En un futuro es muy posible que controlemos los objetos con la mente. Y aunque suene a ciencia ficción lo cierto es que nos estamos acercando a pasos agigantados. Hoy os presentamos una aplicación creada para utilizar las Google Glass con la mente, sin la voz y sin las manos, solo pensando.
MindRDR es una aplicación desarrollada para Google Glass que permite controlar este dispositivo con la mente. Para ello es necesario otro dispositivo llamado Neurosky que estaría conectado a las gafas y a nuestra cabeza. El biosensor Neurosky recoge las ondas cerebrales que se relacionan con su capacidad de concentración. La aplicación a continuación traduce estas ondas cerebrales en un medidor que se superpone a la vista de la cámara en Google Glass. De esta manera cuanto más nos concentremos, el medidor sube y las Google Glass realizan una fotografía. Y si nos volvemos a concentrar otra vez, el medido vuelve a subir, y esta fotografía se sube a Twitter. Fácil y sencillo. Aquí tenéis un vídeo donde nos muestran cómo funciona.
[vimeo]http://vimeo.com/99915694[/vimeo]
¿Por qué la mente?
Los desarrolladores de la aplicación afirman que la mente es el elemento perfecto para controlar un dispositivo como las Google Glass. Para ellos la voz es totalmente antinatural. Tener que decir ‘Take a picture’ para hacer una fotografía no es lo más normal del mundo.
Y la interfaz táctil de las Google Glass tampoco es lo más cómodo, las manos se acaban cansando, y a decir verdad, tampoco es muy natural ni intuitivo. Por ello controlar las gafas mediante la mente sería la solución perfecta, pero claro, para llegar a ello hará falta tiempo y dinero. De momento tenemos una forma muy rudimentaria de realizar una fotografía y subirla a Twitter, pero poco más. Eso sí, las aplicaciones que tendría una función como esta serían prácticamente infinitas, y mucho más ventajosas para personas con movilidad reducida.
De momento, si queréis tener el Neurosky, solo vale 71 libras en el Reino Unido, ya que la aplicación es gratuita. Eso sí, las Google Glass se siguen yendo de precio ya que rondan los 1.000 dólares.
Fuente: TechCrunch.