El servicio de mensajería instantánea más popular del mundo llega a la cifra redonda por excelencia. Mil millones de personas ya usan WhatsApp en todo el planeta, convirtiéndose probablemente en la forma de comunicación de más rápido crecimiento de la historia de la humanidad. Su sencillez y su ‘gratuidad’ ha sido la clave de su éxito.
Empezó como una aplicación para iOS que permitía mandar SMS a todo aquel que la tuviera instalada. Solo costaba 0,99 euros y por ese precio podías mandar todos los mensajes que quisieras, incluyendo ficheros de fotos, sin cargo adicional. ¿Dónde había estado escondida WhatsApp todo ese tiempo en el que nos gastábamos 15 céntimos por mensaje? Pues bien, a partir de ese día el mundo de la comunicación cambio radicalmente.
Su llegada a Android lo popularizó y las compañías telefónicas se dieron cuenta de que los SMS ya nunca más iban a ser una fuente de ingresos, aunque a cambio se pusieron a vender planes de datos a diestro y siniestro. Y no gracias a las páginas web. No. Ni tampoco a las aplicaciones. Ni siquiera a Facebook. A todo eso se podía acceder desde el ordenador. La culpa la tuvo WhatsApp y su plataforma de mensajería prácticamente gratuita.
WhatsApp y la globalización
Se puede decir que WhatsApp es de las pocas cosas realmente globales en el mundo. Y curiosamente hace dos años, la otra gran compañía global, Facebook, pagó 19.000 millones de dólares por la plataforma de mensajería. Desde entonces WhatsApp ha crecido mucho, el doble prácticamente, y hoy ya pueden decir que han llegado a los 1.000 millones de usuarios activos.
Además, el mes pasado anunciaron que WhatsApp será gratuito para siempre y sin publicidad. A partir de ahora, la financiación se conseguirá cobrando a las empresas para que utilicen la plataforma de comunicación más grande del mundo para comunicarse directamente con sus clientes. Mark Zuckerberg sabe que WhatsApp implica una comunicación más personal que el correo electrónico y también sabe que las empresas pagarán por ella sino quieren quedarse atrás con respecto a la competencia.
Pero más allá de todo lo que ha implicado WhatsApp para las empresas de comunicación, mucho más importante es lo que implicado para las personas. Y para que nos hagamos una idea, el fundador de WhatsApp, Jan Koum, ha publicado una infografía en donde se pueden ver datos realmente espectaculares. Por ejemplo, hay mil millones de grupos creados, uno por persona, enviamos 42 mil millones de mensajes al día y 1.600 millones de fotos. Todo ello, más los 250 millones de vídeos que mandamos por WhatsApp, está dirigido por un grupo de tan solo 52 ingenieros. Sí, esta es otra cosa más que ha cambiado WhatsApp. Ya nunca más hará falta ser una empresa gigantesca para costar 19.000 millones de dólares. WhatsApp lo ha demostrado.
¿Qué pensáis vosotros de WhatsApp?