A pesar de la buena aceptación de la última versión del sistema operativo de Microsoft, Windows 10 sigue sin alcanzar la cuota de mercado con la que todavía cuenta Windows 7. Y es que sin duda, Windows 7 ha sido una de las ultimas versiones del sistema mejor valoradas por los usuarios. Sin embargo, ya se sabe que cada versión tiene su ciclo de vida y a Windows 7 le queda poco más de un año para que Microsoft deje de dar soporte a esta versión, algo que ocurrirá en el mes de enero de 2020. Pues bien, ahora los de Remond han anunciado que los usuarios que quieran seguir recibiendo soporte a partir de esa fecha podrán hacerlo, eso sí, pasando por caja.
Un anuncio que llega a pocas semanas de que llegue la próxima gran actualización Windows 10 October 2018 Update y que todo apunta a que sería una nueva estrategía de Microsoft para animar a los usuarios de Windows 7 a actualizarse a Windows 10.
Podría ser una estrategia para animar a los usuarios de Windows 7 a actualizar a Windows 10 cuanto antes
De esta manera y teniendo en cuenta que a Microsoft le está costando más de lo esperado reducir la cuota de mercado de Windows 7 en beneficio de la cuota de Windows 10, esta decisión sería una ofensiva para animar a los usuarios de Windows 7 a actualizar sus equipos cuanto antes y conseguir que esta versión vaya desapareciendo al igual que otras versiones anteriores del sistema.
Esta ofensiva hace llegar a los usuarios de Windows 7 lo cerca que está el fin del soporte por parte de Microsoft para esa versión del sistema y les va animando a que vayan actualizando a Windows 10. Aquellos que todavía estén pensando aguantar al máximo usando Windows 7 a partir de enero de 2020, solo lo podrán hacer contratando un plan de actualizaciones o parches de pago, Extended Security Updates (ESU). Este plan tendrá un precio que además aumentará de un año para otro, siendo más caros los parches que se reciban durante el segundo y tercer año, hasta enero de 2023.
Esto alargaría hasta tres años más la posibilidad de seguir utilizando Windows 7 siempre y cuando se pague por ello. Salvo en entornos empresariales donde necesiten migrar otras aplicaciones y servicios para que funcionen con Windows 10 y puedan plantearse esta opción, el resto de usuarios seguramente valorarán el cambio a Windows 10 antes de que esto ocurra y por qué no, aprovechando alguna de las próximas actualizaciones que llegarán el próximo mes de octubre, Windows 10 October 2018 Update, o la que podría llegar en primavera del año que viene, la actual Windows 10 Redstone 6.