Cada vez es más frecuente encontrarnos con todo tipo de ataques informáticos ocultos en la red. Desde páginas web falsas que suplantan a las webs originales hasta enlaces de descarga que bajan malware a nuestro PC. Y eso sin tener en cuenta las vulnerabilidades que pueden tener los navegadores. Por ello, es vital contar siempre con la mejor protección posible de manera que podamos estar protegidos frente a estas amenazas. Y para ello, Google Chrome nos ofrece una medida de seguridad conocida como «Protección mejorada«.
Otras funciones de protección
Además de los modos de protección que nos ofrece Chrome, en el mismo apartado anterior vamos a encontrarnos con otras opciones que nos van a permitir mejorar la seguridad de la navegación para poder navegar por la red sin miedo.
También vamos a encontrarnos con un botón llamado «Gestionar certificados«. Este es muy importante si tenemos instalado en el PC distintos certificados y queremos estar seguros de que no hay certificados no autorizados en el PC que puedan ponernos en peligro.
Por último, también encontraremos un enlace al programa de protección avanzada de Google. Este se encarga de proteger las cuentas personales de Google de cualquier persona que corra el riesgo de sufrir ataques dirigidos. Un asistente gracias al cual podremos asegurarnos de que nuestros datos están bien protegidos y no vamos a correr ningún riesgo.
¿Podemos confiar toda nuestra seguridad a Google Chrome?
Como podemos ver, Chrome cuenta con una serie de características de seguridad muy importantes. Sin embargo, no es un software inquebrantable, ni mucho menos. Más bien podemos afirmar todo lo contrario. El navegador de Google esconde graves fallos de seguridad que, de ser descubiertos por piratas antes que por Google, pueden suponer un peligro para nuestra seguridad. Y no solo eso, sino que también hay muchas amenazas ocultas en las páginas web que pueden evitar las medidas de seguridad del navegador y llegar a nuestro PC.
Usar un buen navegador seguro, como es este, es muy importante. Pero siempre debemos hacerlo acompañado de un buen software de seguridad, como Windows Defender. Y, también, del sentido común, desconfiando por defecto de todo lo que podemos encontrarnos por la web que parezca fiable pero que, en realidad, se trate de una amenaza.