Google ha hecho oficial lo que ya se hablaba desde hace tiempo. Que a partir de ahora todos los usuarios de Windows que deseen descargar una extensión del navegador de los de Mountain deberán pasar por la tienda de Chrome. Según Google lo hacen para evitar la entrada de malware en los ordenadores de los usuarios.
Google lo ha anunciado directamente desde el blog de Chrome. A partir de ahora todas las extensiones del navegador de Google se deberán descargar desde la Chrome Web Store. La razón de llevar a cabo esta política es la de evitar que software malicioso pueda entrar a través de sus extensiones desde otros sitios no controlados por la propia Google.
Y obviamente tiene su sentido este movimiento, ya que es más fácil evitar la entrada de malware si es la propia empresa la que controla las extensiones de sus programas. De momento el cambio se aplica únicamente a los usuarios de Windows aunque es muy probable que en breve llegue a otros sistemas operativos.
Retroactiva
Lo curioso es que Chrome también ha dicho que todas las extensiones que no se hayan descargado desde su tienda podrán ser deshabilitadas hasta que hayan pasado el control de Google y estén disponibles en el Chrome Web Store. Eso sí habrá excepciones, como los desarrolladores de Windows, además de, como dijimos antes, los usuarios de otras plataformas.
Pero es solo cuestión de tiempo que Chrome haga lo mismo con otros sistemas operativos. Y es que, si quieren tener control sobre todas las extensiones que se pueden poner en su navegador, deben dar este paso más pronto que tarde.
Parece que Google se toma muy en serio la seguridad del usuario, y también el control sobre todos sus programas y aplicaciones, por lo que, quienes tengáis extensiones que no han sido descargadas desde la tienda y no están disponibles en ella, sabed que es muy probable que se deshabiliten.