Aunque Ubuntu es la distro Linux más conocida y utilizada, los usuarios que llevan ya un tiempo utilizándola empiezan a replantearse otras cosas. Eso los lleva a descubrir y probar una gran variedad de distribuciones Linux de todos los sabores, encontrando algunas enfocadas para usuarios avanzados, otras para imitar y sustituir a Windows y otras que cuidan hasta el más pequeño detalle y ofrecen a los usuarios un excelente entorno para trabajar y optimizar los recursos en el día a día. Este es el caso de KaOS.
KaOS es una distribución Linux que comenzó sus andadas en 2013 y que, hoy en día, es la preferida por la mayoría de los usuarios que deciden probarla. Como indican sus creadores, esta distro utiliza el Kernel Linux, aunque también se están planteando dar el salto al Kernel illumos (Unix) en un futuro. Lo que no cambiará bajo ningún concepto de esta distro es el escritorio elegido, KDE, así como Qt como toolkit base.
Características y requisitos
Esta distro busca no ser «una distro más» dentro del mercado, sino ofrecer a los usuarios un sistema operativo de verdad, con un buen mantenimiento, y que lo único que la diferencia de otras no sea el nombre. Su principal cualidad es la velocidad a la que funciona, siendo una de las mejores en este ámbito, como vamos a ver. El diseño de esta distro es muy sencillo y se divide principalmente en 3 partes:
- Core: contiene los paquetes necesarios para que el sistema arranque, se comunique con la BIOS y haga funcionar el hardware.
- Main: incluye todas las bibliotecas, drivers extra y firmwares necesarios para que pueda funcionar el escritorio y las aplicaciones.
- Apps: incluye todos los paquetes vistos y usados por los usuarios, desde el escritorio KDE (Frameworks, Plasma y apps) hasta las aplicaciones que se pueden instalar.
Los desarrolladores de KaOS aseguran que su sistema funciona a la perfección con cualquier ordenador de 2007, incluso anterior. Para instalarlo se necesitan 8 GB de espacio en el disco duro (aunque se recomienda tener 25 GB) así como 2 GB de memoria RAM para una mejor experiencia de uso. También se necesita un procesador de 64 bits.
Rolling Release: imprescindible para cualquier distro Linux que se precie
KaOS ha apostado por un modelo de desarrollo Rolling Release. Es decir, no tendremos que descargar e instalar grandes paquetes de actualización para tenerla al día como ocurre en Linux, sino que bastará con descargar las actualizaciones cada vez que se publiquen para tener el sistema y todos los componentes (incluso el Kernel y los controladores) al día.
Por ello, cuando instalemos esta distro en nuestro ordenador ya podremos olvidarnos de su mantenimiento. Con solo utilizar el gestor de actualizaciones incluido podremos estar seguros de tenerla siempre al día.
Además, cada dos meses, se lanzan nuevas versiones de KaOS con todos los cambios para evitar que aquellos usuarios que vayan a instalarla desde cero tengan que bajar todos los paquetes de nuevo.
KaOS no es para jugar. La falta de soporte para 32 bits lo impide
En los últimos años se ha popularizado bastante el juego en Linux gracias a Steam y a Wine. Estas dos aplicaciones, igual que muchas otras (como Skype) no se pueden instalar y utilizar en este sistema debido principalmente a que sus desarrolladores han decidido que tener que empaquetar 200 paquetes más solo para unas pocas aplicaciones de 32 bits no está justificado. De esta manera, también se aligeran los repositorios.
Si el día de mañana Steam o Wine dan el salto a los 64 bits, entonces sí podrá ser utilizado sin problemas. Sin embargo, hoy por hoy, es algo inviable que debemos tener en cuenta.
Sin embargo, cualquier juego de 64 bits funcionará sin problemas en esta excelente distro Linux.
Cómo descargar e instalar KaOS en nuestro PC
Igual que cualquier otra distro Linux, o sistema operativo, para instalar KaOS en nuestro ordenador, lo primero que debemos hacer es descargar la última versión desde su página web. Una vez descargada la ISO de esta distro, entonces simplemente nos quedará grabarla a un USB (o a un DVD) y arrancar el ordenador con ella. Completamos el proceso de instalación y ya podremos empezar a disfrutar al máximo de este sistema operativo.
Debemos recordar que esta distro es compatible con los ordenadores en modo UEFI con Secure Boot gracias al Systemd-boot. Por tanto, incluso podremos instalarla junto a otro sistema operativo, como Windows 10 o Windows 11, para tener un sistema Dual-Boot en nuestro PC y poder elegir, al encender, el sistema que queremos usar.
Gracias a que se trata de una distro con Modo Live, recomendamos probarla desde la memoria RAM antes de instalarla para estar seguros de que es realmente lo que buscamos y se adapta bien a nuestras necesidades.
Otras distribuciones Linux basadas en KDE
Por supuesto, la magia de KaOS es que se trata de una distro que ha sido diseñada desde cero. Sin embargo, esto puede ser tanto una ventana como un inconveniente. Hay usuarios que prefieren distros KDE mucho más asentadas en el mercado que les brinden más confianza y les garantice mejor soporte en caso de tener problemas.
Una de las mejores distribuciones Linux basadas en KDE es KDE Neon. Esta distro es una de las que mejor unen Ubuntu con el escritorio KDE, permitiendo a sus usuarios conseguir la mejor experiencia posible a la hora de probar este versátil escritorio.
Otra de las distros KDE más populares es Kubuntu. Este es el sabor oficial de Canonical que cambia el escritorio por defecto de Ubuntu por KDE, manteniendo las aplicaciones y configuraciones propias de Ubuntu.
Tampoco podemos olvidarnos de Mageia. Esta distro también apuesta por un escritorio KDE, pero sin duda sus desarrolladores han apostado por facilitar el control y la administración de toda la distro, y una muestra de ello es su completo centro de control, uno de los mejores que podremos encontrar.
Por último, indicar que muchas distros populares (Mint, Manjaro, Debian, etc) tienen varias versiones con distintos escritorios. Y cuando una distro nos permite elegir un escritorio, KDE suele ser uno de los que no pueden faltar.