Microsoft está trabajando para conseguir que Windows 10 sea un sistema operativo universal, que pueda estar en todo tipo de dispositivos. Pero para ello, no basta solo con que se pueda adaptar fácilmente a la pantalla táctil de una tablet a la vez que funciona en un PC. También debe tener una gran variedad de aplicaciones, cosa que de momento le falta. Para superar esta barrera Windows 10 tiene un sistema de portabilidad de aplicaciones bastante eficiente.
En Redmond saben que las aplicaciones son realmente fundamentales para el éxito o el fracaso de un sistema operativo. Por eso es necesario que Windows 10 tenga cada vez más aplicaciones y cada vez de más calidad. Obviamente hay dos maneras para que esto ocurra. Convencer a los desarrolladores de que creen aplicaciones para su sistema operativo, o dar facilidad para que se porten las apps de otros sistemas operativos.
Pues bien, teniendo en cuenta que actualmente Windows 10 no es el sistema operativo más apetecible para ningún desarrollador, la segunda opción es la más adecuada. Y se han puesto manos a la obra. Para ello han creado puentes que consiguen portar aplicaciones de otros sistemas operativos a Windows 10 en cuestión de minutos. Este es uno de esos ejemplos.
De iOS a Windows 10 en cinco minutos
Un desarrollador de aplicaciones llamado David Burela, ha demostrado en su blog que estos puentes funcionan a la perfección. Como veis en el vídeo, ha conseguido pasar una app de iOS a Windows 10 en tan solo cinco minutos. Además, lo hace de una manera sencilla y sin ningún problema.
Eso sí, es cierto que el videojuego en sí es bastante simple y que es de código abierto. Sin embargo, lo que llama la atención es la herramienta tan útil que ha creado Microsoft para conseguir pasar aplicaciones de un sistema operativo a otro en cuestión de minutos. Asimismo, también permite hacer cambios de texto en los créditos e incluso en el código Objective C.
Como es natural, todo esto redundará en beneficio de los usuarios de Windows 10, que cada vez tendrán más aplicaciones de calidad disponibles tanto en el escritorio como en las versiones móviles de su sistema operativo. En este caso Microsoft lo ha hecho bastante bien, ya que si hubiera seguido por el otro camino, no tendría sentido seguir confiando en Windows 10 debido a que nunca iba a llegar a la popularidad de Android o iOS para conseguir que desarrollen aplicaciones en exclusiva para ellos.