 

Optimizar la VM para Linux

Para que la máquina virtual funcione sin problemas tendremos que instalar una serie de paquetes, los equivalentes a los «drivers», además de realizar algunas configuraciones adicionales para tener más rendimiento en el equipo.

Los drivers para que la máquina virtual pueda funcionar en condiciones vienen en un paquete extra que tendremos que instalar nosotros mismos para poder utilizar sin problemas la distro. En el caso de usar VirtualBox, este paquete se llamará Guest Additions, mientras que, si usamos VMware, el paquete se llamará VMware Tools.

Una vez instalada nuestra distro Linux, debemos instalar manualmente este paquete en ella. Como estos extras se distribuyen en forma de imagen ISO, los propios programas nos permiten montarlas en la unidad virtual para ejecutarlas. Esta opción se encuentra en el menú de la máquina virtual.

Una vez montada la unidad en nuestra máquina virtual, Linux la reconocerá como si se tratase de un CD o un DVD que hemos montado a mano. En el caso de VMware, por ejemplo, lo que debemos hacer es extraer el fichero tar.gz que se encuentra en la unidad en un directorio como el escritorio, entrar a la carpeta vmware-tools-distrib que nos creará y ejecutar el siguiente comando para comenzar la instalación:

sudo ./vmware-install.pl -f

En el caso de VirtualBox, el proceso es mucho más sencillo. La ISO que se monta aparece como auto-ejecutable. En la ventana que nos aparecerá elegimos que sí queremos ejecutarla y en unos segundos tendremos ya estas librerías instaladas.

Una vez instaladas estas librerías, además de mejorar el rendimiento de la máquina virtual, también podremos usar algunas funciones adicionales, como el portapapeles cruzado o el poder copiar y pegar entre la máquina virtual y el sistema host.

Los procesadores modernos hoy en día tienen más de un núcleo. Por lo tanto, las máquinas virtuales también pueden tener dos o más cores para mejorar el rendimiento. Cada uno de los núcleos virtuales utilizará un núcleo real de nuestra CPU, por lo que, a cambio de mejorar el rendimiento general de la máquina virtual, reduciremos el rendimiento de nuestro PC real.

Según el número de cores que tenga nuestro procesador podemos asignar más o menos procesadores a nuestra máquina virtual:

  • Si nuestra CPU tiene 4 cores, la máquina virtual debería tener 2.
  • En caso de tener 6 cores, la máquina virtual debería tener entre 2 y 4 núcleos.
  • Si nuestro procesador tiene 8, 12 o más núcleos, la máquina virtual puede tener 4 o más sin problemas.

Esto podemos hacerlo desde la configuración avanzada de la máquina virtual. Y el proceso es muy similar en ambas aplicaciones, aunque puede encontrarse en apartados diferentes.

Igual que un ordenador real, una máquina virtual necesita una serie de recursos para poder funcionar con normalidad. Durante la creación de la misma podremos ver cómo nos pregunta cuánta memoria RAM queremos dedicar a dicha máquina. Cuando mayor sea la cantidad, mejor funcionará. Igual que un PC real.

Podemos ampliar la memoria RAM disponible desde las propiedades de configuración de la VM.

Además, también debemos aumentar todo lo que podamos la memoria gráfica. Los valores por defecto que se asignan a las distribuciones Linux suelen ser muy bajos. Por ello, si queremos sacar más provecho a nuestra máquina virtual debemos aumentar el tamaño máximo de la memoria virtual.

Para ello, no tenemos más que abrir las propiedades de la máquina para cambiarla, igual que hemos visto con los cores de la CPU y con la memoria RAM.

De esta manera, Ubuntu podrá activar la aceleración por hardware dentro de la máquina virtual, y podremos disfrutar mucho más de ella.

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